»1

686 38 1
                                    

2 años después / Febrero del 2021 ┊  


⊹ Mia Kardashian House 
Hidden Hills, California

Mis zapatos de tacón resuenan por todo el segundo piso mientras intento correr detrás del terremoto andante. 

—¡Milán, ven aquí! 

—¡No! —chillo sin detener su corrida por el largo pasillo.

Detuve mis zancadas y me cruce de brazos. —¡Milán te estoy hablando!

—¡No! —repitió esta vez mas fuerte. —¡No, no no! 

Resople. —Escúchame pequeña demonio, no creas que voy a estar corriendo detrás de ti. 

La niña de apenas dos años y medio me miro con una sonrisa retadora.

—¡Milán Jazmín Bieber, soy tu madre y tienes que escucharme cuando te hablo! 

Escuche una carcajada en mis espaldas, antes de dar la vuelta respire profundo para evitar rodar mis ojos. Últimamente Milán anda imitado cualquier acción "peligrosa" y no quisiera verla haciendo esto para no terminar de salir de mis casillas.

—Que recuerdos... —agrego la familiar voz. —Esas mismas palabras te decía, pero tu nada de hacerme caso. 

—¿Crees que es el momento para ese tipo de comentarios?

Estallo en una carcajada. —Nunca es tarde para disfrutar del karma, Mia.

Rodé mis ojos mientras soltaba un bufido. —¿Qué necesitas de mi, Kris? 
—Primero que nada vine a hablar contigo y a ver a mi querida nieta.

Señalo por encima de mis hombros, gire levemente para ver como Milán danza de un lado a otro abrazando su Petty Dolly Mimos.  —Si quieres hablar conmigo debes ayudarme a que Milán entre a la bañera, ni siquiera se porque se ha vuelto tan cochina.

—Dos años y ¿aun no conoces a tu hija? —cuestiono burlona a lo cual yo ignore por completo. 

—Bueno, tan solo decía. Termino y te invito un...

Antes de que culminara la detuve en negación. —No creo que pueda ir por uno, si quieres le digo a Loíza que lo prepare.

Mama negó. —Tal vez necesite algo mas fuerte luego de terminar con este pequeño desorden.

Asentí, aquella se retiro con una gran sonrisa mientras llama a Milán quien en seguida corrió, pero a sus brazos. Entonces conmigo se hace la difícil, a veces disfruto mucho la maternidad pero otras veces quisiera poner todo en pausa y tomar un descanso porque sinceramente, nadie te dice lo agotador que puede ser. 

Rasque mi frente mientras suspire. —La maternidad acabara conmigo.

—Mas si hablas sola.

Salte al escuchar la voz ronca que adorno la habitación. Mire por el rabillo de mi ojo y una pequeña sonrisa se dibujo en mi rostro. 

—Es que mira como todo se esta saliendo de control.

El chico tomo mi cintura para darme vueltas y estar de frente. —Amor, es normal. Milán esta creciendo, al menos espera llegar a la adolescencia para que te quejes.

—¡Ay por Dios! —lo mire con asombro. —no había pensando en eso... 

Kyle estallo en una carcajada. —Disfruta los pequeños momentos de paz.

—Lo que realmente necesito son vacaciones. 

Kyle deposito un pequeño beso en mis labios mientras asentía. —Te quejas demasiado. 

No estoy bromeando, tengo meses sin tomar un descanso bien merecido, y he trabajado demasiado arduo, con el solo hecho de cuidar a Milán debe considerarse como un trabajo demasiado pesado.

—¿Crees que estoy exagerando? —mire su rostro con mi ceño fruncido.

—Mia, no me mires así. Sabes que si estas exagerando un poquito...

Me separe de el con un bufido. —Para ti todo es exagerar, Kyle. 
El chico estalló en una carcajada, me atrajo nuevamente a sus brazos y depositó un beso en mis labios.

Estos últimos dos años —si maldición tenemos dos benditos años juntos— me han enseñado que Kyle puede ser un grandioso compañero, amigo y prometido, pero sobre todo un buen —aunque muy apoyador— padre. Milán puede decir que tiene dos increíbles hombres en su vida porque tampoco es debido dejar a Justin de lado, sigue siendo su papá el cual siempre quiere estar pendiente de su vida y presente en los momentos importantes.

Justin tiene un año y medio casado con Alissa, yo apenas cinco meses comprometida con Kyle, que aunque hemos pospuesto la fecha de boda mas de siete veces porque consideramos que es mejor encontrar el momento perfecto para nuestro disfrute, estoy ansiosa por verlo frente a mi en el altar y unir nuestras vidas ahora si para siempre.

¿Entonces te olvidaste de Justin?

Seguro se estarán preguntando eso... La respuesta es que si, pero no del todo. Me intento convencer de que necesito seguir adelante a pesar de que el destino nos quiso separados y que tengo que rehacer mi vida con una persona que me entiende y esta dispuesta a soportar mis demonios. 

Pero aunque quiera no puedo olvidarme de Justin Bieber, el es y será siempre el amor de mi vida, pero eso no significa que voy a morir por el.  No se confundan, no me contradigo porque en serio amo a Kyle y no lo cambiaria por nada, pero tampoco lo que siento por Justin y ya pueden saber en la confusión en la que he aprendido a vivir. 
 Aunque intentamos llevar las cosas en paz por el bien de Milán, tenemos que ir a terapia dos veces a la semana. Cuando la nena esta cerca es cuando más hablamos y son cosas relacionadas a ella solamente. Si Milán no esta presente ni siquiera voltea a mirarme, es como que si no existo, para el soy solo la madre de su hija y con el tiempo espero que el también tome ese lugar en mi corazón, simplemente como el padre de mi hija, para que así  los conflictos se terminen y yo pueda dejar de asistir a esa maldita cita todas las tardes de los miércoles y viernes.

Me apoyé en el marco de la puerta de la habitación de Milán, mamá esta ayudándola a cambiarse, no se como demonios logro que se metiera a la bañera, tendrá que revelarme sus trucos.

—¿A donde irá la niña mas hermosa de Hollywood?

—¡Papi! —exclamó sonriente.

No pude evitar dibujar una sonrisa, su cara de emoción cuando habla sobre su "papi" es incomparable.

—¿Ah si?—¿Entonces te iras con papi y no saldrás conmigo?

Milán rodeó la cara de Kris entre sus manos y con una pequeña sonrisa le dijo.

—No, papi. 

Estallé en una pequeña carcajada. Esta totalmente claro que Milán esta desarrollando mi carácter y eso pone mi situación como madre en peligro, pero aun así no puedo negar que esta niña es toda una bomba. 

—Ay.. —Kris respiro profundo.  —Ambas me dejan por el imbécil de Justin Bieber.

Mis ojos se abrieron como plato, Kris cubrió su boca de inmediato mientras que Milán suelta esa pequeña risita que me pone de nervios. 

Es la risa peligrosa de cuando hará una travesura.

—¡Imbetil! —chillo mientras aplaudía.

—¡Mama! —la mire con reproche, aquella sonrió amplio en disculpa. 

—Ups. —No era eso lo que estaba esperando. 

—Mami, ¿Qué imbetil?

—Milan. —suspire mientras me acerco a ella. —Eso es una palabra que no debemos decir porque trae cosas malas.

—¿Que? —cuestiono ladeando su cabeza. 

—Es mala. —respondió Kris detrás de mi.

 —Si amor, mala como los villanos en las películas que vemos.

Milán abrió su boca impresionada, es un acto tan tierno para algo tan diabólico. 

—¡No imbetil, mala! —se cruzo de brazos con su pequeño ceño fruncido. 

—Cariño —la alcé de brazos para poder cargarla. —Mejor vamos a terminar de arreglarte antes de que llegue papá.

Milán comenzó a tararear una canción de alguna caricatura, mire a Kris quien continua disculpándose, negué mientras me adentro en el closet.

No puedo creer que ella misma me haya prohibido palabras como carajo, puta madre, imbécil, estúpido y entre otras de clasificación mas altas, por el nacimiento de Milán y que ahora venga a enseñarle a decir "imbetil". Eso es algo super contrario.

—Bueno, yo tengo que irme.

Volteé a verla de pie en el marco del closet, gire para colocar a Milán sobre la mesa de pie, aquella rodeo mi cuello con sus manitas. 

—Esta bien. Yo iré después... supongo. 

—Si tienes tiempo. —sonrió un poco incomoda a lo cual asentí.

Gire para atender a Milán antes de que se desespere, si es una niña que pierde la paciencia. 

Últimamente no tengo tiempo ni siquiera para tomarme un respiro, no se de que mierdas se anda quejando.

—Hago lo que puedo. —agregue sin mirarla, aquella suspiro.

—Te entiendo princesa, pero no puedes pasar tu vida entera pensando en Milán y en tu trabajo. Te olvidas de tus amistades, incluso te olvidas de tu propia familia Mia... 

Suspiré. —Mamá. ¿No entiendes que hago lo que puedo?, me pides cosas que ya no son mi prioridad, no van sobre Milán. 

Me detuve para mirarla. —No puedo seguir actuando como hace unos años. 

—¿Tu familia y amigos ya no son tu prioridad, Mia? —me miro alarmada.

Suspire. —¡Por supuesto! pero sabes bien a lo que me refiero, no necesito ese tipo de vibras en mi vida. 

Kris asintió. —No sabes lo orgullosa que estoy de tus decisiones Mia, pero alejarte así de todos no soluciona nada. Ya han pasado dos años, pensé que solo seria una etapa pero admito que a veces extraño los dolores de cabeza que me causabas. 

Asentí para que deje de hablar del tema. Me tienen muy cansada, de cualquier forma es malo, si estoy parrandeando no le pongo atención a Milán y no se cuales son mis prioridades, si estoy pendiente de ella entonces olvido disfrutar de la vida.

¿Qué se supone que haga?

Mamá acarició mi cabello. —Piénsalo Mine, necesitas un descanso para que organices tus cosas.

Ignore su comentario mientras ayudo a Milán con su pequeño Nike. Acaricio mi cabello por ultima vez y se dio la vuelta para macharse. 

—Kris. —llame ante de que se vaya, giro a verme.

Suspire mientras dejo a Milán en el suelo y alce mi vista, la chica camino hacia su zona de juegos mientras yo me cruzo de brazos.

—Me estas pidiendo volver a ser como antes, ¿sabes la magnitud de tus palabras?

—¡Ay Mia por supuesto que no! —rio con nerviosismo. —No, no, para nada. Se que dejaste esas actitudes atrás, solo digo que un poco de diversión a tu edad no hace daño en nada. 

Bufe. 

—Vamos Mia, vas a cumplir veinticinco años... estas dejando ir tu vida. 

—¿Entonces? —cuestione sin entender.

Pero es la verdad, no entiendo sus contradicciones. 

—Mia, solo no te cierres tanto. Recuerda que eres joven, aun tienes oportunidad de disfrutar la increíble vida que tienes, una modelo exitosa, diseñadora y embajadora de algunas marcas. Mia estas en tu mejor momento y prefieres encerrarte a cuidar a Lil kiss y a tus negocios.

Luego de algunos segundos en silencio asentí. —Esta bien, voy a pensarlo.

—Todo lo que hago es por tu bien Mia, piensa en lo que te digo.

Me lanzó un pequeño beso y otro a Milán antes de abandonar la habitación colocándose sus lentes Prada. 

Lo que era Mia Jenner no puede volver a los medios, definitivamente una vez saque a la fiera no podré entrarla de nuevo, pero en algo estoy de acuerdo y es que extraño divertirme y a mis putas. 

Pero aun asi necesito pensarlo, las cosas no fueron tan sencillas antes como para querer volver ahora, es como si el mundo se centra en no querer ninguna de mis formas. Si soy como antes entonces seré una zorra, un mal ejemplo para Milán y que bastante contenido tendrá en el futuro, pero si sigo como voy, sentiré de aquí a diez años que desperdicie mi vida

—Mami.

Milán logró sacarme de mis pensamientos, sacudiendo mi cabeza la miré preguntando que pasa.

Balbuceó algo que pude entender como "¿vienes conmigo?" ahora que esta aprendiendo a hablar se me hace más fácil comunicarme con ella.

Negue de inmediato con una pequeña sonrisa mientras me arrodillaba. —Mami tiene algunas cosas que hacer mi pequeña. 

Asintió con su mirada un poco gacha, sabe como manipularme y la conozco a la perfección. Esos ojos mieles saben bien como hacerme caer de rodillas en un instante, ambos pares saben como torturarme. 
—Entre tantos ojos, de tantos colores tuviste que sacar los de Justin.

Gruñí mientras me levante, le terminaré poniendo lentes de contactos.
...


¡Bienvenidas a la vuelta de la devuelta porque es una doble bienvenida!

lamento mucho la tardanza, pero aquí estamos. 
aprecio mucho sus votos y comentarios, espero que no sea incomodo y puedan sumarle muchos mas como la otra novela!!


Mia Kardashian III ➸ jb  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora