Capitulo 2

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Las siguientes semanas, me acostumbre a la escuela. Calum y Luke me presentaron a un amigo suyo un año mayor que nosotros. Michael y es bastante agradable.

No tengo amigas pero la verdad es que de lo único que hablan es del Sr.Irwin y otros profesores, ademas de chicos.

Historia Universal me tocaba tres veces a la semana por dos horas. Los Lunes y Miércoles por la mañana y los Viernes por la tarde, a la ultima hora. Me sentía bastante intimidada por la mirada del Sr.Irwin.

No es una mirada que cualquier profesor te da. Lo malo de los Viernes es que el siempre estaba de mal humor cuando nos tocaba con el. Era algo de esperarse, era a la ultima hora.

Entre conversando con Luke sobre chicos. Ya me había acostumbrado a escuchar a Luke hablar sobre chicos y en especial de Calum. El ya estaba allí y me observo a su manera. Mordí mi labio y entrecerró sus ojos. Ups.

Nos sentamos al final como siempre y seguimos conversando, no quería saber sobre México, Sr.Irwin.

- Calum me llamo anoche - escuche a Luke susurrar a mi lado.

- ¿Y? Creí que hablaban todos los días.

- vale, si, pero me contó que su madre se entero de lo nuestro - solté un pequeño y bajo gritito.

- ¿en serio? ¿Y como reacciono? - toda mi atención se poso en el.

- ella le gr...

- ¿le gusta conversar, Srta.? - no mire al profesor hasta ver como toda la clase estaba concentrada en mi.

- l-lo siento, Sr.Irwin - murmure volviendo a una buena postura.

- se queda después de clases - y sin mas, siguió con su clase. Refunfuñando y gruñendo copie todo lo que el escribía en la pizarra. No tome atención, solo copiaba porque en serio, no me importaba México y su historia. Aunque si estaba molesta por tener que quedarme después de clases.

¡Luke también estaba hablando!

Todos salieron del salón mientras yo me quede en mi puesto, terminando de dibujar o mas bien rayar en mi cuaderno. Su mirada estaba en mi, la sentía. Pero realmente quería ignorarlo hasta que me dijera que me fuera.

- Heather, ven acá - mi mirada subió lentamente y me encogí en mi lugar cuando lo vi. Sus ojos no se desconectaron de los míos hasta que me levante lentamente y temblorosa mientras el caminaba hasta la puerta y le colocaba pestillo.

Sus ojos estaban claramente mas oscuros y sus pupilas estaban dilatadas.

- ¿Sr.Irwin, que esta haciendo? - murmure cuando se acerco a mi y quedo a centímetros de mi cuerpo, con el ceño fruncido. Debía admitir que se veía bien, a pesar de sus veintiocho.

- fuiste una chica mala - mi respiración se corto por unos segundos, mientras el remojaba sus labios - las chicas malas merecen ser castigadas. Y yo te voy a castigar.

Cuando iba a protestar, me callo con un casto beso, algo desesperado quizás. Su impulso me hizo sentarme en su mesa, botando algunas hojas. Su mano se poso en mi muslo interior, pidiendo permiso y al sentir que no lo corría, comenzó a acariciarlo.

No me aparte de el porque en parte sus labios eran dulces pero también tenían un sabor parecido al vino. También porque era mi primer beso y no quería desperdiciarlo.

Y porque si este era el gran castigo del Sr.Irwin, me podría portar mal mas seguido.

Soltó un suspiro mezclado con un pequeño gemido cuando pose mis manos en su pecho, acariciando la suave tela de su camisa. Este me erizo los pelos del cuello y me separe.

- esto esta mal - dije ahora un poco mas decidida.

- no - espeto nuevamente cerca mío. Su tono sonó autoritario, me estremecí.

- ¿que esta diciendo? Usted es mayor de edad, Sr.Irwin - un gruñido salió de sus labios y me miro, algo enojado.

- ¿sabes algo? - su mano se poso en mi cintura puesto que ya me había levantando y me acerco bruscamente contra el, haciendo que su pecho chocara con el mío. El era algo mas alto.

- no - respondí con tono burlón, el cual se esfumo ante su mirada.

- desde este momento, cuando estemos a solas y cuando yo te lo indique, me llamaras Papi - sonrió de la manera mas caliente que había visto en mi vida.

- ¿Papi? - vaya, así que el Sr.Irwin no es tan echo y derecho.

- si, ¿entiendes, gatita? - mi boca se seco ante su apodo. Me gustaba, no había que negarlo.

- si, Papi - no sabia porque le estaba haciendo caso siendo que perfectamente podía ir a decirle la situación al Director de la escuela. Sin embargo, en lo profundo de mi ser, quería ser parte de sus fantasías.

Ashton, si le pregunte su nombre, me hizo darle mi numero y literalmente toda mi información. Cuando me tape con las mantas de mi cama, mi celular vibro.

"Gatita, ¿llegaste bien a casa?"

Oh, vale, eso me pareció tierno. ¿Sera tierno después o solo lo hace para que le obedezca?

"Bien"

Me sentía incomoda hablando con el, tampoco quería sonar atrevida. Lo vería todas las semanas.

"¿Disculpa?
Se una buena chica."

Recordé las palabras de Ashton en la tarde.

"Llegue bien, Papi."
"Muy bien, princesa"
"Mañana estas libre, ¿no?"
"Si, ¿por?"
"Iré a buscarte a casa, estate lista en la mañana"
"¿Y que le digo a mi papa? El no va a trabajar mañana"
"dile que saldrás con tu papi"
"No le diré eso, idiota"
"Vas a ser castigada mañana, invéntate algo."

Y después de ese mensaje, me dormí, pensando en que castigo el me podría dar.

Hey, Kitten | A.I MatureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora