Que te dé la mano en la calle, sí, es espléndido, pero que te preste su hombro, sus miradas, su atención, o su tiempo, va mucho más allá de lo que se pueda explicar en tiempo real lo que significa tenerte. El agarrón de manos cuando me sienta algo nerviosa, que me abrace segundos antes de mi lagrima fría y salada caer por mi mejilla, que me arrope en la mañana y deposite en mí un dulce y tierno beso de 'buenos días', que me escuche y me dedique ojitos de hito en hito anhelando toques de atención.
Así como dejando en mi frente, ese delicado gesto de protección, que me preste así su pecho para cuando esté cansada y dejarme embelesar, o simplemente me asegure que todo irá genial cuando peor lo estoy pasando y logre que me haga sonreír... Juraría incluso en mis peores juicios, que eso... Es totalmente otra sensacion. Es otra manera de decirte ( o hacerme entender) que me admira, tanto como para llegar a no infravalorarme a mí, o a mis sentimientos. Es completamente el sueño de cualquier confiado en el amor.
ESTÁS LEYENDO
Aprendí a Amar(lo)
RomanceMe enseñó a quererlo, pero no a como dejar de hacerlo, y eso fué lo más que dolió. Supongo que toda historia tiene su principio y su final, a pesar, de que yo no quería que esta historia lo tuviese, pero me habías borrado ya los dos puntos finales y...
