Al paso de los días

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Las cosas habían mejorado poco a poco entre nosotros, ya las situaciones habían cambiado enormemente a mejor. Era todo tan cómodo y tan recíproco, que fué capaz de sacar de toda yo, completamente aquello que nunca fuí capaz de decirme, incluso, a mí misma. Eso que me mantenía inquieta desaparecía, y por primera ves en mi vida, lloré, lloré tanto que mis lagrimas no eran como cualquier otras las cuales había derramado antes, eran expresadas con muchísimo miedo, ese miedo, que se apoderaba de mí. Aún a sabiendas de que el futuro es inesperado, es algo que me aterra, el simple echo de perderlo de mi lado, y no menciono el más común miedo que todos sentimos al conocer a alguien que nos agrada, que es ese miedo absurdo de llegar a perder vínculos con alguien cercano, yo tenía algo más aproximado al pánico, pero por perder lo que sentía, por quedarme con el "y si...", con ese pensamiento de culpa, a que todo eso cambiase, y aun que, sigo consciente de que no todo es para siempre, hubiera querido que si lo fuera.

Aprendí a Amar(lo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora