Y te sigo y seguiré pensando, hasta que me olvide de incluso tú nombre, mientras tanto, dolerás.
Dolerá acordarme de tí, de las sonrisas que te sacaba, de las noches en vela a conversaciones privadas, de besos y cafúne a cada instante... y que bien nos veíamos frente a los de fuera, y que bien me sentía, verte conducir era una de mis mayores aficciones, como también lo eran verte dormir, ver como me consentías, mientras cocinabas... entre otras muchas otras, que como no, me encantaba observar como hacías.
Algunas noches, algunas veces, paso por galería en busca de una fotografía donde me vea tierna, para subir a Instagram, y paso por mis favoritas, y que decir, todas las destacadas son fotos contigo, o tuyas, y aunque no lo supieras ni sepas, yo te grababa, porque de recuerdos se vive, pero quien tuviera la oportunidad de volver a repetirlos.
Recuerdo que solíamos coger el coche con 15 min de permiso, y llegábamos a la hora, como adoraba que recogieras mi mano de tu muslo y que con ella pusieras los cambios, que la mayoría de veces la quitaba y era yo quien agarraba tu mano (dos veces más grande que yo) y así dejabas la tuya en los cambios, y así todo el trayecto hasta llegar a casa.
También recuerdo, con bastante ilusión, cuando me dejaste coger el coche desde el copiloto, solo iba al volante, y me sentía tan bien, confiastes en mí y me emocionaba más al verte a tí sonreír por mi ilusión.
Que bonito eras, que bonito eres, y que bonito vivirás en mis recuerdos siempre, espero que ahí estés mejor que a mi lado.
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Aprendí a Amar(lo)
RomanceMe enseñó a quererlo, pero no a como dejar de hacerlo, y eso fué lo más que dolió. Supongo que toda historia tiene su principio y su final, a pesar, de que yo no quería que esta historia lo tuviese, pero me habías borrado ya los dos puntos finales y...