Sunday one

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Jeongin bufó al escuchar, varios toques en la puerta y de mala se reincorporo en la cama viendo que eran las 7 de la mañana. Escuchó un grito por parte su abuela indicándole que se fuera a bañar.

¡Vamos quien quería madrugar un domingo y menos para ir a la iglesia!. El menor se removió varias veces en la cama, y termino arrastrándose práctica hasta el baño. Tomó un baño de agua tibia y al salir se vistió, con una camiseta blanca manga larga, un chaleco estilo vintage, zapatillas y jeans de tela negros.

Salió de su habitación y tomó el desayuno con su abuela, la cual ya estaba mas que lista para ir a misa. Llevaba su rosario y su biblia. Al terminar ambos quince minutos antes de las 8 salieron del casa, caminando algunas cuadras para llegar a la iglesia a la cual en cuanto ingresaron las mujeres mayores y todos en general saludaban a la abuela de Jeongin. Y el pelirosa solo le saludaba con una pequeña sonrisa.

La misa fue mas largo de lo que esperaba, Jeongin cabezaba de vez en cuando pues le aburría muchísimo oír hablar un hombre sobre que tenemos que llegar vírgenes al matrimonio. Cantaron una canción y por último rezaron. ¡Por fin dios cuanto tiempo había pasado! Sentía que de a poco sus energía volvían. Lo mejor era que tenían refrigerios.

Las personas comenzaron a dispersarse en busca de algo para comer lo que sea que tuvieran aquellas bandejas, y Jeongin estaba a punto de tomar una pero alguien que paso por allí se la llevó siguiendo su paso. El menor hizo puchero frunciendo el ceño, pero pronto vió que alguien le extendia un bandeja con comida.

— Gracias.— Susurró el menor sonriendole al pelirnaranja a su lado.

— No hay de que.— El chico le guiño un ojo sonriendole provocando que el menor se ruborizara un poco.

— Toma.— Habló otro pelirnegro a su lado extendiendole una botella de agua la cual Jeongin con su otra mano tomo.— Recarga energías, así no tendrás tanto sueño la próxima vez.

Jeongin abrió la boca para decir algo pero de inmediato la cerró abultando sus mejillas las cuales se tiñeron de un bonito color rojo bastante llamativo. Que hizo sonreír a los otros dos chico.

— Yo no suelo venir a estas cosas, madrugar y eso.— Se excuso en un intento de no quedar tanto en ridículo por casi haberse dormido en la iglesia.

Provocando una ligera risa en los chicos a su lado.

— Nunca te habíamos...visto.— Murmuró el pelirnaranja observandole con los ojos entrecerrados.

— ¿Es la primera vez que vienes cierto?.— Habló el otro pelinegro recibiendo un asentimiento por parte de Jeongin.

Pero por alguna razón Jeongin tenía el presentimiento de que ya los había visto antes. La charla prosiguió con los tres charlando afuera de la iglesia sentado en una banca, donde deba la sombra de un árbol, pero no paso mucho para llegará la abuela de Jeongin.

— ¡Nini! Ya conociste a Minho y Hyunjin por lo visto.— Habló la anciana viendo a ambos chicos.

Con que esos eran sus nombres.

— Abuelita, te ves muy sana y fuerte.— Espeto el pelinegro sonriendole a la señora.

— Hasta mas joven diría yo.— El pelirnaranja le guiño la señora se rio negando.

— Son tan adorables, el es mi nieto Jeongin, pero creo que ya se habían presentado.— La mayor vió a Jeongin sonriendo.— Ellos son Hwang Hyunjin y Lee Minho, son los muchachitos mas lindos, y nobles en toda la iglesia.— Finalizó la señora.

Ambos rieron por lo bajo sonriendole a Jeongin.

— Wow, por fin tenemos el honor de conocerlo.— Musitó el pelinegro.— Soy Hyunjin.

— Yo Minho.— Habló el chico a su izquierda.

La señora aplaudió entusiasmada, pero había ido para decirle a Jeongin que ya debían de irse. Jeongin les murmuró un “adios”, pues sentía algo extraño...al estar en medio de ellos dos. En cambió ambos mayores solo vieron al chico alejarse, observando su anatomía, desde sus pies hasta su cabeza. Minho relamio sus labios y Hyunjin sonrió pasando su lengua por la paste posterior de sus dientes.

Jeongin trataba de concentrarse en otro pensamiento que no fuera el que le decía que algo con esos dos chicos no andaba bien, le parecía demasiado extraño que parecieran tan ejemplares y perfectos.

Detrás de todo eso siempre había algo más.

Estaba seguro, en especial por el extraña, o inusual aura que sentía Jeongin al estar en presencia de ellos dos. O quizá solo eran su imaginación, si quizá solo era eso.

Al volver el casa el día fue pesado y aburrido, solo estudio un poco pues en una semana ya debían volver a clases, al siguiente semestre, y Jeongin solo esperaba haber aprobado todas las materias. O tendría clases extra cosa que detestaba. ¡Prefería dormir a estudiar! Si una de sus cosas favorita junto con el yogurt.

El menor se estiró sobre la cama recibiendo un mensaje de su amigo, Changbin invitandole a que salieran juntos el viernes en la noche.

Si salir un viernes.

Algo que definitivamente no daba buena espina, y menos si era con Changbin. Ya que el mayor era un tanto...alocado. ¿Podrían creer que una vez lo llevó a una carrera de motociclistas? Pero ¿Que tenía de malo? ¡Era una carrera clandestina! Y por poco duerme en prisión.

Pero pese a todo eso se había divertido y mucho. Quizá hasta llevaría a Chan, a Jeongin le agradaba mucho el mayor pues era quién les cuidaba en ese tipo de situaciones, y Jeongin lo conoció ya que una vez llegó tarde al instituto y le iban a dar detención, pero Chan le ayudo a cruzarse por el muro mas bajo del instituto, por suerte no se fracturo y llegó a tiempo a clases.

Con un poco de duda tecleó un "esta bien" de todos modos no tenía nada mejor que hacer.

Pasaría por el a las nueve, el viernes. Jeongin puso la excusa perfecta que iría a casa se SuA para que no hubiera algún problema, y que dormiría allá, sabía que confiaban mucho en la mayor, además que ya tenían todo planeado por si pedían evidencia o le preguntaban algo a la pelirrojas.

Todo bien planeado.

Si tan santo no era Yang Jeongin. Ya sabía que hacer cuando quería vagar alguna noche.

Pero bueno quienes somos para juzgar.

Changbin dijo que irían al club “back door” Jeongin nunca había escuchado de este, pero seguro quedaba algún barrio de mala muerte. No es que Jeongin fuera quisquilloso o mimado, pero así le llamaba a esos lugares, si como todos esos bares en itaewon que casualmente al bar que iban a ir estaba en esa zona.

En cambio Hyunjin se encontraba charlando con Minho, y por alguna razón tocaron el tema del chico de la iglesia. De primera detectaron que claramente no era un fiel creyente, y que iba que por compromiso que por otra cosa, esperaban verlo de nuevo. Porque admitían abiertamente que les había llamado la atención. Y no tenían problema en compartirlo entre ellos.

Sun𝗱𝗮𝘆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora