Hogar

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Todo había sido demasiado rápido, no podía creerlo veía como las pocas cosas que tenia entraban en el departamento del nuevo capitán de la policía. ¿Pero como habían llegado aquí? Hace tres días el señor Potter le había propuesto ser niñera de tiempo completo y el le había dicho que lo pensaría y que tenia que hablar lo con sus dos amigos, aunque no necesitaba del permiso de la pareja, era justo que supieran de sus planes, pero no contaba con que estos estuvieran mas que de acuerdo con ello.

—¿Que? — la sorpresa en su voz y su rostro sería gracioso si no fuera por la seriedad que presentaban sus amigos.

—Que estamos de acuerdo —Pansy sonrió un poco forzado ya que no quería que su amigo se diera cuenta de sus intensiones— el hombre a demostrado que es de fiar y además es trabajo

—Pans tiene razón así que, ¿Cuándo te mudas? —Blaise quería que su amigo estuviera a salvo y que mejor que la casa del nuevo jefe de la policía para ello.

—Si no los conociera pensaría que me quieren fuera de su departamento — el rubio les habia dado la espalda mientras se dirigía a su habitación, habían estado hablando en la sala, así que no noto la cara de angustia que tenían sus amigos.

Después de eso solo recuerda que hablo con Harry para ver que día podía mudarse y el le dijo que en tres días estaría bien, aunque el castaño hubiera ido por el en ese instante.

Y ahí estaba viendo como sus dos amigos interactuar con su ahora casero y jefe mientras los chicos de la mudanza ponían los muebles en su lugar.

La primera impresión de Harry sobre los amigos/hermanos del rubio fue la de unos ricachones, que vamos el tenia una herencia por ahí pero ellos se veían de otro nivel social. Pero con solo hablar con ellos se dio cuenta que no eran lo que aparentaban pues bien si vestían con ropa de diseñador, hablaban con una confianza e igualdad que pronto pensó en hacerlos sus amigos.

—Entonces podemos confiártelo, es algo terco pero buen muchacho. —comentaban con una sonrisa en los labios, aunque ninguno habia dicho mas de la cuenta sabían que el rubio estaba en buenas manos.

—No deben preocuparse por nada, no le hará falta nada aquí. — no sabia por que pero todo le estaba dando la sensación de que le estaban pidiendo que lo protegieran de algo. No sabia si solo era una de sus corazonadas, o solo estaba algo paranoico.

—Ya basta ustedes dos, no soy la novia que van a dejar con su primer marido, —fastidiado así se encontraba Draco. Dicho comentario hizo avergonzar al castaño y levantar una de las finas cejas de su morena amiga.

—Da igual, solo queremos asegurarnos —Pansy le dio un beso en la mejilla a Draco y salió del departamento, Blaise levanto su mano para apretar la de Harry.

—Cualquier cosa que necesiten háganoslo saber. —y así ambos morenos salieron  de la casa.

Draco suspiro sus cosas ya estaban en la habitación que usaba cada que se quedaba, abrió la boca con la intensión de comentar algo pero el llanto del bebe lo interrumpió.

—El deber llama 

Fue todo lo que dijo para ir directamente a la habitación del pequeño Sam, Harry no lo pudo evitar y lo siguió. Deteniéndose en el marco de la puerta observo como el rubio tomaba en brazos a su hijo  y arrullándolo lo calmo. Viendo la ternura en los ojos platinos, la sonrisa brillante al atender al niño, el corazon de Harry latió, era eso lo que quería para su vida, antes solo era el hombre que atrapaba a los malos, llegaba a casa tomaba una cerveza y veía televisión, ahora lo que anhelaba era llegar a casa después de un día agotador, jugar con su hijo, verlo dormir y cenar con ese hermoso rubio que hacia caras graciosas al infante, lo que mas quería era llegar a su hogar, con esas dos personas que de ahora en adelante serian su todo, la pequeña risa infantil lo trajo de nuevo al mundo real.

—¿Pasa algo? —El rubio se sintió observado y vio a su jefe que no le habia dejado de ver detenidamente desde que entro a la habitación 

—Me preguntaba si querías ordenar algo de cenar, —el castaño sonrió —digo la mudanza fue agotadora y nos vendría bien en vez de cocinar 

—Me gusta la idea —Draco sonrió enternecido para el era un acto de ternura, paso a un lado del castaño y llevo al menor a su habitación.

Harry solo lo vio irse, el se encamino a la cocina tomaría su celular y pediría comida china. Media hora después, Draco salió con ropa cómoda al igual que el menor, busco al castaño y le encontró en la sala donde todo se encontraba arreglado para que comieran ahí.

—Esta si que es una sorpresa —la canción de entrada de "Lilo y Stitch" le dio la bienvenida, el pequeño Sammy salto en sus brazos emocionado la película era una de sus favoritas.

—Creí que era buena idea, —se encogió de hombres mientras veía al rubio, tal vez habia exagerado.

—Nunca dije que era una mala sorpresa— la comida estaba en la mesita de en medio de los sillones así que tomo asiento de forma india con el bebe entre sus piernas, el castaño repartió la comida y mientras veían la película se dispusieron a cenar. 

Draco se sintió correcto, bien, alegre y en paz como nunca antes se habia sentido, a su mente llego una palabra "hogar" sentía que ahí es a donde el pertenecía y se sintió aterrado por ese pensamiento. Mientras llevaba un pedazo de pollo agridulce a su boca, recordó. El era un joven con un pasado algo turbio, tuvo una época en donde creyó tener una familia y por cosas que no estaban  en su control la perdió, después con sus amigos se sentía un estorbo, una carga hacia los prometidos, y nunca se sintió a gusto por eso quería un lugar para el, y sin pensarlo, el ya lo habia encontrado.

—¿Entonces que dices? — las palabras del castaño tomaron desprevenido al rubio

—¿Perdón? —Harry solo negó con la cabeza mientras comía tallarines.

—Decía que si este domingo vamos al zoológico, seria la primera vez de Sammy.—Draco lo pensó un momento, no era la primera vez que Harry le pedía que los acompañara alguna salida pero el siempre se excusaba con el "es tiempo entre padre e hijo" pero en esta ocasión su corazon salto de emoción y con una sonrisa acepto

—Esta bien, entonces preparare un rico almuerzo 

La sonrisa enorme del castaño le hizo saber que estaba haciendo lo correcto, ahora solo era cuestión de esperar al domingo.

Del otro lado de la ciudad en uno de los mejores hoteles de la misma, una elegante rubia tenia a tres hombres frente a ella. Narcisa Black tomaba uno de los mas caros vinos mientras veia a esas "ratas" como solía llamar a cada uno de sus trabajadores.

—Quiero que averigüen todo lo que sepan de ellos 

Las fotografías de un castaño un rubio y el bebe "de ellos" se encontraban esparcidas por toda la mesa de cristal en medio de la estancia.

—Mis fuentes dicen que el es el jefe de la policía— señalo al castaño— quiero saber todo de el, el rubio y si ese bebe es de ellos, de ser esto cierto quiero que me lo confirmen de inmediato.

Ella no se andaría por las ramas, solo quería confirmar si su primera fuente habia dicho la verdad y de ser cierto ahora ella tenia un nieto, y por medio de el llegaría  a su desobediente hijo, pues es bien sabido que una "madre" haría lo que fuera por su hijo. Ahora solo tenia que esperar a que los hombres que salían de su habitación hicieran bien su trabajo, y en poco tiempo no solo tendría a su hijo en sus manos, si no a su nieto.

My Little BabyWhere stories live. Discover now