Su turno había empezado temprano como siempre, dedicaba todo lo que podía al trabajo e incluso a veces más. La mañana era soleada y calurosa, anunciando la inminente entrada del verano. El comisario estaba en su despacho ordenando documentos de varios casos que habían sucedido esa última semana cuando la radio sonó.
-Aquí comisario Rodríguez ¿Me copia, Volkov?
-10-4 ¿Qué ocurre?
-El traslado a federal previsto para mañana se ha adelantado por orden del juez, yo y un par más de oficiales nos haremos cargo.
-10-4, vayan con cuidado e informen de cualquier percance.
Cortó la comunicación en radio. Se llevó una mano sobre su sien, en principio era su primer comisario quien patrullaría con el federal, y Kovacs ese día tenía libre, no podía enviarle con alguien de menor rango tampoco.
Volvió a colocarse las pistoleras café sobre la camisa color azul oscuro, llevando en el cuello la placa con su identificación y cargo. Tras pasar por la armería se dirigió al aparcamiento, donde encontró al agente esperando apoyado sobre una columna. Llevaba el rostro cubierto por una mascara y una chaqueta con las siglas del FBI, el resto de su ropa no parecía un uniforme muy oficial, pero tampoco era quién para decir cómo debía vestir en su trabajo.
-Privet, H.- Se acercó a él, dejando entre ellos cierta distancia.
-Buenas, comisario. Estaba esperando al comisario Rodríguez para ir a patrullar.
-El comisario debe asistir a un traslado a federal, así que le acompañaré yo.
Volkov le prestó a Horacio una radio, diciendo que se la quedara para él lo que durara la investigación y así poder mantener contacto más fácilmente. Indicó la frecuencia y una vez sintonizada, ambos subieron al patrulla, el comisario en el asiento del piloto y el federal como su acompañante.
-¿Suele usted patrullar siendo agente del FBI?- Preguntó mientras salían de comisaría, esperando a alguna alerta.
-Lo cierto es que no, desde que estoy en el FBI ya no salgo a patrullar, pero me gustaba cuando estaba en la policía.
Antes que Volkov pudiera preguntar por su estadía en la policía, recibieron la primera alerta del día. Era un robo a joyería que había empezado escasos minutos. "Vaya forma de empezar el día" pensó Volkov mientras cambiaba de dirección para volver a comisaria a por armas largas.
-¿Suelen empezar así de movidos los días por aquí?- La voz del federal sonaba con una pizca de incredulidad, y al comisario le habría gustado decir que no, pero la realidad de la ciudad era otra.
-Cosas peores hemos recibido a primera hora, en esta isla no puedes bajar la guardia ni un momento.
Prendió su radio y empezó a ordenar la malla, ordenó a cinco agentes que fueran con ellos al código tres, tras eso reasignó al resto de manera que nadie quedara solo. Daba ordenes con gran precisión y de forma rápida. Llevaba varios años a cargo de la policía, y eso se notaba.
A Horacio le recordó en cierta forma a Conway, aunque con mucha menos agresividad. Volkov era más calmado, aunque no perdía la seriedad. Al principio lo tomó también como malhumorado, igual que su superior, pero no era otra cosa que esa formalidad con la que hacía las cosas, que lo hacía ver siempre tan recto y reservado.
Llegaron a las puertas de la joyería. Dejaron el patrulla cerca de la puerta y se acercaron a la puerta arma en mano ya.
-¿Cuántos son?-Preguntó el comisario a un oficial que se acercó para informar de la situación.
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Wherever you are
FanfictionEl agente federal Horacio Pérez es enviado a Los Santos, con el propósito de ayudar a la LSPD con una investigación. Conocerá al comisario Viktor Volkov, jefe de la policía, y con quien deberá resolver sus diferencias para poder seguir trabajando. ¿...