Capítulo 9: Y la lágrima en los ojos.

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"HERMANITO! CÓMO ESTÁS? TE ESPERO PARA SENTARNOS JUNTOS EL LUNES, ESTOY SOLA ESTE AÑO ☹️ JAJA. TE ESPERO!"

Mensaje enviado por Nicole el domingo a las 9:15 y leído por César el mismo día a las 14:55. En realidad, la chica se equivocaba, ya que las clases empezarían el miércoles de esa semana. Así es, tan sólo 4 días lo separaban de volver a ver a su mejor amiga. Había tanto para contar. Pero lamentablemente la sombra de la maldad ensombrecía esa alegría. Ya que fueron dos los mensajes recibidos ese domingo. El afectuoso mensaje de Nicole, y éste otro:

-JAJA ni me conmueven tus palabras, violín, mátate. No necesito tu cariño, hace lo que quieras. No me sigas mandando mensajes porque te voy a bloquear.

Una vez más, se daba cuenta que era inútil tratar de razonar con la malvada Evelin. No sólo no tenía escrúpulos, no era capaz de sentir piedad ni compasión. Evidentemente nunca en su vida había tenido que pedir perdón. ¡Cuánto se había equivocado en pensar que podía llegar a algún lado saliendo con ella! No importaba que ella supiera de sus sentimientos, lo había usado porque él era el idiota útil más cercano. De no haber estado conectado César, hubiera elegido a cualquier otro chico. Le daba lo mismo.

-Qué puedo hacer? La amo y la odio. Por qué soy tan infeliz.
Pensaba César, mientras volvía a su casa. Había ido a un cyber diferente esta vez, ya que Space, su cybercafe de confianza cerraba hasta las 17 los domingos. La tardecita soleada se prestaba a que las familias y grupos de amigos se juntaran a tomar mate en la plaza del centro, por dónde tuvo que pasar obligadamente, transitando entre mucha gente, a diferencia de su recorrido diario. Como de costumbre, sintió vergüenza y bajó la mirada, cohibido.

Sintióse culpable de no haberle siquiera respondido a Nicole, absorto como estaba viendo la caradurez del mensaje de Evelin.
"Pobre 'Nicky' ni le respondí. Le he estado dando demasiada importancia a esta pajera de Eve"
Y era verdad, pero lo cierto es que aún se sentía fuertemente atraído por ella. Algo en toda su ordinariez y maldad lo obsesionada. Al punto de generarle una extraña excitación. Era como si sintiera cierto masoquismo al ser insultado. Era un amor raro, mezclado con odio. Un amor que empezaba a pudrirse, ocupando sus sentidos y su atención, dejando en segundo plano todo lo demás. Incluso su propio bienestar. Evelin le había hecho mucho más daño del que se imaginaba. Había desatado en él una bomba atómica de miles de sensaciones. Y las consecuencias de la radiación recién se estaban notando.

Se sentía traicionado y deseaba desquitarse pero al mismo tiempo ella lo atraía y no entendía el por qué. Ella por fuera era para su gusto linda, pero ya le había mostrado sin tapujos su interior. Y por dentro no lo era. Era una cáscara atractiva pero vacía de escrúpulos o humanidad. Por eso lo volvía loco no poder dejar de dedicarle "pajas".

-Qué puedo hacer? Le preguntó desesperado y temeroso a su hermana, la única persona capaz de darle consejo en ese momento.

-Seguis jodiendo con esa flaca? Mandala a la mierda, boludo, ya te dije. Yo que vos, cuando la vea, le escupo la cara... sí, callate, sé que vos no lo harías pero yo sí. Que se vaya a cagar, la plata no la vas a recuperar, por qué le seguirías hablando?? No merece ni que pienses en ella

Rocío tenía razón y él lo sabía. Por eso no pudo retrucar una palabra. Pero sabía que tampoco iba a poder hacerle caso. ¿Sería que todo este asunto se trataba más de él que de ella?

Sea como sea, el primer miércoles de las clases llegó. Pero sin él presente en el curso. Ni tampoco el jueves ni el viernes.
Su madre no tuvo problema en fingir que creía su descompostura-tambien fingida- usada como excusa para no ir a clases esos tres días. Esto se debe a que pese a qué César era muy reservado y no contaba nada de lo que le pasara en la escuela, ella ya intuía que su hijo no era feliz en la escuela desde hace años. No sospechaba que él en realidad NUNCA fue feliz y actualmente estaba lejos de serlo.

-Hola, "Ce" estás bien? No respondiste mi último mensaje, y no viniste ☹️ las clases ya empezaron... Escribime!

El mensaje era de Nicole. Le llamó la atención que además de ella, otra chica le hablara preocupada por sus ausencias. Era Shirley "Prey" Campos, otra de sus compañeras. "La más tetona del curso" cómo él solía llamarle(claramente en secreto). Era una chica bastante amable, con la que sólo había hablado un par de veces.

-Hola, César, cómo estás? Por qué no venís a la escuela? La directora preguntó por vos hoy en el curso. Avísanos apenas veas este mensaje.

"La directora! Con ella, ya son 3 mujeres que preguntan por mí...debo ser el hombre más solicitado de la escuela, jaja" río mientras pensaba con amarga ironía.

Decidió responder escuetamente a ambos mensajes.
-HOLA! Gracias por preocuparte, estoy bien. Sólo estaba un poco enfermo, pero el lunes ya estaré bien para ir.

Y para ahorrarse la fatiga, copió y pegó el msj en ambos chats. Había llegado la hora de dejar de esconderse. Debía enfrentar a Evelin y a la vida misma, doliera lo que doliera.

***NOTA DEL AUTOR***
BUENOS DÍAS, TARDES O NOCHES, QUERIDO LECTOR/A. Por primera vez, interrumpo la escritura de mi historia y rompo la cuarta pared antes de publicar el décimo capítulo.
Quiero decirte que si llegaste hasta acá, es evidente que mi historia te interesó, y te lo agradezco. Si por el contrario, has llegado hasta aquí por casualidad, te preguntarás qué tiene de "especial" mi historia como para que le des una chance. Lamentablemente, no tiene de "especial" nada, en el sentido que es una historia tan real que duele. Pero, sí tiene mucho de sentimiento al ser escrita. Si gustas seguir acompañándome, nos adentraremos a descubrir como una simple mala experiencia amorosa en la flor de la juventud puede llegar a convertirse en algo traumático y peligroso incluso para la integridad física si no nos despertamos a tiempo. Queda mucho por contar y personajes clave en la historia harán su entrada pronto. Me acompañas?
PD: Soy escritor primerizo en Wattpad, sepan disculpar los errores en la escritura o el ritmo. Trataré de publicar lo más seguido posible.
Atte, Oscar Adad.

La quiero, Miss.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora