Tensión

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Juvia:

Pasaron los días, Gray y yo no nos hablamos, ni nos dirigimos la mirada, sigue presentándose en casa al igual que los demás del grupo pero ninguno hace nada por acercarse. Hay una tensión bastante notoria entre nosotros. Una tensión que no iba a eliminar por mi cuenta, puesto que yo no había hecho ni dicho nada fuera de lugar. Aún así, esta situación me pone de lo más incómoda, aunque eso no quita que tengo una conversación pendiente con él.

Sonó el timbre, dando por finalizado el día de clases y sacándome de mis pensamientos, era el último día del castigo que me había impuesto Eloisa, y tengo que admitir que surten efecto, ahora siempre llego bien de tiempo a clase. Me dirigí al pasillo buscando a Lyon para comenzar con la tarea cuando vi en la entrada del instituto a una chica bastante atractiva abrazando a Gray y este correspondiéndole, luego ella le dio un beso en la mejilla. Sentí un "clack" en mi corazón. Tengo la necesidad de ir corriendo hasta allí y separarlos a la fuerza, pero me mantuve quieta, observándolos.

-¿Vamos? – me pregunta Lyon, a lo que yo solo asentí – oye Juvia, quería preguntarte si cuando terminemos te gustaría ir a tomar un helado. – seguía metida en mis pensamientos, ¿quién era esa chica?, ¿Por qué si Gray era tan frío, con ella no lo era?, ¿qué tipo de relación tenían?. - ¿Juvia?

-Sí, perdona - regresé a la realidad.

-Perfecto, conozco una heladería que está cerca de aquí – ¿de qué me hablaba?, no había escuchado lo anterior que dijo. Saqué la conclusión de que me había invitado a un helado ya que dijo algo sobre una heladería.

-Genial – sonreí.

Hoy terminamos antes de lo previsto, lo que agradecí internamente. Paseamos un poco por el parque y luego fuimos a por el helado, yo pedí uno de vainilla y él uno de chocolate, mientras nos lo comíamos caminamos por el parque.

-Está realmente delicioso – dije saboreando el helado.

-Me alegro – sonrió - ¿sabes? Comiendo así pareces una niña pequeña. – hice un puchero y se echó a reír. – Qué tierna eres – esa frase me descolocó, me recordó a la primera noche que pasé con Gray cuando me acarició la mejilla. Suspiré agachando el mentón, ni hablando con otra persona me quitaba al azabache de la cabeza - ¿dije algo malo?

-No, para nada – le miré y fingí una sonrisa.

Comenzamos a hablar de lo innecesariamente estricto que se había vuelto el instituto y también de los gustos y aficiones que tenemos ambos. Comencé a darme cuenta de las cosas en común que tengo con Lyon, a los dos nos gusta cocinar aunque no sea nuestro punto fuerte, nos gusta el mismo tipo de música y aborrecemos a la directora aunque, ¿quién no?. Poco a poco lo he conocido en el tiempo que he pasado con él y es una persona bastante agradable. He de admitir que estos últimos días ha estado más cariñoso conmigo pero lo atribuí a que tenemos más confianza.

Posó su brazo por encima de mí. Lo miré atónita, quizás lo que había mencionado Lucy sobre que le gustaba era cierto así que no quería darle falsas esperanzas. Cuando fui a apartarme se acercó más a mí y me dijo al oído:

-El cielo me recuerda a ti – alcé la mirada – es tan puro como tu corazón, pero tus ojos y tu pelo me recuerdan al mar, todo tu ser, en conjunto, son como las olas que danzan de adelante hacia atrás, alegría pura es la palabra que te define, Juvia – "Madre mía que profundo", me quedé sin aliento. Me sonrió y me quitó el brazo. ¿Qué se supone que debo responder a eso? Definitivamente, Lyon tiene el don de la palabra.

Mis mejillas se tiñeron de rojo, nunca me habían dicho nada parecido. Me adelanté un poco al caminar y me llevé las manos a la cara, no quería que notase lo que había provocado en mí. Él me siguió detrás con paso ligero.

Seguimos conversando de temas normales, lo cual fue todo un alivio, no quería verme en esa situación incómoda otra vez.

Me reí ante un chiste que me contó cuando, al mirar al frente, me di cuenta que en un banco cercano, se encontraba Gray con la chica que había visto en el instituto, ¿qué estaban haciendo allí los dos solos? Una vez más tuve ganas de interponerme entre ellos, no soportaba la idea de que él se fuese con otra, aunque por otro lado seguía enfadada por lo que había dicho de mí a mis espaldas.

Sin previo aviso Lyon se les acercó y yo le seguí sintiéndome bastante incómoda.

-Hola Gray, ¿qué tal Ultear? – saludó Lyon, lo miré confusa, ¿se conocían?

Esta vez pude ver mejor a la chica, es bastante atractiva, tiene el pelo largo oscuro y lleva una cinta blanca en el pelo, su tez es pálida y tiene unos ojos un tanto enigmáticos. Va vestida de lo más normal, con un jersey negro que lleva un dibujo muy detallado de unas rosas rojas a la altura del pecho, unos vaqueros azules y deportivas negras.

-Hola Lyon, bien ¿y tú? – dijo ella – veo que vienes muy bien acompañado – me echó una mirada de arriba abajo, Lyon se sonrojó un poco y me presentó.

-Esta es Juvia, una amiga – me agarró por la cintura atrayéndome hacia él.

-¿Solo una amiga? Has perdido tus dotes de galán – dijo ella riendo un poco tapándose la boca con su mano.

-¡Cállate! – dijo Lyon molesto, apretándome más hacia él.

Miré a Gray, tiene el semblante serio y frío.

Sentirme segura para ser libre -Gruvia-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora