Capítulo seis

82 7 1
                                    

 ❝Felicidad, monotonía

Pasaron unos días muy felices y divertidos. Sin dudas fue muy buena la llegada de Italia.

Durante ese lapso de tiempo pasaron varias cosas. Como por ejemplo: siempre y cuando Argentina llegaba del colegio, al medio día, él les preparaba comidas deliciosas. Todos comían con charlas divertidas y felicidad de sobra.

Era tan bella esa alegría del Italiano, que contagiaba a todos a su alrededor, algo que faltaba hace bastante.

¡Es un personaje!

Sin dudas una de las mejores experiencias recibidas.

[🌱]

Londres, Inglaterra, Reino Unido.

15:40 de la tarde.

Un joven país llamado Reino Unido estaba acostado en su cama, mirando el techo de su habitación. Estaba totalmente aburrido.

Era un día lluvioso y deprimente. Las nubes eran presentes en el cielo gris, y ya estaba cansado de la monotonía de la rutina.

Levantarse a las seis de la mañana, bañarse, desayunar, lavarse los dientes, ir a la escuela por muchas horas y estudiar como loco, para después volver cansado a su casa caminando, o a veces en bicicleta.

Sin contar de su dificultad para socializar con sus compañeros. Él, como todo un introvertido, le da pena acercarse a los demás. Se le hace muy difícil tomar confianza tanto como en si mismo como en los demás...

Pero por lo menos tenía un techo, comida, estudios y el peculiar amor de su familia cercana.

Suspiró cansado, dándose vuelta de la cama para quedarse de costado y mirar como las gotas de lluvia caían por la ventana alta de su habitación.

Lentamente empezó a cerrar sus ojos, quedándose dormido mientras abrazaba una de sus almohadas.

[🌱]

Pasó una hora exacta cuando el Británico fue despertado por su madre.

—Son, get up. It's tea time. (Hijo, levántate. Es hora del té). —Habló un tanto seria Inglaterra, arrebatando la almohada en la que descansaba la cabeza del chico, recibiendo un gruñido molesto de respuesta.

—Come on, I cooked your favorite cakes. (Vamos, cocine tus pasteles favoritos). —Insistió siendo un poco más dulce tratando de animarlo, logrando su objetivo cuando Reino Unido se levantó de la cama. Su rostro reflejaba un poco de alegría, y a paso apurado acompañó a la Inglesa hasta la galería para tomar el té, junto a los demás apenas se hicieran las cinco en punto de la tarde.

Ahora su día se alegró más, el estar con su familia lo relajó del estrés del colegio. Algo que ya venía necesitando.

Conversó con Irlanda del Norte de la comida o diferentes temas que surgían, aprovechando su visita y la de su tío Gales para pasar tiempo de caridad con ambos. Pero en general se abrió más a su familia y se relajó un poco. 

[🌱]

Eran como las once menos cuarto de la noche, cansado se dejó caer en la cama. Para quedar profundamente dormido. 

Abrió sus ojos de golpe muy sorprendido, no podía creer lo que veía. Estaba en un campo enorme, repleto de girasoles. 

Al rato, bajó su vista extendiendo sus brazos, con las palmas de sus manos abierta, notando como estaba vestido. Tenía puesta ropa antigua: una camisa color crema, metida para adentro del pantalón de vestir marrón, junto con unos tirantes, un saco negro, unos zapatos de vestir bien lustrados y un sombrero de copa negro.

«What a strange dream...» (Qué sueño más extraño...). —Pensó confundido, siendo a su vez  consiente de que estaba soñando y sin darse cuenta de algo. 

Miró levantando nuevamente su vista notando una figura femenina a lo lejos, que caminaba tranquila. Se podía notar que llevaba puesto un hermoso vestido típico de los años 50's, de color negro con unos puntos blancos repartidos por diferentes lugares, acompañado con unos tacones stilletto de color negro y una rosa que adornaba su cabeza. 

Trató de adivinar si era alguien que conocía. Estatura promedio, piel clara, cuerpo de reloj de arena, piernas largas, pelo ondulado de color castaño hasta las caderas...

Siguió pensando hasta que, sorprendido abrió sus ojos en grande, finalmente reconociéndola.

—Argentina?! —Exclamó con su típico acento británico, muy sorprendido a decir verdad.

Ella ahora estaba cerca, y pudo confirmar que era la misma por sus bellos ojos verdes de tono opaco.

—Si boludo. ¿Quién más iba a ser? —Carcajeo con su encantadora y a la vez estruendosa risa. 

Tan confiada como siempre se fue acercando a su rostro, parándose de puntitas por la diferencias de estatura, con la intención de besarle el cachete derecho, algo normal para ella. No obstante, por incidente y confusión él terminó girando su rostro, haciendo que ambos se besen en los labios.

Argentina correspondió gustosa el beso, pasando sus brazos por el cuello del mayor, mientras que el Británico estaba totalmente avergonzado. Trató de alejarla agarrándola de las cintura como acto impulsivo. Pero solamente la acercó más, estando más juntos que antes.

Ella se apartó, mirándolo con una sonrisa coqueta, mordiéndose el labio inferior. 

—Vamos, no dejemos que la comida se enfríe. Hice milanesas especialmente para vos... —Dijo guiándolo y entrelazando su manos con las de Reino Unido.

Él un poco confundido la siguió. Pero despertó, sin poder probar las milanesas de Argentina.

[🌱]

❁ 861 palabras
❁ Capítulo seis
❁ 14/04/2021
❁ @LuzAra14

Mi pequeña historia UKArg | CHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora