Capítulo uno

253 11 5
                                    

Psicología y recuerdos del ayer

Hace muchos años, yo, Argentina, era una pequeña niña que buscaba un hogar. Resguardada por una mujer alta y formal con aires angelicales que buscaba un bien para el mundo, para nosotros.

Los países humanos... 

No sé ni entiendo del todo qué es lo que soy, qué significo. Todavía después de mucho estuve en la búsqueda de la respuesta, mi identidad, mi origen.

Supuestamente nací de una mujer indígena, que por desgracia no recuerdo el nombre. Tampoco estoy segura de que pueblo era. Pero... Se supone que iba a ser una chica común y corriente...

No esto, lo que se supone que soy"

La joven soltó un suspiro al releer lo escrito en un cuaderno escolar. 

El escribir sus sentimientos, sueños, esperanzas y demás cosas es un ejercicio psicológico, que le recomendó una de sus tías humanas, que era una psicóloga con años de experiencia.

Le servía para desahogarse un rato, ya que, como su existencia era una clase de secreto para la sociedad humana no podía arriesgarse a terminar siendo una rata de laboratorio o algo así. Ya sabes, ¿No se te hace raro que un país, un pedazo de tierra, tenga una forma humana y conciencia? ¿No te daría miedo o curiosidad?

Claro que sí.

Recordar esa posibilidad le hacía estremecerse, no quería sufrir eso. Y para poder evitar el tema movió repetidas veces la cabeza en un vago intento de ignorar los pensamientos que pasaron por su mente. No podía creer que con leer un poco de lo que sentía la iba a asustar tanto.

Fijo su vista a un sector de la pared de su habitación, comenzando a prestarle mucha atención a una mancha oscura. Empezó a estresarle un poco ver eso en su pared blanca. Frunció el ceño haciendo una mueca en su boca.

Decidida se levantó de la silla de su escritorio y caminó rápido para ver de más cerca la mancha.

Abrió sus ojos como platos, lentamente la mancha iba expandiéndose hasta formar una silueta humana, de una mujer. Cada vez era más clara la imagen, mostrándola con un uniforme militar.

Su respiración se aceleró, retrocediendo lentamente sin mirar a donde caminaba, hasta terminar chocando con la mesa del escritorio y golpeándose los codos y espalda.

Dirigió su cabeza a donde se golpeo.

—¿Querida? ¿Qué te pasó? ¿Te has lastimado? —Preguntaba cada vez más preocupada aquella mujer con un aura oscura y una voz muy dulce, mientras se acercaba flotando con lentitud a Argentina.

—¡No! ¡No pienses en acercarte, maldita! —Giró bruscamente su cabeza mirando a su contraria a los ojo al borde del llanto y apuntándola con su dedo índice. Sus preciosos pelos se movían dándole su toque al drama.

—Uy, ¡Bueno, perdón! ¡No quise asustarte! —Exclamó ofendida. —Solamente quería... —Agachó su cabeza en una clase de reverencia logrando que sus largos cabellos hicieran un escudo o capullo, con los ojos melancólicos. —Hacerte un favor.

—... —La Argentina menor quedó en shock, abriendo nuevamente sus ojos como platos. —¿Qué?

—Si... Quería ayudarte en algo, no sé. Como conseguir un novio, ayudarte con la escuela... Algo.

La adolescente quedó callada.

—Solamente no quiero que nuestra relación quede mal, podríamos ser amigas... Solo si vos querés, por supuesto. —Dijo de forma tranquila, parecía arrepentida.

—Mmm... No sé si confiar en vos. —Dijo cortante y seria mirándola a los ojos. 

La habitación quedó en silencio por un largo rato, donde ambas miraban en direcciones opuestas sintiendo el silencio incómodo. 

—... Está bien, no importa. —La más joven soltó un suspiro. 

—Pero antes de irme... Quiero que recuerdes que somos la misma persona, solo que en diferentes épocas. No podes evitar las cosas y actuar como si nada, eso no es sano. Solo mirá mi ejemplo, si es que no querés terminar como yo. —Sin más que decir se retiró en un santiamén.

Esas palabras dejaron pensando a Argentina. Entendía bastante bien a lo que se refería, y eso la abrumaba. 

[🌱]

❁ 667 palabras 
❁ Capítulo uno
❁ 08/02/2021
❁ @LuzAra14

Mi pequeña historia UKArg | CHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora