Capitulo diez.

51 6 0
                                    

– Vayamos a la cabaña, podremos hablar más tranquilos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


– Vayamos a la cabaña, podremos hablar más tranquilos.

– ¿Iremos a tu habitación o a la mía?– Esteban se dio cuenta de que sus rostros estaban demasiado cerca, y disimuladamente se alejó.

– Será mejor que vayamos a mi habitación, porque si vamos a la tuya, probablemente Kilian entre y nos escuche.

– ¿Por qué entraría?

– Para agarrar tus galletas o tus medias.

– Con razón siempre me faltan alguna de esas cosas.– Esteban hablaría más tarde con Kilian.

– Vayamos rápido.– Ambos emprendieron marcha a la habitación de Maat. Dejando al pequeño curioso, con su chusmerio latente.

En el camino, saludaron a los que se encontraban, al llegar a la puerta de la habitación se aseguraron de que Kilian no estuviera cerca.

Maat entró primero y le siguió Esteban, el cual al entrar vio la jaula en el que Maat lo había encerrado.

– Cosa del diablo.– La miraba con recelo, con ganas de tirarla en el basural.

– ¿Eh?– Maat dirigió su mirada hacia donde veía Esteban, encontrándose con la jaula.– Oh, lo siento por eso. Aunque me quedó la duda de cómo saliste de ella.

– Dejaste la llave en el piso, luego de cerrarla. Estabas tan concentrado hablando que no te diste cuenta.– Luego de decir eso, Esteban largo una pequeña risita al ver la cara de pasmado de Maat.– Cambia la cara, que te pareces a un monito haciendo popis.– Esteban largó una fuerte carcajada.

– Vos te pareces a una lombriz y nadie te dice nada.– La risa de Esteban cesó rápidamente, una mirada retadora reemplazó la burla en sus ojos.

– Ya no es gracioso, mejor sigamos.– Hace señas para que Maat se siente en el sofá cerca de la cama, mientras él se acuesta en ella.– Explícame ese asunto de que Kilian sospecha, ¿a qué te referías?

No escuchó respuesta, volteó ligeramente su cabeza quitando la vista de la mancha en el techo, para observar la duda plasmada en el rostro de Maat.

– Maat, te estoy hablando.

Aquello logró sacarlo del trance, pero no de la preocupación.

– Creo que Kilian sospecha algo sobre "M", porque fue a mí a preguntarme sobre él, no creo que lo haya descubierto por pura casualidad. ¿Sabes qué ocurrió?

– No, realmente no. Crees que yo...

– Que vos...

– ...Haya tenido un...

– ¿Episodio?– Ninguno amaba decirlo, con sólo pensarlo recordaban cosas que no debían volver a la luz.– ¿Ésta vez recuerdas algo?

– Para nada, sólo recuerdo estar en el acantilado, aparece Kilian y luego volver a la cabaña.

Kilian.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora