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—te diré mi secreto...— le susurré.

—¿S-secreto? P-pero no han pasado los tres días

—Pero ya has visto que soy real al ver cómo hablé con la enfermera, y sería injusto que solo tú me dijeras tu secreto, ahora es mi turno.— asintió observando fijamente mis ojos —mi secreto es, que desde el primer momento que te ví....me pareciste hermoso— confesé.

Su mirada se iluminó con un brillo precioso, sus labios hicieron una sonrisa enorme que brillaba hasta en la oscuridad y sus mejillas volvieron a un color rojizo, era perfecto.

—¿De verdad?

—Claro que es verdad, yo nunca miento.

—Pero....estoy muy pálido, y mi cuerpo se está volviendo mucho muy delgado y mis ojos están rojos por no dormir y también mis ojeras no se han ido y veo cosas que no existen.

—¿Y? Tú así eres hermoso ¿No? Además, aquí estamos todos locos, pero tú eres el único que sonríe aún estando aquí, te pareces mucho a un....

Su mirada se volteó hacia mí de nuevo, esperando a que continuará.

—Bebé...— susurré.

—¿En serio?— pregunto asombrado.

—Si, bebito— lo apode.

—jaja, nunca tuve una familia que me tratara bien...es la primera ves que me ponen un apodo así o que me digan cosas así de bonitas. Gracias, señor extraño.

—¿Nunca tuviste una madre?

—Nop, mi madre murió cuando nací yo

—¿Y tú padre?

—me maltrato por años, me golpeó, insulto y siempre decía que había sido culpa mía, eso siempre lo gritaba, aún sigo sin entenderle— lo dijo con tanta naturalidad y al final de la oración saco una risa escandalosa.

—¿De que te ríes?

—Las voces dicen que murió, pero mienten, siempre mienten ¿No cree que es gracioso?

—Es....triste...no tener un padre y una madre que te hayan amado....

—¿Eso no es normal?

—No, claro que no, que te maltraten y te deje aquí es horrible.

—oh, ya veo, ¿disculpe?

—¿Si?

—¿Qué significa amar?

~Daddy, Daddy, we're crazy~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora