Shot 8

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El rubio tardó en corresponder al beso ferviente de Yuma debido a que no se esperaba un reflejo tan inmediato. Envolvió su cuello con sus brazos y su cintura con sus piernas. No pensaba dejarlo moverse una vez había sido atrapado así. Aunque desde un principio no pensaba ser el de arriba, pues además de ser un fastidio para él tener que moverse tenía que admitir que el castaño era muy sexy y le excitaba pensar en él debajo de su cuerpo gimiendo y contrayéndose por sus fervientes estocadas le encendía de mil maneras que no entendía.

-Ya no estás tan seguro, ¿eh? -le susurró Yuma para luego besar y lamer su cuello a lo largo.

-Nggghhh~~ Cállate...usa tu boca para cosas mejore- aaahh~ -Ladeó su cuello cuando su húmeda lengua empezó a jugar con su pálida piel.

El juego había tomado mayor fianza a medida que el rubio gemía más por el descenso de los besos y chupetones de Yuma. Ya le había quitado la chaqueta y el suéter, y tenía la camisa totalmente abierta.

-Aahh~.... Yuma, ¿Cómo eres de bueno en esto? Nngghhh~~

Yuma le hubiese respondido de no ser por un bulto que chocaba contra su pelvis, haciendo que sonriese de forma pícara y bajase la mirada.

-¿Así pensabas dominarm-? -el rubio le negó el fin de esa oración tomándole del mentón, estampándole un beso furtivo e intenso, igual a su primer beso al inicio del tiempo.

-C-Cierra la boca~. -le ordenó Shu- Queda menos de seis minutos...¿No pensabas hacerme venir en ese tiempo, Yuma~? -gimió su nombre directamente en su oído. No podía haberle encendido más.

Con un nuevo beso, lo dejó en el sillón y a segundos de despegar sus lenguas le ordenó que no se moviese, a lo que el mayor sonrió como una afirmación. Desabrochó con prisa su pantalón y con sus dientes quitó sus bóxers, cosa que excitó mucho más a Shu. Cuando lo tuvo delante comprobó que no estaba del todo erecto, por lo que tomó su miembro con una de sus manos y realizó un movimiento de bombeo para que lo estuviese por completo. Esta tortuosa acción hizo que Shu soltase sus primeros gemidos, dejando alaridos roncos en el aire. Yuma por su parte también estaba excitado: ver la cara del rubio con un semblante lujurioso y sonrojado no era algo que se apreciase diariamente. Luego de comprobar que estaba totalmente erecto, embadurnó con su saliva a puras lamidas el glande, pasando por su prepucio y terminando en su cabeza para asegurarse de que le fuese más fácil llevarla a su garganta, porque sí, quería chupársela hasta que la leche se escurriese por las comisuras de sus labios. Y así lo hizo: chupó con fuerza la cabeza para luego hacerlo torpe y lentamente por la mitad, apurando gradualmente el ritmo. Luego de unos minutos sintió la alarma de Azusa advirtiendo que quedaba menos de tres minutos para que finalizara su ronda. Apurarlo con presión era lo que más detestaba Shu, pero en este momento era una señal de que si Yuma no lo hacía rápido, tendría un gran problema al salir del almacén, por lo que decidió apresurar las cosas tomando al castaño por la nuca, empujándolo a que se tragase toda su erección, cosa que lo dejó estupefacto, pero sabía que no tenía otra opción, por lo que se dejó manipular.
Shu casi ni dejaba respirar entre subida y bajada al menor. Era tanta la histeria de que detuviesen tal sexo oral por unos pocos minutos de diferencia. Incluso llegó a pensar en no abrir el cerrojo y terminar todo lo que quería hacer con el Mukami por puro despecho a cortarle el rollo. Afortunadamente no tuvo necesidad de hacer eso, pues terminó por soltar un enorme y sonoro gemido, declarando que se había corrido finalmente en la garganta de Yuma. Luego de sacar su miembro de su garganta, ahora llena del líquido seminal del Sakamaki, éste cerró su mentón, pues tenía una última orden para él: "Trágatelo todo, nene. No dejes caer nada". Obediente a la petición de su compañero, tragó todo de una sola vez y luego abrió la boca de par en par para que viese que fue un buen chico.

-Así me gusta. Obediente... -le dio un último beso antes de que Kou les avisase de que su tiempo de diversión había cesado.

-Mi hermano es un oportuno. Mejor salgamos antes de que grite otra vez. -le dijo al rubio mientras se acomodaba la ropa.

-Ni me lo digas...estoy muy cansado. -Ajusta sus pantalones con vagueza, por lo que quedan medio abiertos. -Lástima que sea un encuentro de una noche. Te aseguro que te haría esto y más. -dijo con un tono esperanzador-.

-¿Me estás diciendo que quieres volver a hacerlo fuera del reto? -Los ojos de Yuma amenazaban con que se querían salir de sus órbitas- Vaya, no pensé que le gustaría tanto a un señorito de la nobleza.

-Cállate, jardinero. -Sale del almacén pero se detiene en la puerta y se le voltea- Si quieres divertirte no vayas con facilonas y recuerda por quién te animaste.

Estas últimas letras sonrojaron a Yuma enormemente porque no esperaba que se diera cuenta. Salió de allí con el rostro rojo, siendo el centro de risas de todos.

-¿Qué le hiciste para que se pusiera así, Shu? -le preguntó Ruki

-No querrán saberlo, montón de tontos calenturientos.

-¡Ese insulto es mío! -se quejó Laito

-Tienes muchos....Laito.

-Eso también es verdad.

-C-Cállense...n-no pasó nada.

-Tiene razón. No eran sus gemidos los que sobrepasaban las paredes. -se rió burlonamente Subaru ante su propio comentario.

-Rt a Subaru

-Rt a Ayato

-Rt a Ruki

-Rt a Kou

-¡Ya dejen de hacer cadenas fuera de chat que ya bastante mal me caen!

-Se nos alteró el jardinero.

-¡Que soy verdulero!

-Bueno....última ronda.....chicos.

-No.

La última palabra de todos los hermanos les puso los pelos de no punta, sino de astilla. Era Reiji, quien había despertado debido a que Shu se había emocionado demasiado con sus gemidos. Los miró a todos con el seño fruncido mientras arreglaba sus lentes.

-Esta fiesta acabó hace muchísimo tiempo, así que ya os estáis tardando en recoger todo este desastre y sacar a los huérfanos de aquí. -les lanzó una mirada putrefacta a los Mukamis, quienes sin corto ni perezoso se la devolvieron- Qué asco... -susurró para luego volver a su habitación.

-Y justo cuando estábamos al terminar.

-No tiene por qué. -insinuó Ruki de forma segura

-¿En qué estás pensando?

-Giremos nuevamente la botella y quienes salgan tendrán toda la noche para jugar. Si caen en mansiones distintas se pondrán de acuerdo a cuál irá el otro. Si caen en la misma, los restantes tendrán que vigilar que se haya realizado el acontecimiento.

-No...... esperaba menos de....... Ruki-kun.

-Si toca hacerlo aquí, tendrán que esperar que Reiji vuelva a dormir. No queremos más interrupciones. -Propuso el albino

-¿A qué esperas, Ruki? Gírala.

La giraron una vez, apuntando hacia Kou.

-Moo~ ¿Con el beso no fue suficiente? -finge estar desanimado cuando veía una oportunidad

-No te quejes. Hay otros que ni eso

Al girarla por segunda vez, por más increíble que pareciese, cayó otra vez sobre el segundo Mukami.

-¿¡Es en serio!? -Ayato abrió los ojos como platos

-¿Qué hacemos en este caso?

-Al tocarte dos veces.... -Ruki miró a Kou- puedes elegir con quién quieres pasar la noche.

De la formaque lo decía parece un prostituto, pero su esperanza dio frutos. Obviamente señaló al castaño Sakamaki, haciendo que éste le sonriera de forma pícara y cómplice, sabiendo que esa noche sería tan larga que no tendría tiempo de pensar en el tiempo que pasaría gimiendo fuertemente el nombre de Laito.

Continuará...

COCHLEARIUM de peccatis exigenbius Donde viven las historias. Descúbrelo ahora