Efímero [Nakahara Chuuya]

(4) Mentiroso

Su vista paseó disimuladamente por el cuerpo del más bajo, analizando cada detalle de su vestimenta, facciones y acciones, fijándose sobre todo en cómo cada cierto tiempo jugaba con un anillo que descansaba en su dedo índice  y dejaba escapar pequeños suspiros, como si estuviera lidiando con una lucha interna desde hace bastante tiempo. 

Se detuvo en las pestañas ajenas, eran bastante largas para tratarse de un chico, no lo mal entiendan, no es que un chico no pudiera tener pestañas largas, sino que le sorprendía ya que no era algo común. 

Negó intentando prestar atención a otra cosa y su vista se fijó en el paisaje que pasaba por la ventana del auto, cerrando sus ojos y perdiéndose en sus pensamientos, todos girando en torno a los expedientes que había leído acerca de ese chico, le llamaba la atención que no hubiese ningún dato respecto  a su pasado, por lo general todos lo tenían y ese chico no debería ser la excepción. 

 Por un momento su mente lo traicionó mostrándole  la imagen de ese niño pequeño que tanto quería y extrañaba, siendo atacado por un montón de recuerdos, todos cargados de sentimientos. 

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—¿Otra vez? Ya es la cuarta esta semana — murmuró Chuuya adormilado viendo al joven pelinegro abrazar con todas sus fuerzas el peluche de conejo que el mismo le había obsequiado hace ya varios meses
—¿Qué harás cuando yo no esté? ¿Mhhh? Deberías cuidarte solo. — Se acomodó para dejarle un espacio a su lado, sonriendo sin poder evitarlo cuando su menor se acurrucó pegado a él, mentiría si dijera que le era desagradable ese contacto, su pequeño era tan tierno y frágil que nunca podría dejarlo solo o tratarlo mal, antes muerto

Hikaru cerró sus ojos sintiéndose protegido y por fin pudo conciliar el sueño, Nakahara era el único en quien confiaba para ese tipo de cosas, pues a pesar de llevarse bien con los otros, no era tan fuerte el lazo que compartía con el resto de Sheep para poder mostrarse tan vulnerable. 

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Levantó la mirada al sentir como alguien se sentaba frente a él solo para sentir como su cabello era revuelto con suavidad. 

—Shirase me contó que peleaste con uno de los chicos nuevos mientras no estaba. — Comenzó mirándolo serio sin llegar a regañarlo, pues no sabía las razones que tenía el más bajo para actuar de esa manera.

"Me han molestado.... ellos no son como los demás y han comenzado a decirme cosas por no hablar" 

—¿Y era necesario llegar a los golpes? — preguntó nuevamente sin dejar de acariciar su cabello, algunos decían que el pelirrojo era demasiado permisivo con Hikaru, no obstante el mayor no lo consideraba así, pues el cariño que tenía por ese niño no le permitía tratarlo de forma más estricta o fría, como era con los otros chicos a quienes no conocía tanto. 

"Dijeron cosas horribles....lo siento...ahora van a regañarte a ti..." 

—Bueno, si dijeron ese tipo de cosas no hay nada que hacer, no te preocupes, solo te defendiste— dejó un beso en su frente antes de levantarse para ir en busca de un botiquín y poder curar los raspones que el más bajo tenía en sus mejillas y frente. 

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—Chuuya, Cuidas demasiado a Hikaru, se que es tu protegido y todo eso, pero el chico está malcriándose y eso no es bueno, ya viste que peleó con los nuevos. — Shirase habló entre preocupado y molesto mirando a su compañero, quien suspiró de manera bastante pesada. 

—Odio decirlo pero esos chicos se lo buscaron, bien sabes que Hikaru no causa problemas a menos que algo realmente le moleste y esos chicos bromearon con algo que no debían.