(7) Dolor

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Cuando Hikaru despertó estaba completamente solo en el cuarto, lo único que sabía era que le dolía todo y que era de noche por lo oscuro que estaba, pero nada más.

El pitido de la maquina que medía el ritmo de su corazón lo hizo volteaste algo aturdido, topándose con la montonera de cables conectados a su cuerpo para monitorear sus signos vitales y suministrarle algunos medicamentos.

Sus ojos volvieron a cerrarse sin quererlo, estaba cansado y todo su cuerpo pesaba a causa de su lenta recuperación, la cual había tomado casi tres semanas completas y aún le faltaban un par más para volver a su rutina diaria.

Si bien era una persona fuerte físicamente, la pérdida de sangre había llegado hasta un límite que rozaba lo mortal, sumando que su cuerpo había tardado en comenzar a reparar su hueso roto.

. . . 


Al abrir los ojos nuevamente, todo su cuerpo estaba entumido y el cuarto estaba aún algo iluminado, indicando que no había pasado mucho tiempo durmiendo. 

Miró a su alrededor algo confundido aún y cuando intentó levantarse, una mano en su pecho lo detuvo.

—No deberías moverte aún. 

— Ryu...  —Llamó bajito provocando que el nombrado rodara los ojos y negara mientras le entregaba un vaso con agua.

—Te he dicho que no me llames así. —Murmuró aguantando las ganas de darle un golpe en la frente con sus dedos.
—El jefe me pidió que te cuidara mientras él iba a rellenar unos informes, llevas bastante tiempo inconsciente.— volvió a sentarse en la silla al lado de la camilla y entrecerró sus ojos— luego de dos semanas creí que ya no despertarías.

—¿Eh?...¿Tanto tiempo?... ¿C-Chuuya está bien? ¿Le hicieron algo?  —Miró a su amigo con una mueca de preocupación en el rostro, no recordaba mucho de lo ultimo ocurrido en el lugar en donde iba a ser el intercambio.

—No tiene ninguna herida si es lo que te preocupa, El único idiota que casi se muere fuiste tú.— Akutagawa se levantó a de la silla en donde había pasado la mayoría de la tarde y antes de irse se inclinó a dejar una suave caricia en el cabello de Hikaru.  —Idiota.

—¡No es necesario que me lo digas! — Regañó un poco más lucido, mirándolo de mala forma  

—Pero si lo eres. 

—¡Ryu!

—La verdad duele, a veces creo que eres como Jinko, pero en realidad no, él es más estúpido.

—Eres malo conmigo...

—Soy sincero y siendo sincero te digo que eres un idiota, pero de verdad esta vez nos diste un susto a todos, no vuelvas a ser tan imprudente ¿Si? No lo repetiré de nuevo.

—Gracias por la advertencia....—Hizo un puchero antes de beber nuevamente del vaso que su compañero le había entregado, viéndolo salir del cuarto, dejándolo nuevamente solo. 

Miró a su alrededor algo aburrido, no había mucho que hacer, menos estando en reposo absoluto hasta que el jefe lo revisara y le indicara que debía hacer. 

Necesitaba hablar con Chuuya para preguntarle varias cosas que lo mantenían inquieto, no obstante tendría que esperar. 

—Solo espero que no este demasiado molesto conmigo.... — Murmuró mientras miraba sus dedos, viendo como sus uñas habían crecido un poco por el tiempo que pasó recuperándose.

. . .

—Me alegro que estés mejor Hikaru-kun—  El jefe le sonreía con una sinceridad extraña mientras terminaba de tomar su presión arterial —tu hueso está casi recuperado, pero para asegurarnos es mejor que descanses un poco más, Akutagawa-kun estuvo actuando solo este tiempo y ha sido bastante sobrecarga para él, pero estoy seguro que puede arreglárselas solo por un tiempo más. 

Efímero [Nakahara Chuuya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora