Santana estaba sentada en su habitación alquilada, mirando con tristeza la lluvia que azotaba contra la ventana.
Al día siguiente se celebraría su boda. ¿Cómo podía casarse con Kitty cuando Brittany seguía formando parte de ella? Ocupaba su corazón, su mente, y su alma.
Recordaba vívidamente su aroma, su expresión, cada pequeño gesto que hacía. Habría mandado al infierno al rey y a Kitty si hubiera tenido la certeza de que Brittany no iba a ser castigada por culpa de su desobediencia. Maldición. ¿Es que no había justicia en este mundo?
No se dio cuenta de que estaban llamando a la puerta con los nudillos hasta que el ruido se hizo tan fuerte y persistente que no pudo seguir ignorándolo.
Escupiendo una maldición, abrió la puerta y se quedó asombrado al ver a Joe, uno de los soldados que había dejado atrás en Misterly.
-Joe. Dios Santo, hombre, entra. ¿Cómo me has encontrado? ¿Qué te trae por Londres?
-Os estoy buscando desde que llegué ayer -dijo Joe-. La suerte me llevó hasta la taberna que hay aquí abajo, donde me encontré con los hombres que os acompañaron a Londres. Ellos me dirigieron aquí. Hay problemas en Misterly, mi señoa. Sam Evans y sus proscritos de las Tierras Altas han tomado el castillo por asalto. Atravesaron nuestras defensas y se hicieron con el control. Quinn me envió a Londres para buscaros cuando se dio cuenta de que no podía defender la fortaleza contra las fuerzas de los Evans, que eran superiores en una proporción de tres a uno. Yo logré escapar con vida por los pelos.
Con expresión grave, Santana se colocó la capa sobre los hombros y se dirigió a la puerta.
-Cuéntales a los hombres que están en la taberna lo que acabas de decirme -le dijo Santana girando la cabeza. -Diles que preparen los caballos y estén listos para partir de Londres cuando yo regrese.
Santana irrumpió en el palacio y solicitó una audiencia inmediata con el rey. Debía parecer desesperada, porque no tuvo que esperar mucho. Unos instantes después, lord Finn hizo su aparición.
-Santana, ¿qué ocurre ahora? Su Majestad no quiere ser molestado a menos que se trate de algo importante.
-Es un asunto de lo más urgente, mi señor -dijo Santana-. Acabo de recibir la noticia de que Misterly ha caído en manos de Sam Evans. Debo regresar de inmediato.
-Pero vuestra boda...
-¡Al diablo con mi boda! ¿Qué es más importante, preservar Misterly para la Corona o casarme con una mujer a la que apenas puedo soportar?
-En este momento no podemos proporcionaras hombres para que os ayuden. Hay problemas en la frontera con Gales, y hemos enviado al ejército para que sofoque la rebelión. Además, Francia amenaza de nuevo con la guerra. No podemos llevar hombres a Escocia.
-No necesito al ejército. Puedo recuperar el control de Misterly sin ayuda exterior si parto de inmediato.
-Mm... debo consultar primero con Su Majestad y con el Parlamento.
-No puedo esperar a que se reúna el Parlamento. Su Majestad y vos debéis decidir ahora.
-Esperad aquí mientras consulto con Su Majestad.
Lord Finn salió por una puerta que llevaba a las habitaciones privadas del rey. Regresó unos minutos más tarde con el rey Will pisándole los talones.
-¿Qué es eso tan importante como para que nos molestes en nuestra siesta? - gimió el rey.
Santana volvió a explicar por qué debía partir inmediatamente hacia Misterly. El rey Will se refugió en un silencio pensativo. Tras una larga pausa, dijo: -No podemos permitirnos perder Misterly a manos de los rebeldes, pero lord Finn me ha informado de que no tenemos soldados para financiar otra guerra en Escocia.
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El Sabor del Deseo (ADAPTACION BRITTANA)
RomanceAdaptación de uno de los libros de Connie Mason. La historia no es mi idea, es simplemente la adaptación a la pareja "Brittana" de la serie Glee.