Una mala decisión

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Los personajes no me pertenecen son de la gran Rumiko Takahashi esto es sin fines de lucro solo diversión por y para los fans.

Para considerar: este fics está clasificado para mayores de edad, puede contener violencia física o emocional así como escenas eróticas y lenguaje soez.

—O—

-¡¡Abre esa puerta!! — exclamaba Mousse desde afuera.

Estaba al límite de mi paciencia, apenas había tenido unos minutos de soledad cuando este regresó a llamarme como un loco energúmeno.

-Azami, Kuno te quiere ver no me hagas echar abajo la puerta — decía en una clara advertencia, caminé enojada y abrí de una buena vez— No seas caprichosa, nadie te obligó a estar aquí estas son las reglas del juego — dijo levantando las manos.

-¡Cállate la boca, no necesito tu maldita ironía! — le grité en la cara y salí como un torbellino rumbo al jardín en donde Tatewaki me esperaba.

La poca calma que me había transmitido Ranma por teléfono se había ido al carajo, bajé las escaleras tan rápido que Mousse apenas y me alcanzaba, intentó detenerme en dos ocasiones, pero no pudo.

Kuno me diviso casi enseguida y alzo su mano saludando como si nada, si tan solo supiera que deseo borrarle esa sonrisa de un solo golpe.

-Azami preciosa — habló en cuanto llegué hasta él.

-No estoy de humor, dime ¡¿qué carajos pretendes regalándome ese anillo?! — chillé furiosa, este abrió sus ojos sorprendido por mi actitud.

-Kuno creo que Azami se encuentra indispuesta — agregó Mousse intentando sacarme de allí, me tomó de los hombros ligeramente pero lo miré fatal y este me soltó al instante.

-Déjala Mousse, quiero saber por qué está tan enojada — agregó él dejando la copa de vino sobre la mesa.

-No quiero ese anillo — dije con toda honestidad.

-Bien, puedo devolverlo — respondió muy casual — pero dime la verdad, ¿en serio no te gustó ni un poco? Porque era bellísimo — agregó.

-¡No se trata de eso, cómo no te das cuenta! — chillé golpeando la mesa.

-Pero al menos dime qué te tiene tan furiosa, ya sé, debí elegir algo más elegante te mereces mucho más lo sé — seguía hablando incoherencias.

-¡Soy tu empleada maldita sea! — grité fuerte dejándolo en silencio — si crees que con ese costoso anillo vas comprarme estás muy equivocado, vine aquí por trabajo, no quiero tu dinero — escupí con sorna.

-¡Retírense todos! — Gritó grave — tú no Mousse, tú te quedas — dijo serio — anoche creí que eso había cambiado, pero veo que no — continuó con tono de decepción — ese obsequio era mi forma de agradecerte lo buena y honesta que has sido conmigo, además sabes bien que te quiero a mi lado, no solo como modelo estrella de mi empresa — sentenció.

-Yo no me revolcaré contigo por un anillo de diamantes y si no te gusta mi respuesta échame de tu casa — contesté firme.

-¡Jamás te he pedido que hagas eso! — gritó.

-¡¡Pues eso das a entender, ayer casi me matan, no tengo idea quién quiere mi cuello y tú arreglas todo con un anillo!!

-Azami, por favor no mal entiendas— decía con intenciones de acercarse hasta mí.

-No me toques, no quiero nada de ti — esto era personal, ya no quería su puta coquetería y mucho menos sus regalos costosos.

-Creo que te estás excediendo — dijo Mousse con esa postura calma.

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