Spy Girlfriend

Guerra

Los personajes no me pertenecen son de la gran Rumiko Takahashi esto es sin fines de lucro solo diversión por y para los fans.

Nota del autor: si has llegado hasta aquí no me queda más nada que agradecerte, gracias por acompañarme en este fics lleno de acción y romance. Este es el penúltimo capítulo de mi "novia espía" y pensar que comenzó como un simple one shot...

Disfruten la lectura.

—O—

Convencida de que era el momento de actuar, me enfrenté sin temores a quien había aparentado ser una "ayuda" en toda esa misión, sin embargo esto había sobrepasado los límites de mi paciencia. Se acabó y Mousse lo sabía, comprendía muy bien que en cualquier momento le rompería el cuello.

-Al fin te muestras tal y como eres Tendo— dijo haciendo una mueca cínica.

-Dispara y deja de hablar— dije enterrando mis uñas en sus manos.

-No creo que Kuno quiera ver cómo entra una bala por tu cabeza— inquirió con el fin de bajar el arma, momento que aproveché para golpearlo certeramente en la nariz.

-Lo que le hiciste a mi compañero lo pagarás con tu vida— dije firme atacándolo de pies y puños.

Mousse retrocedía esquivando mis golpes, pero de cada tres golpes apenas y esquivaba uno.

-¡Akane! deja ya la pelea— gritaba Tatewaki desde el marco de la puerta.

Justo en ese instante lograba golpearle la mano con la que sostenía el arma, la cual dejó caer a mis pies. El chino chocó con una pared a su espalda, recogí el arma y rasgué el costoso vestido que traía puesto para darme más movilidad. Levanté mi pierna directo a su cuello y enterré la punta del taco en su garganta.

-Morirás lentamente— dije cargando el costoso zapato en su piel, el arma apuntaba directo a su cabeza.

-¡Vayan por ella, maldita sea qué esperan! — exclamaba Kuno dando órdenes a sus matones, giré el rostro a él y sin ningún tipo de dudas disparé directo en el hombro de Tatewaki el cual gritó de dolor, los hombres se detuvieron en el acto y este llevó su mano al lugar que le sangraba.

-La próxima vez... será en tu pecho — sentencié.

-¡Estás loca si crees que luego de eso saldrás con vida de aquí! — gruñó Mousse.

-Es tu turno— respondí.

El chino alzó sus manos empujándome hacia atrás, al fin se defendía. Puso su mano cerca de mi cuello pero lo bloquee sin problemas, volvió a arremeter esta vez sacando sus dardos con somníferos que llevaba bajo la camisa.

-Debiste dispararme hace un rato— dije al tiempo que le disparaba en el brazo izquierdo, este se detuvo en el acto e hizo un gesto de dolor.

Tomé el arma y me quedaban tres balas solamente, miré a Ranma en el suelo y la rabia se apoderaba de todos mis sentidos. La sangre bullía dentro de mí al tiempo que recorría cada rincón de mi ser.

-Has cometido un grave error mujer, no seas más imprudente de lo que has sido y ven conmigo— decía un Tatewaki quejumbroso.

Fue en ese momento que llegaron los refuerzos, conté ocho guardias que comenzaron a atacarme para apresarme, al menos a cinco les quebré los huesos de la pierna y dos brazos, los tres restantes habían pasado a mejor vida.

Podía ver la cara de horror y de sorpresa del idiota de Kuno, quien miraba a Mousse con desesperación sobre todo al notar que el ojiverde solo miraba cual espectador todo lo que yo hacía.