No podía esperarse una simple fiesta de la que era la pareja del año, y es que a pesar de ser la boda un evento privado solo con familia y amigos cercanos, se filtraron fotografías de la ceremonia.
Grace no podía hacer nada para evitar esa situación, y tampoco fue algo que le hubiesen ordenado sus dos "jefes amigos". Samuel y Rubén habían hablado de lo que iba o podía ocurrir y estaba bien para ellos dos, siempre y cuando nada malo les ocurriése.
La fiesta terminaba al rededor de las 5 de la madrugada para algunos de los invitados. Los recién casados ya se habían marchado unas horas antes para tener su primera noche. Como matrimonio, obviamente.
—Finalmente —decía Rubén lanzándose a toda prisa a la cama de dos plazas, blanca, que estaba llena de pétalos de rosas rojas.
—¿No se supone que te debería haber cargado, pateado la puerta y así hacer una entrada de escena romántica de recién casados? —le preguntó su pareja, mientras dejaba su saco blanco colgado.
—¿Querías cargarme realmente? Porque yo no quería ser el cargado la verdad... —le decía mientras soltaba una pequeña risita.
—Estoy un poco cansado chiqui...
—¿SIGNIFICA QUE NO HARÉMOS NADA AHORA? —se levantó alterado de la cama, quedando sentado en ella.
—No dije eso, solo dije que estaba un poco cansado para cargarte antes —aclaró.
—¿Entonces sí harémos algo... De Luque? —preguntó esta vez con un tono de voz más provocativo.
—Así es, Doblas.
—¿A la de 5 entonces? —se quedó quieto mirándole, atento a su respuesta.
—De acuerdo.
—Vale vale. Tres, dos, uno. Ya.
Ambos comenzaron a correr por toda la habitación matrimonial. 5 minutos para prepararse. Uno en el baño arreglándose lo más rápido que podía. Cepillandose los dientes, colocando perfume en su cuerpo, desabrochando un poco la camisa para mostrar algo de piel, mientras el otro estaba sacándose los zapatos en la habitación, prendiendo un par de velas en el cuarto, preparando una botella de champán y dos copas encima de un mueble.
—¡Me toca el baño! —gritó.
—Ya está, entra —le dijo Rubén mientras salía de este.
Y es que aunque les parezca extraño a algunos, para ellos era normal prepararse y estar decente para el otro antes de hacer cosas de adultos, y vaya, cómo amaban esos dos hacer cosas de adultos. Parecía casi una rutina.
Cuando parecía estar listo el último, Samuel se le quedó mirando acostado en la cama, haciendole una invitación para lanzarse sobre él. Y lo hizo, pero le tomó de la cintura y le dió vuelta hacia la cama, quedando su bello castaño abajo de él.
—¿Qué piensas hacer hoy? —preguntó curioso.
—La verdadera pregunta es; ¿qué no haré hoy contigo, Rub?
—¿y qué esperas entonces?
Así comenzaba una noche más de pasión entre los dos, pero hoy estaban casados. Hoy eran marido y marido, y a pesar de no ser muy distinto a las otras veces, para ellos era especial. Muy especial. Así seria de hoy en adelante, todos los días. "Una noche especial al lado de la persona que más amo en el mundo".
ESTÁS LEYENDO
Osito y Triple 7 en La Vida || RUBEGETTA || Parte 3
Fanfiction[ACTUALIZANDO DE A POCO] Desde aquel día en el que dieron el "sí", nada hemos visto los lectores premium de la vida de la pareja Rubegetta. ¿Cuánto tiempo ha pasado ya? ¿Siguen ahí, juntos? ¿Fue un final feliz? ------------------------------ 𝑫𝒆𝒅...