Si bien habían conversado mucho sobre las miles de opciones que tenían para viajar para la luna de miel, decidieron ir esta vez a un lugar que quisiése Samuel.
Porque cuando Rubén estuvo mal, él le acompañó a su lugar favorito en el planeta, y esta vez quería ser él verlo feliz en un espacio que fuese de su gusto.—Islas Maldivas, allá te voy —decía Rubén bajo su mascarilla mientras se tomaba una selfie en el aeropuerto.
—¿Piensas subirla? —preguntó su acompañante.
—No lo sé ¿quieres que no la publique?
—No, no, no es eso.
—¿Entonces qué pasa? —giró su cuerpo quedando de frente a él.
—Solo pensé que había una pequeña posibilidad de que no se filtraran fotos de nuestra boda. Sé que nadie lo hizo con una mala intención, u eso quiero creer —esto último siendo susurrado. —Pero me asusta la idea de que tantas personas, por no decir España completa y parte del mundo, sepa que estamos juntos. Ya no existe esa privacidad de la que gozábamos antes, como amantes en cubierto.
—Sí, tienes razón —dijo rascando su nuca —pero no podemos hacer nada, solo queda aceptar y aprender de lo que viviremos ahora.
Quedaron un minuto en silencio, hasta que Samuel interrumpió.
—A veces me pregunto, que de no ser famosos, de no habernos visto como youtubers, teniendo una vida normal, común y corriente como cualquier otra persona de este mundo ¿crees que nos hubiésemos conocido?
—Estás más pensativo de lo normal, eh?
—Sí, también lo noté. Lo siento.
—No hay nada de qué disculparse —tomó una de sus manos, entrelazando sus dedos. —Pero, tu mismo una vez me hablaste de una teoría sobre los destinos. Que a pesar de que en otro universo, no hubiesemos sido youtubers, la vida igual nos habría reencontrado en el camino.
—¿Y te hubieses casado conmigo?
—Por supuesto que sí. Si este Rubén dió un sí, los demás lo harían tarde o temprano —terminó de hablar dibujando una sonrisa en su rostro.
—Tengo unas ganas de besarte, pero...
Cuando vió que Samu dudaba en decirle una verdad que no quería escuchar y era más que comprensible para él, cambió de tema rápidamente diciendo:
—Uh, mira, nuestro avión ya está llamando a los pasajeros. Tus islas te esperan.
Asintió con una sonrisa al chico de metro noventa que comenzaba a levantarse del asiento. Tomaron sus maletas y se dirijieron a la puerta de embarque.
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Osito y Triple 7 en La Vida || RUBEGETTA || Parte 3
Fanfiction[ACTUALIZANDO DE A POCO] Desde aquel día en el que dieron el "sí", nada hemos visto los lectores premium de la vida de la pareja Rubegetta. ¿Cuánto tiempo ha pasado ya? ¿Siguen ahí, juntos? ¿Fue un final feliz? ------------------------------ 𝑫𝒆𝒅...