Osito y Triple 7 en La Vida || RUBEGETTA || Parte 3

¿Grabemos Juntos?

La idea le había invadido casi al instante al ver que la cámara aún poseía espacio suficiente como para hacer un vlog juntos de su luna de miel pero solo los días en los que se encontraran en Suiza.

—¿Te gustaría que grabásemos juntos? —Preguntó con tímidez.

Si bien Rubén sabía que a Samuel no le gustaba mucho exponer su vida privada a los fans, y tampoco a su castaño, pero solo seria un video, solo uno en el cual tal vez tampoco debía ser tan protagonista.

—Si gustas puedo ser tu camarógrafo.

—¿Pero sí aceptas?

—Una que otra escena puede ser, no vendría mal. —Sonrió para él, así le dejaría más tranquilo y satisfecho. Ninguno de los dos perdía con la propuesta.

Habían llevado mochilas llenas de carbohidratos y altas en calorías. Hacia mucho frío y estaban cubiertos hasta las narices con tal de no enfermarse con nada antes de regresar a su país.

—Menos mal la mascarilla aquí no es obligatoria, eh? Mira que ya estaría cansado de tanto caminar con esto encima.

—Aquí es otro nivel, estamos en Suiza, no la loca España. —Dijo Samu.

—¿Así que traicionando a tu nación De Luque?

—Claro que no, solo estoy diciendo la verdad. —Se acomodó un poco la mochila en su espalda y continuó —Venga ya, que falta poco para llegar a los teleféricos.

—¿Por casualidad has traído las baterías de las cámaras? Porque yo no las tengo en mi mochila.

—Claro que las tengo yo, tontito. No te conociése yo... —Se volteó dándole la espalda y soltó una pequeña risa entre dientes.

Subieron hasta la mitad de una gran montaña que estaba cubierta de nieve, y ahí se encontraba un hotel con un restaurant para los turistas en la zona. Hicieron una pausa para comer algo dentro del lugar, un par de chocolates y se adentraron a la aventura. Llegaron caminando solo un par de metros con esos incómodos pantalones de nieve a un recinto para arrendar trineos, tablas y esquíes.

—Creo que me iré por un trineo.

Tomó uno y Rubén se lo aferró al pecho.

—Pero ese es para niños.

—ha. Sí sabia, solo quería hacer el tonto para el video.

—Vale, supongamos que sí te creeremos.

—¿Creeremos? —Se extrañó que habláse en masa.

—Tus seguidores y yo.

—Aah, eso, sí, por supuesto. Y tú... ¿qué vas a querer?

—Aprendí a andar en tabla en Andorra, así que pediré esa —señaló una de color azul, ideal para las técnicas que ya había practicado.

—Halaaa, esta guay. Quiero grabar eso.

—¿Y también lo mostrarás como ese comentario de los niños suizos rellenos de chocolate?

—Ja, no. Tu video solo será para mí, para nosotros.