Luna de miel (pt.3)

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Mientras todos los demás esperaban con ansias que regresara la pareja Rubegetta al suelo Español, ellos deseaban nunca regresar y continuar con su travesía por las Islas Maldivas. Pronto les aguardaba el frío Suizo que calentarían con su amor de recién casados.

—Házme una foto, así como que no me de cuenta.

—A ver, ponte ahí —señaló Rubén.

—¿Así está bien? —preguntaba Samuel en una postura no tan cómoda desde las cristalinas aguas del océano índico.

—Más natural hombre, no sé, mira el sol o hacia las cabañas, pero una buena pose, eeh.

—¿Así está mejor?

—Mucho mejor.

Y es que Samuel quería la foto perfecta para subirla a Instagram. Llevaba días sin estar conectado al móvil y lo único que quería era presumir lo bien que lo estaba pasando con su señor es las maravillosas Islas.

Habían disfrutado como nunca cada día en el que se encontraban ahí. Paseaban en las tardes por las orillas de la playa, bucearon con tortugas y peces, bebieron agua de coco, comieron mucho marisco,
tuvieron demasiado sexo, mañanero sobre todo, algo para despertar mejor, y ya sentían que estaban listos para partir al siguiente destino. Mientras se despedían de sus vecinos de cabañas, Rubén le hacía la última foto a su luna de miel por las Maldivas. Mientras Samuel estaba de espaldas a él y observaba el naranjo y último atardecer, Rubius había hecho tal vez la que sería la fotografía más linda de todo el viaje... Su amado en la hora dorada.

—Suiza, allá te voy.

—Así es —tomó asiento en un puesto con vista hacia los aviones. —Sabes Rub, estaba viéndonos ahora y creo que volverás morenísimo a España.

—No me digas... FINALMENTE, RUBIUS MORENO —alzó sus manos al cielo agradeciendo.

—Es que entre la playa y la nieve, es imposible que no regreses así.

—Ya quiero lanzarme por la montaña que he visto en internet desde la casa que arrendamos.

—Está bellísima, no?

—Confirmo —estuvo unos segundos en silencio hasta que dijo —Es primera vez que salgo fuera del país y no tengo la necesidad de grabar algo para la gente.

—¿Pero quieres hacerlo? No tengo nada en contra...

—No no, no es eso, queria decir que ahora mismo me encuentro, por así decir, tranquilo. Sin presión ni nada por ese estilo, aunque no estoy diciendo que sea agotador u estresante para mí grabar un vlog, pero, por primera vez puedo disfrutar de un viaje al cien por cien.

—Me alegra que sea así —puso una de sus manos en su muslo —Quiero que disfrutes de todo, te lo mereces.

—Nos lo merecemos mejor dicho. —dicho eso se acercó un poco más a él, mirandole atentamente, ambos con el cubrebocas hasta poco más arriba de la punta de la nariz.

Quería besarlo, claro que quería, estaba dispuesto a hacerlo frente a todos, pero Samuel lo interrumpió.

—¿Entonces por qué no vamos a tomar ese avión que nos está esperando?

—No lo sé, tú dime cariño —dijo coqueto.

—Venga ya, vamos —le tomó de la mano y caminarom hasta la puerta de embarque.

Todo iba de maravilla en ese pequeño transcurso, pero mientras caminaban, Rubén vió a alguien de reojo pasar junto a él y no evitó voltear para saber de quien se trataba.

¿Irina?

—Irina —llamó.

La chica no volteó y siguió su camino.

—Irina — llamó una vez más, ahora soltando la mano de Samuel para ir tras ella.

Él le siguió.

Le sujetó el brazo y cuando esta volteó para saber de quien se trataba aquella osadía, Rubén vió que era una chica rubia con unos ojos azules muy grandes y redondos. Su cara se veía un poco pálida e iba vestida muy abrigada para el lugar en el que estaban.

—Lo siento —le soltó —I'm sorry —dijo en inglés para ver si le entendía.

—No problem —respondió ella, y continuó con su camino.

Samuel que estaba desde una distancia cercana expectante de la escena, se acercó al lado del castaño para corroborar que todo andaba bien.

—¿Qué fue eso? —dijo suave. No quería sonar enfadado y que se malinterpretara.

—Creí que era ella, Irina. De perfil se veía idéntica. —decía mirando un poco más abajo de la cara de Samu, un punto fijo en la nada.

—Rub, Irina ya no está.

—Tss, eso lo sé, solo pasó y ya, como que ha salido de aquí sin controlarlo —señaló su estómago.

—Me has asustado —expresó.

—No quería parecer un loco, es que te juro que ha salido eso de la nada. Se debe haber asustado cuando la tomé así.

—Tal vez... Será mejor que vayamos, no queremos atrasarnos.

—Hey Samu.

—Dime.

—De verdad no quiero que pienses que estoy loco. Sé que un loco nunca aceptará su locura pero es que ha salido por sí solo al verle, como si hubiese olvidado que no la veré nunca más... —esto último dejándole un poco melancólico.

—Rubén —le tomó por ambos brazos —no tienes que darme explicaciones, y agradezco que seas sincero conmigo en ese tema. Te entiendo absolutamente, no te preocupes, ahora ven, nosotros ibamos de las manos hacia nuestro destino —le sonrió.

—Sí... JODER SAMUEL —elevó la voz.

—¿Qué pasó ahora? —se volteó a verle nuevamente.

—LA ROPA.

—¿Qué ropa? —no entendía.

—No tenemos ropa para la nieve..

—Joder.

Joder.

Osito y Triple 7 en La Vida || RUBEGETTA || Parte 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora