A partir de ese día los demás fueron iguales, mañanas aburridas y rutinarias, las clases con el profesor Jones y las del profesor Black eran monotonas, pero nadie se atrevía a hablar en ellas, aunque estuviera de espaldas, leyendo o jugando con el movil, puede que por eso fueran aburrridas, a Iris antes le gustaban las matemáticas pero se ha dado cuenta de que depende mucho del profesor que las da.
Los días fueron pasando y las semanas detrás, los examenes llegaron y con ellos llegó el silencio y la desaparición de la sonrisa de Iris, aquella que había animado a todos alguna vez. Iris durante los exámenes no hablaba, ni miraba a nadie, se evadía y no había quien la trajera a este mundo, era un zombie, un fantasma para muchos. La gente la preguntaba por las preguntas de los exámenes, los rezagados que no tenían tiempo para sabersello todo eran sus clientes más habituales.
Iris ya no salía por las tardes,se dedicaba a pensar y un poco a estudiar y a dormir ya que algunas noches hablaba co Ian, el chico que supuestamente la vigilaba por las noches.
Los exámenes pasaron e Iris recuperó su sonrisaexcepto cuando daban las notas de los exámenes pasados, en las que agachaba la cabeza y espeaba a que la dieran el exámen o dijera su nota en alto. Sus notas eran normales, su media, entre el 8 y el 10, no solía llamar la atención, en cambio, Daiana y Jason tenían todo 10 y se sorprendieron al descubrir que Iris no las tenía iguales, empezaron a llamar la atención cuando todos pupieron sus notas, los miraban mal, cotilleaban, Iris los defendía cuando podía porque ella sabía que no sabían que no podían sacar esas notas porque sino todos se volverían en su contra. Aunque a ellos no parecía molestarles, solo tenían ojos para ella.
Las tardes de los días de diario no variaron y por las noches seguía hablando con Ian hasta que se quedaba dormida, aquel chico que se colaba en su habitación por la ventana todas las noches, era un borde y un grosero,pero tenía algo especial, algo que no se podía explicar con palabras, aquellos tres mechones color chocolate claro, con un brillo burlón y divertido que hacía que Iris se estremeciera y sonriera.
Conforme iba pasando el tiempo también variaba el clima, . Hubo unos días de lluvía, a Iris le encantaba la lluvía, estar cantando y bailando debajo de ella con paraguas o sin el, también le gustaban los rayos pero odiaba los truenos.
Fue al colegio sin paraguas, corriendo y riendo. Cuando llegó a clase estaba calada, se sacudió y dejó la mochila encima de su mesa, se fue saltando al radiador de enfrete de la ventana, se acercó Éliot a ella para hablar.
-Bueno, como es nota que llueve y que se han acabado los exámenes, has vuelto a recuperar esa sonrisa de niña pequeña.- le da un puño cariñoso en el brazo y la sonríe.
Iris rio y se mueve cuando le da para parecer más real.
-Si, me encanta la lluvía, tiene un ritmo tan relajante, es precioso el contate de las luces y la lluvia. Simpre y cuando no haya truenos, los rayos los acepto, son brillantes, te ilumina la vista. Me encanta, sencillamente.
-¡guau! Qué cursi, haasta para ti,- Iris se rie y agacha la cabeza y con una mano se quita el pelo que se le a caido para alante y le da un puño flojo a Éliot en el brazo.
-¡Ay! jajaja, vale, vale. Sabes que el nuevo no te quita el ojo de encima y cuando te he dado en el brazo parecía que echaba chispas por los ojos, literalmente, yo que tú me vigilaba las espaldas.
Iris miró de reojo a Jason, mientras asentía.
-Voy a hablar con él, odio que me miren tanto.
- Yo que tú no iría, lo de las chispas es cierto.
-Tú eres un miedica- dice Iris entre risas.
Se acerca a Jason, las chicas que le rodeaban la miraban con asco o la fulminaban on la mirada, Iris las ignoraba.
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el secreto de las miradas(cap. 4)
Teen FictionIris es una chica que piensa que vive en su ciudad desde siempre con una madre trabajadora y sin hermanos, pero poco a poco va descubriendo que no es del todo cierto al igual de que no es una chica normal. Si queréis descubrir más sobre su vida y vi...