Esa mañana me sume por primera vez al desayuno con todos, recuerdo que cuando baje las escaleras y me senté en la manta que habían puesto para no sentarse directamente en el piso todos se quedaron en silencio y yo carraspee la garganta para que siguieran. Tenían linternas alumbrando al techo y mientras comían tostadas estaban organizando quienes iban a "comprar" y que cosas.
- Bueno necesitamos más ropa o algo para lavar la que ya tenemos. Comida ya no tenemos nada de nada asique hay que comprar lo de la otra vez.
- Yo voy –dije y Tincho, quien se había convertido en algo como el líder, negó
- Vos ya fuiste y quedamos en que ninguno de ustedes tres se iba a exponer otra vez... -me queje pero no insistí porque ya no quería ser esa chica fría, estaba cansada
- ¿Y si vamos todos? –dijo Úrsula.
- ¿Y arriesgarnos a que nos pase algo a todos?
- Okey, mala idea –y yo sonreí porque me genero risa. Aunque después me di cuenta y rogué que nadie lo haya visto. Pero el único que lo vio fue Peter quien me sonrió. Yo no se lo devolví pero le mantuve la mirada unos segundos hasta que él se rio y la desvió. Lali uno, Peter cero.
- Yo puedo ir –dijo Gigi y Bella la miro suplicándole que no lo hiciera.
- Okey, yo también voy –ese fue el chino – con dos creo que estamos bien.
- Los que nos quedamos acá podríamos hablar con ese hombre de la radio para ver si sabe algo mas
- Si, genial. Okey, ¿vamos? –Le pregunto el chino a Gigi, ella asintió y al final terminaron yendo junto con Tincho. Apenas cruzaron la puerta todos nos quedamos en silencio unos segundos hasta que bella carraspeo y pregunto dónde habían dejado la radio.
Resulta que nadie se acordaba donde había quedado asique decidimos dividirnos la casa y buscarla. Yo fui al piso de arriba a buscar en mi habitación y después en las otras aunque cuando entre a la de Gigi alguien entro atrás y me asuste. Todo estaba oscuro porque la única ventana que tiene la habitación estaba toda cubierta ya que si no entraba la lluvia. Asique se imaginaran que me asuste y cuando me rozaron lo primero que hice fue golpear aunque después con el quejido me di cuenta que era Peter que se sentó en la cama con la mano en la cara. Abrí mis ojos como plato y me acerque.
- Mierda, perdón. Perdón, juro que no pensé que eras vos. Ahora vos también, venir a asustarme así –hable rápido mientras intentaba sacarle la mano para ver un poco con la linterna que había traído.
- Considerando que hace seis días que estamos acá y con otras personas supuse que no ibas a reaccionar así –me reí y revolee los ojos aunque por la poca luz, supongo que no me habrá visto.
- ¿Qué venias a hacer?
- A besarte, ¿Qué iba a venir a hacer? –sonreí y asentí dándole la razón- a buscar la radio en el mismo lugar que vos
- Sos tan inútil que podía ser –el me dio un suave golpe y después se levantó y acerco a mí para besarme.
- Bueno muy romántico todo pero quiero encontrar la radio asique mejor anda a buscar al cuarto de Gigi que es el último que me falta –vi como hizo una señal de un combatiente cuando va a la guerra y yo reí.
- Hoy estas más sociable y divertida
- No me saques las ganas de seguir así –él se rio una vez más, me beso cortamente en los labios y se fue. A mí me costó varios segundos recomponerme y más aún cuando sonó un relámpago muy cerca
Cuando encontré la radio por fin en uno de los estantes de más arriba de la pared, se escuchó un grito de Bella y Peter y yo bajamos corriendo las escaleras. Resulta que se había encontrado con una cucaracha.
- Nena no podes gritar así estando encerrados en una casa a oscuras –le dijo Úrsula.
- Ay bueno perdón, me asuste –respondió Bella y Peter suspiro.
- Yo encontré la radio –solté y fuimos hasta el living donde yo me senté en el sillón junto con Peter a un lado y Úrsula al otro. Bella y Agustín se sentaron en el piso.
- Hola... -se escuchó de la radio después de probar en varios lugares de la casa.
- Hola, somos los que te llamamos el primer día de todo esto –dijo Bella y el entendió asique nos preguntó cómo estábamos- bien, un poco perdidos ¿Cuánto cree que va a faltar para que se termine?
- Chicos yo no soy meteorólogo pero lo que sí está claro es que esto tiene para varios días más. ¿Ustedes están todos bien?
- Bueno... podríamos estar peor
- ¿Tienen comida? ¿Cómo están las heridas que me contaron el primer día? Soy médico asique pueden decirme si se les infecta o algo
- Bien, tenemos comida. Vamos a buscar a un supermercado que está a dos cuadras. Las heridas están bien, conseguimos cosas para desinfectarnos y vendas para cubrirlas
- Tengan cuidado cuando van a comprar, la gente se está aprovechando mucho chicos. ¿Porque no se quedan en el supermercado con la gente que este allá?
- No, es que... no hay gente allá –dije y el señor se quedó en silencio unos segundos.
- ¿Cómo? ¿Le están robando?
- Preferimos robar antes que morirnos de hambre, literalmente –respondí rápido y el señor rio.
- Okey, me parece que -y no pudimos seguir escuchando porque se cortó la conversación pero no seguimos intentando hablar porque llegaron el chino, Gigi y Tincho asique los ayudamos y después almorzamos todos bastante dispersados.
ESTÁS LEYENDO
Ramé
RomanceLluvia, caos, un accidente y diez personas que se ven obligadas a convivir juntos por un tiempo. Necesitan sobrevivir, y piensan hacer lo que sea necesario para esperar a que la tormenta pase y poder salir para ir con sus familias. Aunque bueno, no...