Epílogo

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- Y eso es todo... -dije mientras dejaba las hojas en el escritorio. Después de haber leído los diez capítulos que había escrito sobre esos días.

- Bien, ¿me puedo guardar las hojas?

- Creo que preferiría quemarlas –ella rio y después asintió.

- Quiero que me cuentes un poco que paso después. Salieron okey, pero ¿Qué paso entre ustedes?

- Cuando salimos decidimos que no íbamos a hablar nunca más de lo que paso y nos dimos nuestras direcciones por si algún día necesitábamos algo.

- ¿Y tú romance con Peter? ¿Siguió?

- Nos vimos una vez por pura casualidad e intercambiamos nuestros números. Hablamos bastante seguido desde ese entonces.

- ¿Hace cuánto fue esto?

- Hace como tres meses. Cuando pasaron dos semanas de que lo vi, me llego un mensaje del chino que estaba organizando para juntarnos todos...

- ¿Y se vieron?

- Si, nos encontramos en un bar y tomamos unas cervezas mientras charlábamos de cualquier tema menos lo que paso. Al final acordamos que nunca íbamos a hablar sobre eso. Fue un lindo reencuentro.

- ¿Y se siguen viendo hoy en día?

- Si, muy seguido.

- No me contestaste una pregunta, ¿tu romance con Peter siguió?

- Después de esa noche en la que nos vimos todos termine yendo a su casa y bueno –una alarma sonó interrumpiéndome y yo suspire y me levante.

- Bueno, por hoy se terminó.

- ¿Nos vemos mañana?

- No, creo que podemos empezar a hacer un dia por medio, si te parece bien –me dijo Cecilia, mi psicóloga y yo sonreí y asentí. Me saludo y salí de la sala.

Cuando salí, vi que estaba lloviendo y a pesar de que habían pasado cuatro meses de esa tormenta que nos encerró y nos unió, todavía sigo con un poco de miedo a la lluvia. Salí y empecé a caminar a mi departamento que quedaba a varias cuadras de ahí. Pero cuando estaba a dos cuadras un paraguas me cubrió de la lluvia que caía sobre mí directamente porque no habían anunciado que iba a llover. Frene y gire la cabeza para encontrarme con esos ojos verdes y esa sonrisa que conocía perfectamente.

- ¿Es normal que cuando llueva siempre piense en vos? –me pregunto. Yo sonreí y levante mis cejas.

- ¿Sera porque nos conocimos bajo la lluvia? –pregunte y volví a caminar a lo que él se sumó.

- Nos conocimos bajo la lluvia... –repitió con un tono divertido y yo reí –que romántico.

Seguimos caminando unas cuadras hasta que llegamos a mi departamento. Lo deje pasar primero y el dejo el paraguas afuera.
Los meses después del accidente tampoco fueron los mejores. Ninguno de todos nosotros tuvo contacto con el otro. Bueno, con la excepción de Bella y Gigi que son hermanas. Hasta que el chino decidió que teníamos que vernos y consiguió nuestros números para organizar la juntada. Al principio a todos nos costó aceptar pero terminamos haciéndolo. Ese dia al salir, esperando al taxi que había pedido, Peter se acercó a mí. Se ofreció a llevarme y lo cierto es que mi atracción a él seguía intacta. Asique acepte y termine besándolo en el auto e invitándolo a pasar a mi casa. No hicimos el amor, simplemente nos pusimos al dia sentados en el sillón tomando vino. Aunque si lo hicimos a la mañana ya que él se quedó a dormir. Me acuerdo el hecho de despertarme por una pesadilla y descubrir que él estaba tomando agua en la cocina. No hizo falta que nos preguntemos porque estábamos despiertos. Ambos lo sabíamos.

RaméDonde viven las historias. Descúbrelo ahora