PEQUEÑAS HISTORIAS.

DOS PERSONAS DE MUNDOS DISTINTOS CON LA MISMA MEMORIA.

Allí estaba, parado en el lugar de siempre esperándome a pesar de que lo nuestro ya había terminado, mirándome con esos ojos iluminados esperando alguna señal mía para poder acercarse. 

Siempre sentí que al llegar la primavera las cosas no serian como antes y ahora me siento un completo extraño al estar en frente suyo.

No ha cambiado nada, la misma piel blanca y suave, la misma pose de un niño seguro, la misma cabellera negra bailando con el suave viento, como la primera vez que lo vi.

Aquí en este mismo lugar lo vi por primera vez y sentí que lo conocía desde hace tiempo a pesar de que nunca vi su cara, aquí empezó todo y al mismo tiempo termino.

Jamás olvidare su silueta, la forma de su andar y la presencia que marca en cada lugar que va, a veces me sentía tan pequeño e insignificante a su lado que no podía mirar le a los ojos, pero ahora no siento nada, solo un pequeño ruido sin sonido que se va apagando lentamente.

Los meses junto a él fueron los más bellos y únicos que he vivido en mi solitaria y aburrida vida, al recordarlo se me escapa pequeñas sonrisas de nostalgia, pero todo termina cuando recuerdo el día en que decidió alejarme de su lado y seguir solo, cuando esos fragmentos pasan por mi mente esa sonrisa llena de alegría se vuelve amarga y oscura.

Ya paso ocho años desde que terminamos y a pesar de todo esa vibra y coqueteo poco disimulado aun sigue estando presente, a veces solo quisiera darle un último beso, el último beso que no se pudo y despedirme de él, pero mi orgullo me detiene y lo único que puedo hacer es ser indiferente como si no lo conociera.

Esa indiferencia fue la línea que lo separo de mí, a pesar que decíamos que seriamos amigos una vez que esto finalizara nunca pude cumplirlo, porque puede que él ya no me ame pero yo aun seguía amándolo y aunque ocultaba todas las preguntas y el porqué de la separación nunca tuve el valor de demostrarlo.

Jamás sabré el porqué de su decisión pero aun quiero imaginar que alguna vez fui amado con la misma fuerza que yo lo ame.