Capítulo VII

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—¿Min... Yoongi?

Park Jihyo lo miró con sorpresa, como si hubiera visto un fantasma.

Habían tantos recuerdos amargos y fugaces al volver a ver la cara de su antiguo contrincante, que Yoongi negó con la cabeza para despejar su cabeza. No podía volver a caer ante el recuerdo del pasado.

No valía la pena.

—En serio, eres tú pequeño bastardo. —dijo Jihyo con una sonrisa incrédula—. ¿Es verdad que estás viviendo aquí?

Yoongi apretó el agarre que todavía tenía en el brazo del Señor Park. No podía caer ante las provocaciones.

«Controlate» se dijo a sí mismo. Ya no era un mocoso con la cabeza caliente. Habían pasado más de cinco malditos años, desde la última vez que lo había visto. Sin embargo, ahora que volvía a encontrarlo... Jihyo había estado a punto de golpear a su propio hijo.

Sin poder evitarlo, desvío su mirada hacia Jimin

«Por eso, nunca me dijiste tu apellido. Park Jimin» pensó Yongi, frunciendo el ceño. Qué tonto había sido.

—¿Qué pasa? ¿No me dirás nada? —preguntó Jihyo saliendo de su agarre con brusquedad—. Ha sido una sorpresa verte, pero no estoy para perder el tiempo contigo.

Yoongi hizo caso omiso a su comentario y siguió mirando al pelinegro. ¿Qué debería hacer?

Hace unos minutos había estado conversando tranquilamente con Jisso por el estacionamiento para poder ingresar, sin embargo una discusión les había llamado la atención. Se habían acercado por curiosidad, sin embargo Yoongi se había quedado petrificado cuando los había reconocido.

[Flashback]

¿Qué pasa, Suga? —preguntó Jisso confundida—. ¿Los conoces?

Yoongi asintió apenas, caminando en su dirección inconscientemente. ¿Qué hacía Jimin junto a Park Jihyo? ¿Qué relación tenían?

Es más, porque Jihyo se encontraba en un pueblo como esté. No tenía nada de lógica. Sin embargo, cuando estuvo lo suficientemente cerca. Quedó mucho más sorprendido.

—... Respóndeme, Park Jimin! —gritó el hombre que alguna vez había sido su rival.

«¿Es... Es su hijo?» pensó Yoongi retrocediendo unos pasos. ¡El mundo no podía ser tan chico! El joven patinador que había estado visitando su casa, pidiendo a gritos que lo entrene. No podía tener lazos sanguíneos con un hombre como Jihyo.

¿Suga..? —intervino Jisso un poco asustada—. ¿Qué hacemos? El padre de ese niño se está poniendo un poco agresivo. ¿Debería llamar a la pol-...

Yoongi dejó de escuchar sus palabras, cuando giró su rostro y noto las claras intenciones de Jihyo al querer golpear a su hijo.

«Ni en tus sueños» pensó y de un momento a otro, Yoongi había agarrado el brazo de Jihyo con fuerza.

Es suficiente... —dijo con furia. No iban a golpear al niño revoltoso en frente de sus narices.

[....]

—Ya es suficiente, me llevaré a mi hijo. —dijo Jihyo viendo su reloj. Estaba a punto de comenzar la competencia.

—No. —dijo Yoongi cortando su paso.

Había escuchado brevemente sobre que Jimin se había lesionado pero igual lo estaban obligando a participar. Sin importarle su bienestar físico, lo cual era lo más importante para un patinador.

Copos de Nieve [YM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora