«𝔱𝔥𝔢 𝔭𝔯𝔬𝔪𝔦𝔰𝔢𝔡 𝔫𝔢𝔳𝔢𝔯𝔩𝔞𝔫𝔡»
«norman»
𝖆𝖉𝖍𝖆𝖗𝖆;; Como una pintura nos iremos borrando. Como una flor, nos iremos secando.
── No hay un día que no escuche su voz. ── dijo el albino con una sonrisa melancólica.
── ¿y que...
── Si tuvieras que vivir un dia de tu vida no para cambiarlo si no para revivirlo, ¿Cual seria? ── le pregunto ray observando atentamente a su hermano albino.
── Tal vez seria el dia en que la conocí, repitiria ese dia las veces que pudiera. ── contesto observando el suelo y con una sonrisa triste.
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Las mañanas pasaron normales, con la única diferencia que el albino siempre la esperaba en la puerta todos los dias.
── Vaya, tenemos un madrugador. ── bromeó a la hora de salir.
── Si, en Grace field nos hacían levantar a la siete exacto. ── respondió, empezando a caminar.
── Que horror, yo dormía por las tardes. ── la albina soltó un suspiro.
El camino a la gran sala fue silencioso, hace una semana se habían conocido y no tenían muchos temas de que platicar.
── ¿Quieres volver a jugar ajedrez? ── preguntó el ojizafiro.
── Me parece bien. ── respondió, con una sonrisa y se desviaron un poco del camino para ir al cuarto donde está el juego.
Una vez lo obtuvieron llegaron a la sala y se sentaron para iniciar una partida.
── Nee~ Adhara, no te cansas de jugar siempre a lo mismo. ── hablo un castaño, que se acercaba a ellos.
Soltó un suspiro. ── No, no me cansó, es divertido verte perder. ── contesto con burla.
── En mí defensa. . .
── En tu defensa? ── dijo esperando a que terminara.
── ¡Aah! Olvídalo. ── gruñó, dándose la vuelta eh irse de ahí.
Norman soltó una risa, viendo divertido la escena de los compañeros de enfrente.
No quería admitirlo pero la compañía de esos dos lo hacía sentir como en casa y con sus hermanos.
Apesar de llevar apenas una semana de conocerlos.
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