00.8;; capitulo ocho.
Dos días después de su declaración, los dos enamorados citaron al hombre que les había dado el bolígrafo.
── ¿Usted es un traidor? ── le pregunto Norman.
El se quedó callado mirando a la de puntas rosas, según el ella debía de descansar después de la prueba de experimentos.
── Responda. ── mando la ojirosa al ver qué se quedó callado.
── No del todo.
Fue lo único que dijo.
Los dos menores se miraron y entonces Adhara preguntó.
── ¿Porque razón nos daría un bolígrafo?
── Al igual que ustedes estoy en contra de este mundo, pero no del todo, un señor me dio el bolígrafo y me dijo que se lo pasará ah alguien que lo necesite. ── redacto un poco.
── ¿Y usted? ── le pregunto el ojiazul.
Nuevamente se quedó callado.
── Gracias, nos retiramos. ── dijo la de puntas rosas.
La chica engancho su brazo con el del albino y se lo llevó.
── Tenemos que dormir. ── le dijo al chico.
El sonrió y asintió.
Norman, entró a su habitación después de la de puntas rosas entrará completamente a la suya, se acosto en el colchón y con una sonrisa de tonto enamorado se acosto a dormir.Adhara por su parte se sento en el suelo recargando su espalda en la base de la cama, hizo su cabeza para atrás cerró los ojos y una sutil lagrima calló, ¿Como le diría a Norman que tenía más posibilidades de morir que escapar?
── Lo siento tanto, lo siento. ── sus ojos empezaron a picar y una gota empezó a resbalar por su mejilla, estaba llorando, estaba dejando salir lo que a retenido.
Después de unos largos deprimentes minutos se limpio sus lágrimas y se hecho a dormir, con el temor de que cada día pueda ser su fin.
No se lo diría a Norman, no lo aria, sabia que le esta haciendo más daño al no decirle, pero no aguantaría ver su rostro triste.
Y con esa decisión cayó dormida.
Despertó, sus ojos estaban hinchados por llorar en la noche aun a si se levanto como todos los días con las misma energía falsa que cargaba todos los días desde que empezó a toser sangre.
Al salir de la habitación, cerrando la puerta detrás de ella se encontró al albino recargado en la pared enfrente de su puerta, y el al verla sonrió saludándola mientras se encaminaba hacia ella.
── ¡Hey! ¿Cómo dormiste? ── pregunto la de cabellos rosas.
── Muy bien, ayer fue un día agotador y me vino bien dormir ¿y tu? ── le pregunto volteando a verla aun con su sonrisa que por alguna razon la hace sentir tranquila.
── Bueno la cama no es tan cómoda. ── respondió, tapándose su boca para reír.
Norman la miro y dejo de caminar, agarro la muñeca de la contraria que tenia sobre sus labios y la aparto.
── No lo hagas. ── dijo serio.
── ¿Eh?¿hacer que? ── pregunto un poco confundida, sin querer apartar su mano de la del albino.
── Eso, no vuelvas a tapar tu sonrisa ── respondió Norman, soltando poco a poco la muñeca de Adhara y entrelazarla con la suya.
── ¿Ah?
── Adoro ver tu rostro adornado con tu sonrisa. ── el albino sonrió cerrando los ojos.
La de puntas rosas se le adorno un pálido sonrojo en sus mejillas y con una sonrisa dijo;
── Si a ti te gusta sonreiré para ti. ── contesto Adi, sonriendo como una tonta enamorada.
Los dos sabían que se gustaban, mas no eran capaces de dar el siguiente paso.
── ¿Amm? ── alguien se aclaro la garganta de tras de ellos.
los dos enamorados se sobresaltaron y por inercia soltaron sus manos para voltear rápidamente hacia atrás para ver quien es.
── Eres tu. ── dijo una aliviada Adhara.
── Me alegraría pero en estos momentos tengo que hablar con ustedes. ── hablo el castaño de su edad.
── ¿Qué paso? ── pregunto preocupado el albino.
── Durante mi hora de prueba un doctor dijo que varios experimentos están empezando a fallar, mueren mientras les inyectan la dosis o simplemente el cuerpo no lo aguanta. ── dijo el de hebras castañas.
La de degradado a rosa se quedo callada, escuchando lo que decía su compañero.
── ¿Qué dices? ── volvió a preguntar el albino.
── Se llevaran a los experimentos fallidos.
Adhara y Norman abrieron los ojos sorprendidos.
── ¡Oigan! ── grito un el traidor de lambda. ── ¿Qué hacen aquí? váyanse a la sala, ¡Rápido!
Los tres un poco asustados obedecieron y cuan los tres niños salieron de la vista del doctor, este pensó en la ojirosa, aria un poco de tiempo para que no la desechen ya que realmente le queda menos tiempo de lo que se imaginan. Y sin mas se fue.
Quería ver a esos niños escapar de ese mundo, porque el ya no puede.
CAPITULO EDITADO
-MAXII
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adhara 'norman'
Random«𝔱𝔥𝔢 𝔭𝔯𝔬𝔪𝔦𝔰𝔢𝔡 𝔫𝔢𝔳𝔢𝔯𝔩𝔞𝔫𝔡» «norman» 𝖆𝖉𝖍𝖆𝖗𝖆;; Como una pintura nos iremos borrando. Como una flor, nos iremos secando. ── No hay un día que no escuche su voz. ── dijo el albino con una sonrisa melancólica. ── ¿y que...