✨No es un secreto que cuando eres una estrella porno, las relaciones son malditamente difíciles. Moonbin lo sabe, trabaja para Ballsy Boys Studios y es uno de los chicos más populares en el mundo del porno. A él le gusta lo que hace y no se avergüen...
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Ese chico era lindo. No, borren eso. Era precioso. Absoluta y jodidamente precioso.
Sus ojos era lo que más le llamaba la atención a Moonbin: tenía una mirada intensa en un par de ojos azules que te perforaban, como si él estuviese viendo mucho más de lo que le estabas mostrando.
Su cabello había estado algo peinado cuando llegó, pero después de que el pelinegro le sostuviera la cabeza mientras le follaba la boca, tenía todo el aspecto de estar recién fuera de la cama, y hacía que se viera realmente adorable.
Bin se limpió la mano con su camisa y luego se la sacó por la cabeza para tirarla al suelo. La pondría en la cesta más tarde. No es como si el chico plátano nunca lo hubiese visto desnudo de todos modos.
Y joder, acababa de darse cuenta de que ni siquiera sabía su nombre. Santa madre de toda incomodidad. Maldita sea, se ganaba la vida follando con tipos. Era mucho mejor que esto.
-¿Planeabas decirme tu nombre pronto o preferirías que te llame chico plátano?
El pelinegro sonrió-. Dong Min. Mi nombre es Dong Min. Encantado de conocerte... Moonbin.
Oh, Dios, lo había olvidado. Mark seguramente le debió haber dado su verdadero nombre, el cual poca gente sabía. Maldita sea. Vivir bajo un alias era mucho más difícil de lo que parecía.
-Sí, bueno, ¿te importaría llamarme Rebel? Trato de mantener mi nombre personal, ya sabes, personal, y como ya sabes a qué me dedico...
Dong Min se encogió de hombros-. Claro. Probablemente lo habría hecho de todos modos, ya que así es como pienso en ti.
-Piensas en mí muy seguido, ¿verdad?
Al contrario de lo que Moonbin pensó, el pelinegro no se sonrojó para nada. En cambio, dibujó en su rostro una sonrisa arrogante.
-Digamos que he visto todos tus vídeos más de una vez.
Cuando el azabache comenzó en el negocio del porno, se ponía raro cuando la gente decía cosas así. Porque cuando las personas decían que habían visto todos sus vídeos, quería decir que se habían masturbado. Tenía muchas fans femeninas también. Eso era un poco desconcertante al principio, para ser honesto.
Ahora, estaba acostumbrado. Los hombres y las mujeres se le acercaban todo el tiempo para decirle que le amaban, y lo apreciaba de todos los géneros, como hombre de igualdad de oportunidades que era.
Dong Min se estiró y su camisa se alzó para darle un vistazo de su estómago plano. No, aún Moonbin no se hartaba de este chico.
Como si pudiera leerle la mente, el pelinegro le dijo:
-¿Quieres que pasemos el rato? Tengo una hierba estupenda.
-Claro, ¿por qué diablos no?
La hierba no era algo que Moonbin se permitía disfrutar a menudo. Las drogas no se mezclaban bien con el negocio. Tenía que mantener su cuerpo en buena forma, la cabeza despejada y en el juego. Pero no tenía nada más planeado para hoy, y a pesar de la fabulosa mamada que acababa de recibir, seguía enojado con Mark.