✨No es un secreto que cuando eres una estrella porno, las relaciones son malditamente difíciles. Moonbin lo sabe, trabaja para Ballsy Boys Studios y es uno de los chicos más populares en el mundo del porno. A él le gusta lo que hace y no se avergüen...
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Séis meses después.
Moonbin se despertó con Dong Min desnudo en sus brazos, medio cubriéndolo, y sonrió. Había llegado tan lejos, su chico plátano. Aún tenía pánico a veces cuando se despertaba en medio de la noche y lo sentía cerca de él, pero cada vez era menos frecuente. Recientemente, había comenzado a buscar su cuerpo cuando estaba dormido. Solía ser Moonbin quien lo buscaba, pero ahora el pelinegro ansiaba el contacto tanto como él.
Dios, Dong Min era tan hermoso. Incluso con los ojos cerrados, sus ojos eran -o eso creía Moonbin, porque amaba todo- su parte favorita de él. Aunque también tenía que decir que su trasero era bastante hermoso, perfecto, esponjosito y... y bueno lo amaba demasiado.
Su conjetura era que lo follaba tal vez tres de cada cuatro veces, pero de vez en cuando, el pelinegro se ponía de este humor agresivo y le follaba hasta la mierda. El día anterior, fue porque él estaba celebrando, y tenía toda esa energía de la que necesitaba deshacerse. Moonbin se ofreció voluntariamente como un objeto para su estado de ánimo. Digamos que había sido mutuamente satisfactorio y dejémoslo así. Su trasero aún notaba un poco de su... entusiasmo.
Se inclinó y besó suavemente los labios de su novio. Dong Min dejó escapar un pequeño gemido tranquilo, y luego sus hermosos ojos parpadearon y se abrieron. Una lenta sonrisa se extendió por su rostro cuando le vio.
-Hola, Binnie -dijo, su voz espesa por el sueño.
Todavía había adrenalina cuando le llamaba así. Moonbin había tenido que esforzarse para lograr que su chico plátano confiara y se abriera con él, pero había valido totalmente la pena.
-Buen día, bebé -le dijo y lo besó de nuevo, sólo porque quería.
-¿Es hora? -preguntó.
-Nah. Te desperté un poco temprano.
Su sonrisa se ensanchó-. ¿Estás de humor para un poco más de celebración?
-No si involucra mi trasero, bebé. Esa fue una seria embestida que hiciste -el menor se veía positivamente satisfecho, y el rubio sonrió-. Sintiéndonos bien con nosotros mismos, ¿verdad?
Su sonrisa se transformó en otra cosa, algo mucho más profundo-. Sí, lo estoy. Me siento realmente bien. Por primera vez puedo recordar, que estoy feliz.
La expresión en el rostro de Dong Min hizo que a Moonbin le dieran ganas de llorar de gratitud.
-No tienes idea de lo feliz que me hace eso, bebé -dijo.
Se miraron el uno al otro con probablemente idénticas sonrisas tontas en sus caras antes de que el pelinegro agarrara la cabeza de su novio y le diera un beso sólido en los labios.
-Está bien, basta con la mierda cursi. ¿Qué tal una mamada de celebración por despertarme?
Moonbin arrastró una mano desde el pecho del pelinegro hacia abajo y buscó su polla, que estaba dura como una roca-. Pareces muy despierto para mí.
