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Siguieron a Hyunjin al interior de la cafetería, y Jisung, que aún no se recuperaba, fue empujado por Félix sin darse cuenta. En cuanto puso un pie dentro del lugar todo su cuerpo se tensó, sus ojos se oscurecieron y su lobo aulló desesperado. Caminó inconsciente hasta el círculo de estudiantes que se habían amontonado cerca de una mesa y se abrió paso bruscamente en busca del causante de la histeria que estaba sufriendo.

El olor se hacía más fuerte a medida que se acercaba, y  se anticipó a encontrar al omega que destilaba esa intoxicante esencia siendo acorralado por una manada de alfas excitados y listos para atacar. Sus músculos se prepararon para embestir con cualquiera que se pusiera en su camino y el de aquella persona que su bestia reclamaba como suya.

Llegó al centro del tumulto preparado para saltar a defender al omega en problemas, pero se detuvo confundido por la imagen que se presentó ante él. Dos chicos peleaban violentamente, uno de ellos agarrando al otro por el cuello y repartiendo golpes sin parar.

Tenía el labio partido y sus nudillos lastimados, pero eso no era nada comparado con el rostro del que tenía atrapado en su agarre. El oscuro cabello le caía en la frente sudada y las venas se marcaban a lo largo de todo su brazo. Jisung sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, y su lobo aulló extasiado cuando sus ojos se posaron en él.

El lugar era un caos, los alfas aullaban y animaban la pelea, los betas miraban curiosos desde lejos, y unos cuantos omegas lloraban y ahogaban alaridos con cada golpe que era dado. Changbin y Hyunjin trataban de detener al chico desenfrenado que seguía tirando manotazos en el aire, aun cuando su oponente ya estaba inconsciente.

Lograron separarlo y por un instante todo se volvió silencio. El chico, aun siendo sostenido con dificultad por ambos alfas, volteó enfurecido y clavó sus profundos y oscuros ojos negros en Jisung, quien permanecía parado a un costado, con los puños cerrados, la quijada apretada y respirando fuertemente por su boca.

Estaba fuera de sí, totalmente dominado por su celo y su lado animal, y no notó que todos lo observaban asustados y con asombro hasta que Seungmin lo tomó cuidadosamente por el brazo y  susurró en su oído,

"Jisung, estas gruñendo".

ROLLER COASTER - HANKNOWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora