ROLLER COASTER - HANKNOW

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Nota (por favor leer): en este capítulo como en otros hay ciertos comentarios o actitudes que sólo son aceptables por tratarse de un omegaverse. Aunque hice una adaptación muy suave del género, los personajes todavía se caracterizan por tener ese lado "animal" o "salvaje" que se guía por instinto y necesidad, y el cual a veces no pueden controlar, así como determinados rasgos propios de su clase (alfa, omega, etc.). Sepan que en la realidad nadie puede excusarse de esta forma. Espero que entiendan a que apunto, mi intención no es hacer sentir incómodx a nadie. Eso es todo, muchas gracias.

Jisung se extrañó cuando no encontró a su madre sentada en la cocina bebiendo su café del mañana. Pero cuando subió al segundo piso y no vio rastros del pelinegro comenzó a preocuparse.

Se dijo a si mismo que si algo hubiese ocurrido con su herida lo hubiesen despertado, pero su lobo se removía inquieto en su interior y un mal presentimiento se había formado en su pecho.

Marcó una y otra vez los números de ambos sin recibir respuesta, por lo que aún en pijamas y sólo deteniéndose a agarrar una chaqueta, salió a la calle decidido a encontrarlos.

Sin embargo, en cuanto atravesó el umbral los gruesos brazos de su primo lo retuvieron por los hombros.

—¡Hey Sung! ¿cómo estás? emm... ¿por qué no te cambias y nos vamos juntos al colegio?

Sin contar con que ese encuentro era completamente absurdo, era más que obvio por el nerviosismo en su voz que el castaño ocultaba algo.

—Ahora no Bin, tengo que hallar a Minho —farfulló el menor haciéndolo a un lado y empezando a caminar sin siquiera saber a dónde dirigirse.

—Espera Ji, ¿por qué no entramos un segundo? —sugirió el mayor bloqueándole el paso.

—Changbin a menos que sepas algo de él, apártate.

—Bueno, sobre eso...

—¡¿Qué paso?! ¿dónde está?

—Él está bien... s-sólo vayamos adentro ¿sí?

—¡Changbin!

—Okay, okay... sólo prométeme que no intentarás nada raro.

—¿QUÉ ES BIN? ¡ME ESTÁS VOLVIENDO LOCO!

—Minho... é-él... él está teniendo su celo.

Jisung tragó con dificultad y pestañeó algo aturdido. Eso explicaba porque se sentía tan intranquilo y la desesperación de su alfa, pero no quitaba el hecho de que su madre y el omega se hubiesen escabullido de él como si fuera un peligro.

—¿Dónde está ahora?

—En lo de Lix, pero Sung, no creo que debas ir allá —contempló Changbin.

—No digas tonterías, debe sentirse mal, debo ir con él.

—Jisung de verdad no es una buena idea...

—¿Por qué no? ¡soy su alfa, es lo que tengo que hacer!

Ambos chicos se detuvieron en seco. Changbin lo miró boquiabierto y Jisung también había quedado en blanco.

Era la primera vez que se refería a si mismo como el alfa del pelinegro, por lo menos en voz alta. Se sintió avergonzado, y por un momento creyó que su primo se molestaría, pero la expresión de éste se relajó y soltando un suspiro dejó de detenerlo.

—Está bien... sólo no hagas que me arrepienta.

—¿De qué hablas?

—Te llevaré con él, pero si no te comportas te sacaré de los pelos ¿entendido?