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Jisung despertó sintiendo un deja vú. Otra vez se encontraba en la cama solo, sin rastros del omega con el que había compartido la noche.

Lo encontró sentado en la cocina, mirando ensimismado la lluvia que caía en el jardín, y éste se sobresaltó cuando frotó su espalda para saludarlo.

—¿Todavía llueve? Debería decirle a Bin que nos pase a buscar —opinó el alfa, sin pensarlo demasiado.

—¡NO!

—Min está diluviando —Jisung lo miró sorprendido por la brusca reacción.

—¿Y decirle qué?... déjalo así, podemos caminar.

El mayor tenía un punto. Hasta donde Changbin sabía, Minho y él no eran más que dos conocidos, y sería extraño encontrarlos allí. Todos sus encuentros aun eran un secreto para el resto, y Jisung tenía sus motivos para ello.

Cada vez que todos coincidían, fuera en los recesos o después del colegio, podía sentir las miradas de Hyunjin y de su primo clavadas en él, atentos a la más mínima interacción con el omega.

Lo odiaba, no entendía esa preocupación que tenían los dos alfas por su amigo, pero era claro que no lo querían cerca de él.

Se sentía un poco culpable por no decirles a sus amigos, pero también Seungmin se tensaba cuando los veía juntos, y no podía confiar en que Félix mantuviera su boca cerrada ante el alfa con el que ahora estaba saliendo.

No quería lidiar con las opiniones de otros. Minho y él estaban bien y no necesitaba que nadie se metiera entre ellos.

Al parecer el mayor estaba de acuerdo, pues siempre lo ignoraba y actuaba como si nada estando con otros, y si se cruzaban en los pasillos del colegio lo esquivaba y seguía caminando.

No iba a negar que eso le molestaba un poco, sobre todo porque al mínimo acercamiento el mayor lo fulminaba con la mirada, pero podía entenderlo.

Aun así, no podían seguir escondiéndose todo el tiempo y, de todas formas, ¿qué tenía de malo su amistad? porque al fin de cuentas, era sólo eso.

La lluvia había aminorado un poco cuando emprendieron lentamente y en silencio el camino hacia la escuela. Minho iba unos pasos delante de él, con el semblante serio y decaído.

—¿Min ocurre algo? —se animó a preguntar después de un rato.

—No...

—¿Seguro? Parece que algo te molesta.

—¡Dije que no!

—¡¿Y por qué me gritas entonces?!

—¡Porque sigues fastidiando!

Jisung no podía entender la actitud del omega que no hacía muchas horas atrás lo abrazaba con firmeza. ¿Por qué ahora se comportaba así?

Trató de recordar que podría haber hecho para enfadarlo, pero nada venía a su mente. Quizás Minho se arrepentía de lo de ayer, o quizás sólo estaba cansado y él estaba analizado demasiado el asunto.

Sin embargo, confirmó que no exageraba cuando quiso pasar un brazo alrededor de sus hombros para animarlo y el mayor se sacudió con rudeza.

—¡¿QUÉ TE PASA?! — lo enfrentó irritado.

—¡Nada! ¡qué te pasa a ti! ¿por qué actúas tan raro?

—Agh Jisung ¿tienes que ser tan pesado?

—¿Y tú siempre tienes que estar de mal humor? ¡Mierda Minho, es imposible hablar contigo!

—¿Y POR QUÉ NO TE VAS SI SOY TAN MOLESTO?

ROLLER COASTER - HANKNOWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora