ROLLER COASTER - HANKNOW

20

No importaba que tan mojados estaban, Jisung no podía ni quería separarse de Minho. Sus labios eran todo lo que había imaginado, suaves, húmedos, y tiernos. Sintió el calor y la dulzura de su lengua derretirlo por dentro y supo que ya nada podría apartarlo de él.

Todas las emociones que llevaba reprimiendo desde la primera vez que lo vio se liberaban con cada suspiro que escapaba de sus bocas. Le pertenecía al omega por completo y ya no le importaba cuantas personas no estuvieran de acuerdo.

Minho apoyó sus pequeñas manos en su pecho, alejándolo suavemente para romper el beso. Jisung reforzó el agarre de su cintura negándose a separarse y hundió la nariz en su cuello para inhalar el exquisito aroma que se desprendía de él.

—¿Minho que has hecho conmigo? —suspiró sobre él —me vuelves loco.

Jisung refregó su rostro contra la tibia piel del omega añorando más contacto, pero éste se movió dando unos pasos al costado.

—D-deberíamos entrar, v-vas a enfermarte...

—¿Crees que eso me importa ahora?

—Y-y es tarde... en serio, ya entra Jisung.

—¿Minho que ocurre? ¿por qué quieres que me vaya? —preguntó desesperado tratando de descifrar la expresión apagada que tenía éste.

—N-nada, yo sólo... por favor ve adentro ¿sí? hablaremos más tarde.

—Minho espe...

Pero el mayor ya había comenzado a correr, dejando a Jisung parado bajo la lluvia, observando perplejo como se alejaba hacia la salida y sintiendo cómo toda la felicidad de los últimos segundos se desvanecía.

¿Qué había hecho? no estaba loco, el pelinegro había correspondido su beso, ¿por qué ahora actuaba así?

Jisung entró al colegio calado de pies a cabeza, con su mente dando mil vueltas por hora y sus piernas sintiéndose débiles, pero en cuanto cruzo las puertas cayó de lleno al piso.

—¿QUÉ HICISTE? CREÍ DECIRTE QUE NO TE METIERAS CON ÉL —bramó Hyunjin tomándolo del cuello de su camisa.

—¿PERO CUÁL ES TU MALDITO PROBLEMA? ¡DÉJALO EN PAZ!

—¡Jisung que demonios! ¡Te pedí una sola cosa! —interfirió Changbin dividiendo a los dos alfas que gruñían frenéticos, al borde de comenzar una pelear.

—¿POR QUÉ TIENEN QUE METERSE? ¡MINHO NO ES UN NIÑO, PUEDE DECIDIR POR SÍ MISMO!

—¿Y TÚ TE HARÁS CARGO SI ALGO LE PASA? ¡NO LO CREO! —gritó el alfa de cabello largo enardecido.

—¡Dejen de tratarlo como si se fuera a romper!

—Jisung detente, no sabes lo que dices... —advirtió Changbin con voz sombría.

—¡Es cierto, siempre están encima de él, es sólo un omega maldición, nadie va a morir por eso!

—¡JISUNG! —exclamó Changbin exasperado, empujándolo contra los casilleros.

En ese momento la puerta de una de las aulas contiguas se abrió, dejando asomarse a un profesor con el ceño fruncido.

—¿Alumnos qué hacen aquí? cada uno a su clase, ¡ahora!

Los tres se apartaron a regañadientes, comenzando a caminar cada uno en dirección a sus salones. Antes de irse, Hyunjin chocó su hombro con fuerza y le murmuró al pasar.

—Si él intenta algo de nuevo, será tu culpa.

Jisung no comprendió que quiso decir el alfa con esas palabras, pero algo en la forma en que las pronunció hizo que se le erizara la piel.