THE LAST PSYCHIC|❝El infierno ha expulsado a sus psíquicas, y ahora ellas caminan entre pecadores y ángeles caídos. ¿Aún sientes la naturaleza, Delphini?❞
Delphini Bennett ha demostrado ser la mejor amiga de Hope Mikaelson, y cuando su mejor amiga d...
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|Sᴀɴɢʀᴇ Iɴᴏᴄᴇɴᴛᴇ|
❝Cuenta la profecía que si derramas la sangre de los inocentes sobre tierra virgen, la maldición del alma te consumirá por el resto del infierno.❞
TRES SEMANAS DESPUÉS.
-¡PAREN, POR FAVOR PAREN!-grita con euforia mientras sentía como aquella cuchilla entraba en mi espalda rasgando mis costillas.
-No seas tan débil, perra -escupió con molesta el hombro delante mío -Solo me estoy divirtiendo.
Con un movimiento de manos hizo que las esposas que me tenían amarrada a cada poste de la pared se cayeran, así como yo; sentí el escozor en mis rodillas al golpear el pavimento lleno de piedras, mis brazos volvían a curarse, pero de una manera muy lenta gracias a un hechizo que usaron, en mi tobillo tenía una pulsera que me imposibilitaba de realizar magia, con otro hechizo de magia hizo que unas antenas de púas se envolvieron en mis muñecas y me levantaran sintiendo como si mi piel se desgarrara, lance un grito demasiado alto. Mis lágrimas resbalaban de mi rostro con facilidad, pareciendo una cascada mezclados con el sudor de mi frente, me encontraba tan débil, sentía que en cualquier momento iba a morir.
-Sabes Atticus -murmuró el hombre, era de tez morena, sus ojos eran color almendra intensos y parecía que no pasaba de los treinta años, era uno de los últimos del aquelarre de mi padre, realmente quedamos solamente seis -Eres muy hermosa, me gustan las perras fuertes como tú-susurró mientras pasaba levemente la cuchilla por mi barbilla, ocasionando cortes superficiales.
-Vete al infierno, hijo de puta -le escupí en el rostro haciendo que éste se limpiará con una sonrisa.
-Te voy a follar como la perra que eres- escupió vilmente para luego proseguir a que sus manos fueran directamente a mis pantalones rasgándose en el proceso -¿Es esto lo que te gusta?
-¡Suéltame, cerdo! -mis sollozos comenzaron a ser más fuertes mientras sentía como tomaba mi cintura con una mano elevando levemente a su cadera, dos de sus dedos se hundieron duramente en mi vagina, dolía y el asco comenzaba a manifestarse, los estaba moviendo tan rápido.
-Serás mi perra hoy -sentía algo mojado en esa parte de abajo, cuando baje mi vista el tenia su pene de fuera listo para entrar en mi, y por mis piernas escurría sangre, de una estocada entro.
Lancé un grito más fuerte, sus movimientos no pararon, eran tan duros que sentía que me iba a desmayar, él realmente lo estaba disfrutando, disfrutaba la miseria que me estaba provocando todo esto. Cuando lo sentí finalizar, tomó un frasco haciendo que lo bebiera.