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A Taehyung le gustan los vestidos, las faldas, los adornos para el cabello y los tacones.
Realmente disfrutaba vestir así a pesar de que mucho de lo usaba era considerado por la mayoría como únicament...
Ambos estaban en la parada de buses, ya que los padres de Yoongi vivían relativamente lejos.
―Aún no me haz dicho que llevas ahí ―Yoongi señaló la bolsa que Taehyung llevaba.
―Algunas cosas para tus padres, ya sabes soborno por si dudan que soy un buen partido para ti ―una sonrisa traviesa se extendió en el rostro del más alto.
―Espero no necesites usarlo.
Cuando el transporte apareció se formaron en la fila para subir y tomaron asientos uno junto al otro, el viaje duraba unas 3 horas aproximadamente. Yoongi estuvo disfrutando del paisaje por al menos una hora hasta que cayó dormido y Taehyung no tardó en unirse a la siesta.
Gracias al ruido y el movimiento despertaron a tiempo para bajarse junto con todos los demás pasajeros. A paso tranquilo salieron del recinto donde los buses llegaban y continuaron su camino a pie. Yoongi se encargó de guiar, recorrieron al menos cinco cuadras, adentrándose a una zona residencial.
―Es aquí ―el chico anunció frenando frente a una hermosa casa de dos pisos y un jardín lleno de flores. Los labios de Taehyung formaron una "O" mientras seguía a Yoongi hasta la entrada donde el chico simplemente entró sin más.
― ¿Quién anda allí? ―una voz se escuchó desde otra habitación seguida de pasos apresurados ―. ¡Yoongi! ¡Te dije que avises cuando llegas niño tonto! Me vas a matar de un infarto.
Una señora sonriente fue quien los recibió, la madre de Yoongi era igual de pálida que él, con un cabello negro y largo, delgada y muy baja.
―Llegué ―anunció, su actitud le causó gracia a Taehyung ―. Mamá este es Taehyung, Tae ella es mi mamá.
―Mucho gus-
Taehyung no acabó de saludar cuando ya tenía a la Sra. Min abrazándolo.
―Que muchachito tan atractivo ―halagó ―. ¿Son amigos? O... ¿Novios tal vez? ―la pregunta causó en Taehyung una risa nerviosa.
―Somos novios ―Yoongi respondió tranquilo adentrándose a la casa.
La respuesta del chico fue como un interruptor en la pequeña señora quien dio saltitos de alegría y tomó a Taehyung de la mano para arrastrarlo hasta la sala.
― ¿Cómo dijiste que te llamas? ¿Qué edad tienes? ¿Eres de por aquí?
Taehyung se sintió abrumado por tantas preguntas, pero alegre de que la Sra. Min fuera amable con él. Le causaba gracia ver a la madre de su novio siendo tan alegre y conversadora mientras que su hijo era todo lo contrario, el parecido era solo físico.
El padre de Yoongi apareció justo cuando estaban sirviendo la comida, Taehyung notó que era tan alto como él y era igual de callado que Yoongi.
Cuando llegó la hora de irse la Sra. Min casi rompió en llanto haciendo que Taehyung prometiera visitarla de nuevo.
―Creo que triunfé con tus padres, ahora es tu turno ―Taehyung pichó riendo, sabía que Yoongi lo haría bien a pesar de los nervios.
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Al día siguiente ya estaban frente a la casa de Taehyung, la cual no estaba a más de 15 minutos en taxi.
Una vez estuvieron frente a la puerta Taehyung tocó y esperaron pacientes que alguien abriera. Un hombre alto, aun más que Taehyung, con un físico corpulento, pero un rostro y sonrisa que denotaban amabilidad pura, fue quien los recibió.
El hombre envolvió entre sus brazos a su hijo en un abrazo que casi dejó al chico sin pulmones.
―Hola papá ―logró saludar cuando fue liberado ―. Este es Yoongi ―presentó.
El Sr. Kim no dudo en hacer lo mismo con Yoongi, lo abrazo y apretó hasta casi hacer pensar al chico que se rompería en dos.
―Bienvenido muchacho, Taehyung me ha hablado de ti, pareces un buen hombrecito ―Yoongi sonrió por la forma en la que fue llamado ―. ¡Pero entren! No estarán todo el día en la entrada, pueden quedarse en la sala o explorar la casa, hagan sus cosas de pareja mientras yo cocino.
― ¿Mamá tuvo que trabajar hoy?
―Sí, tratará de llegar para la comida ―el padre explicó para luego meterse en la cocina dejando al par de chicos solos en la gran sala.
―Bueno... ¿Quieres ver mi habitación? ―Taehyung ofreció, Yoongi lo siguió por un pasillo decorado con cuadros y varias fotos donde se mostraba el crecimiento del chico.
―Bienvenido a mi zona ―abrió la puerta para que Yoongi entrará primero. Era una habitación común, con algunos posters y fotografías, libros y un escritorio.
―Es linda, con una cama grande ―el más bajo se dejó caer en la cama siendo seguido por Taehyung.
―Eres el primer chico en mi cama ―se giró para observar a Yoongi.
―Que honor ―el chico hizo lo mismo, ahora estaban frente a frente ―. ¿La estrenamos? ―preguntó bromeando. Al inicio, Taehyung no entendió la insinuación, pero una vez notó la risa de Yoongi supo a que se refería.
―Probemos ―como un león se abalanzó sobre Yoongi, atacando su estómago.
― ¡No! ―el más pálido se retorció en la cama entre risas, era débil ante las cosquillas y más si eran inesperadas.
― ¡Chicos! La comida está lista ―la voz del Sr. Kim retumbó por sobre la frenética risa de Yoongi.
― ¡Ya vamos! ―Taehyung respondió liberando a su novio que se había convertido en un tómate completamente rojo ―. Parece que estábamos haciendo otra cosa ―se burló mientras ayudaba al chico a levartarse.
Salieron de la habitación yendo hasta el comedor donde, además del Sr. Kim, había otro chico.
―Hyung, viniste ―Taehyung saludó alegre ―. Yoongi, él es mi hermano, Seokjin este es Yoongi.
―Que chico más adorable ―Seokjin se levantó de la mesa para abrazar a Taehyung y ya que estaba, a Yoongi también ―. Bienvenido a la familia.
―Gracias ―Yoongi se sintió pequeño, Seokjin tenía la altura de su padre y aunque no era tan corpulento, tenía hombros amplios.
Luego de comer y conversar por horas se dispusieron a irse, pero en la puerta se encontraron a alguien.
― ¡Mamá! ―Taehyung se emocionó al verla ―. Ya nos íbamos.
―Llego tarde ―la señora se lamentó ―. ¿Tu eres Yoongi? ―al recibir una respuesta afirmativa lo rodeó en un abrazl y al oído le dijo: ―. Cuida de él, es un buen chico que no merece que lo dañen. Debes amarlo mucho ―Yoongi de nuevo asintió ligeramente y antes de poder devolver el abrazo la mujer se alejó ―. Bueno, al menos le vi la cara, es guapo y se ve amable así que lo apruebo.
―Si quieres nos quedamos para que hable- ―estaba por sugerir Taehyung, pero su madre se encargó de frenarlo antes de acabar.
―No no, vuelvan a sus casas que se hace tarde, no quiero que anden en calles tan solas ―la Sra. Kim se negó ―. Ya tendremos más días para convivir.
Taehyung obediente se despidió, y Yoongi educada mente lo hizo también para luego ambos retirarse de camino a sus apartamentos.
