𝑷𝒐𝒍𝒍𝒊𝒕𝒐... |𝗬𝗠

Capítulo 5'~

No pensaron estar en esta situación, no pensaron que todo eso estaba pasando en realidad.

Estar en la casa del pequeño chico pelirubio ahora ligeramente lastimado en un abrir y cerrar de ojos fue algo impactante para Yoongi. Y más que recién empezaba su amistad.

No se esperaba para nada esos momentos tan crueles e indignantes que pasaron hace más de tres horas en la salida de la institución. Pero Yoongi daba gracias que estuvo ahí para salvar al pequeño pollito de esas horribles presas.

—¿Te sientes bien? — Pregunta Yoongi mirando con notoria preocupación al chico pelirubio curar sus heridas sentado en el sillón a metros de él.

—Si... Solo fueron unos rasguños — Encoge sus hombro, restándole importancia.

Y claramente eso ocasionó a Yoongi una gran confunsión ¿Cómo se atrevia a decir eso a la ligera? Como si nunca hubiera pasado nada o porque se ve tan normal en su vida... ¿Ya estaba acostumbrado?.

—Jimin, todo está bien pero necesito preguntar ¿Por qué respondes así? ¿Ya estás muy acostumbrado a eso?.

Lo vió suspirar, esa pregunta hizo que Jimin se detuviera con la mirada perdida en el piso. No hallaba las palabras de como responderle correctamente.

—Digamos que yo creci así... No tan seguido pero si— Suspiró terminando de curar sus heridas—. No te vayas a asustar o algo pero si, estoy acostumbrado.

Yoongi se lo queda mirando por unos momentos, para después acercarse a él y poner una mano en su espalda.

—Sabes que puedes confiar conmigo Jimin, soy tu amigo y quiero serlo, quiero que Jiminnie confíe en mi... Tanto como yo hacer lo mismo.

Esas palabras le trajo tanta paz al pequeño pelirubio que no soportó en dejar salir un suspiro aliviado, se sentia más protegido a su lado.

Y eso le causaba temor...

—Muchas gracias por todo Yoon, sé que todo eso fue tan apresurado que yo ni siquiera sabía cuando llegamos aquí— Sonríe algo avergonzado, jugando con sus manitas en su regazo—. Lamento que tuvieras que ver todas esas escenas feas, pero agradezco mucho que estuvieras ahí para ayudarme.

Y ahí fue que Yoongi sintió por cuarta vez en ese día su alma irse de su cuerpo para volver a entrar, cuánto amaba esa sonrisa tan tierna pero ahora... Muy lastimada.

—Para eso estoy, te prometo estar contigo todo el tiempo y también protegerte más— Asintió para sí mismo, dispuesto a cumplir su palabra.

—No es necesario, recuerda que también tienes responsabilidades y más cosas que ocuparte de mi— Jimin niega de inmediato, no queria ser un estorbo o ser un Pollito en busca de refugio.

Él quiere ser independiente, por eso se mudó, por eso dejó a su ciudad natal.

—No me molestas para nada, yo con gusto te ayudaré en lo que pueda. Si estoy muy ocupado te lo haré saber, lo prometo— Insistió al ver la cara de duda en su Pollito.

Jimin vuelve a bajar su mirada, mordiendo su labio y pensando a sus palabras. Queria estar con él, algo dentro de él gritaba que queria que lo protegiera y cuidara de él tanto como queria.

Pero eso lo consideraba imposible, ya que ni con sus padres fue así.

—Está bien, te daré la oportunidad de hacerlo Yoon— Asiente muy decidido—. Pero promete que si estás muy ocupado o no tienes tiempo me lo dirás por favor.

La carita seria que puso ablandó por completo el frío corazón de Yoongi, esa cosita tenia que estar con él.

—Lo prometo pequeño Jimin, confía en mi— Sonríe orgulloso para tomar su mano y acariciar las manchitas rojas por los golpes—. ¿Seguro que no estás herido en otra parte?.

—No, estoy muy bien— Suspira un poco mirando sus manos unidas—. Todo está bien.

Yoongi vió atento como la otra manito del pelirubio bajó a su linda pancita para acariciarla un poco y dejarla ahí.

No pudo evitar sonreír por la gran escena tan hermosa frente a sus ojos, pero ahora su duda crecia aún más... ¿Cómo la gente puede llegar a criticar a una persona tan dulce y gentil como Jimin? Simplemente no lo entendia.

En el poco tiempo que llevan juntos, pudo conocer más al fondo al pequeño pelirubio. Eso le encantó ya que también sabía los gustos del chico Pollito, su cumpleaños, habló algunas cosas de su ciudad natal y lo que le gustaba hacer y todas esas cosas tan básicas que lo hizo atraer más a él.

Se dió cuenta que Jimin es una persona con muchas metas por delante, muchos sueños y deseos tan lindos. Merece más amor que abuso.

—Okey... De verdad me gusta verte así, Jimin.

—Así... ¿Cómo?— El pelirubio lo mira confundido.

—Así tan tú, eres tan admirable que cualquiera se derrite con tu hermosura y me enoja porque eso nadie lo ve— Suspira con algo de frustración, suspira y levanta su mirada fijamente—. Las personas están ciegas de la belleza que ocultan las pequeñas cosas, no las pueden ver para nada, y tú Pollito... Eres una de ellas.

Jimin se quedó sin palabras, lo que dijo fue tan lindo y conmovedor que no pudo evitar sonreír en grande y mirarlo con sus pequeños ojos brillosos.

—Yoongi... Tú eres el que merece todo el cielo, e-eres tan especial que no sé que hice para merecerte en realidad... Gracias Yoongi, muchas gracias.

El pelinegro sonrío enternecidos al escuchar su linda voz algo entrecortada, con mucho cuidado envolvió el cuerpito lindo de su Pollito con sus brazos, dejando su mentón en el hombro del pelirubio.

—No hay de qué mi pequeño, estaré contigo el tiempo que desees, no te defraudaré.

Con esas últimas palabras, no pudo evitar bajar sus manos a la pancita de Jimin para acariciarla un poco y lograr calmarlo de su próximo llanto.

—Lindo, lindo, lindo Pollito con Pancita. No debe llorar más o se arrugará su linda carita~.

El pelirubio río divertido por sus palabras algo repetitivas, sonrío con gran alegría y se a recostó en su hombro suspirando muy gustos por la cercania que tenia con el pelinegro con mechas azules.

—Lindo, lindo, lindo Yoongi sin Pancita. No puede dejar ahora a este lindo Pollito~.