Un pelirubio salía de su aula de clases cuando la campana de descanzo sonó, soltando un largo suspiro agotado empezó a caminar al campus de la Institución donde usualmente se sienta bajo el árbol que estaba algunos metros, frente a la gran cancha de basquet.
Era su lugar favorito, estaba rodeado de mucho cespéd, bajo la sombra del hermoso árbol, su espalda apoyada en el tronco y para
completar, tenía una gran vista de la cancha de basquet, que a veces su Hyung se pone a jugar en las horas de descanzo.Ah... Su Hyung.
No se han podido ver durante todo el día, eso le llenaba de melancolía que gracias a las agotadas clases llenas de dolor de cabeza, ni siquiera ha podido saludarlo o darle un besito en su blanquecina mejilla.
Pensando en su Hyung, llegó al lado del campus, mirando su querido árbol solo y sin nadie en él.
Perfecto.
Una leve sonrisa creció en su rostro mientras apoyaba su espalda en el tronco, empezando a deslizarse hacia abajo hasta quedar sentado en el cespéd, cruzando sus piernas.
Con un suspiro aliviado, el pelirubio pudo por fin respirar el aire fresco que necesitaba.
— Dios, ya te extrañaba mucho mi gran compañero— Susurra leve hacia el árbol con una pequeña sonrisa ya relajado.
Mirando al frente, topándose con la cancha de basquet, estaba un grupo de estudiantes tal vez un año mayor y menor que él, juntos jugando el deporte asignado para esa cancha.
En sus mejillas creció un color rojizo y su sonrisa se agrandó más hasta que sus ojos se cerrara casi por completos, al reconocer esa silueta veloz que no dejaba de saltar y correr cuando la pelota pasaba a sus manos.
Su lindo Gatito-Hyung, Min Yoongi.
Verlo divertirse, saltar para adentrar la pelota en la canasta, celebrar chocando manos con su equipo mientras su sonrisa aparecía cada vez que sumaban puntos, era renconfortable.
Un sentimiento cálido en su pecho, las maripositas en su estómago y los sonrojos repentinos, eso era lo que provocaba su lindo Yoongi en su interior. Haciendo que lo que comenzó con un ligero sonrojo, se convirtiera en un gran deseo de estar a su lado siempre, y ayudarlo, y sobre todo quererlo.
Aún con su sonrisa en su rostro, bajó sus manos al cespéd para acomodarse un poco, su mano tocó algo inusual entre el cespéd, provocando que parara de acomodarse para prestar atención al objeto que tocó.
— ¿Oh?...— Jimin ladeó su cabeza confundido al ver en su mano, un pedazo de papel doblado en el cespéd, al costado derecho de donde estaba sentado.
ESTÁS LEYENDO
𝑷𝒐𝒍𝒍𝒊𝒕𝒐... |𝗬𝗠
Random"No te acerques a él" "Ese chico es un error" "Es muy gordo, parece una sandía" "Es ridículo e infantil" "Morirá solo si sigue así el pobre" "Es un gordo, ¿No le da pena estar así" ══════ •『 ♡ 』• ══════ 𝙇𝙖𝙨 𝙥𝙚𝙧𝙨𝙤𝙣𝙖𝙨 𝙚𝙨𝙩𝙖́𝙣 𝙘𝙞𝙚𝙜𝙖...