El misterioso chico de al lado

2. "La cafetería"

2. "La cafetería"

El lugar donde más odiaba estar en el instituto era, la cafetería. Cada persona estaba en su grupo, con sus amigos, charlando, comiendo, debatiendo, estudiando...etc. La cafería estaba dividida por partes, que encantada os lo diré.

Por donde empiezo, primero estaba el grupo de los "nerd" por así decirlo, que yo no les veo nerds, que quieran estudiar y se saquen buenas notas no te convierte en un nerd pero bueno, así es la sociedad. Después estaba el grupo de los normales, que no están en ninguna categoría y van a su rollo. A continuación encontramos los grunge, que aun que su estilo sea todo dark, no significa que sean malos, la verdad son mas inteligentes y amables que los demás. Al final de la cafetería encontraríamos a los siguientes: Los populares, los matones, los fuckboy o mujeriegos, los futbolistas, las porristas y las damiselas en apuros, osea las pijas del instituto.

Yo si tuviera que elegir uno sería, los fantasmas. Os explico, a parte de todos estos grupos hay uno que es el que más dejan de lado y es la gente rara como yo, que no habla con nadie, en ese estaría yo. Pero desgraciadamente no lo estoy, ya que mis dos mejores amigos nunca me dejarían estar ahí sola.

Habíamos entrado a la cafetería y como siempre nos sentamos en medio de la cafetería, ya que era el único lugar donde estaba vacío. Nos habíamos sentado cuando Lía me susurra:

- Oye, ¿ese no era el tipo con quien hablabas esta mañana?- Me susurro Lía.

- ¿Quien?- Me giro y me encuentro a mi odioso vecino mirando hacía mi mesa. Aun sigo sin creerlo, lleva aquí menos de una semana y ya es parte del grupo de los guays, bueno lógico era, es como ellos, de irritante, guapo, y por lo que veo mujeriego.

- Si, es el pero pasemos de el, quiero comer tranquila- Le dije volviendo a mirar mi comida y llega Josh.

- Chicas a que no sabéis de que me he enterado- Josh se sienta entusiasmado.

- De que te has enterado- Decimos a la vez Lía y yo.

- El nuevo chico, el de allá, dicen que es el mejor futbolista de la liga Nacional, me han contado que ganó tres veces seguidas y quien haga algo para hacerle perder, lo destruye.

Lo que dijo Josh me dejo un poco impactada, que importa si gana o no, es un maldito juego no ganas nada por hacer daño a otra gente.

- Vaya idiota que es- Digo de mala gana.

- Eso dirás ahora, pero cuando haga ganar a nuestro instituto solo escucharas su nombre por los pasillos- Me dijo Lía.

- Demasiado lo tengo como vecino y aquí, para seguir escuchando su nombre- Me levanto para irme pero Lía me detiene.

- Hester, que dijimos de irte sola- Me dijo enfadada.

- Necesito aire, sabes que odio estar aquí con tanta gente- Le digo relajada.

- Esta bien, pero si te pasa algo nos mandas un mensaje vale- Me dijo Lía.

- Si tranquila no me pasara nada- Dicho eso salí de la cafetería.

Jake

Estaba sentado con mis nuevos colegas hasta que veo que mi querida vecina sale de la cafetería.

- Oye voy al aseo, no me esperéis para ir a clases- Les dije a los chicos y salí detrás de ella.

No se cuanto tiempo llevo andando pero no hay rastro de ella, acaso era un fantasma o que, como alguien puede desaparecer tan rápido. Seguí buscándola hasta que la vi sentada en las gradas del campo.

- Que haces aquí sola, vecina- Le dije sonriendo mientras me sentaba a su lado.

- Ya sabes como me llamó deja de llamarme así solo de volver a pensar que somo vecinos me enferma y respondiendo a tu pregunta, necesitaba aire, no me gusta mucho la cafetería y tu que haces aquí o acaso ya echabas de menos mi presencia- Me dijo con una sonrisa arrogante.

- Ja ja ja si ya quisieras tu que alguien como yo te echara de menos- Le dije mirándola y levantando la ceja.

- Entonces no se que haces aquí- Se levanto pero le agarre de la muñeca.

- Oye, se supone que somos vecinos y tenemos que llevarnos bien que me dices- Si tengo que ganar la apuesta tengo que llevarme bien con ella.

- Mmm deja que piense, no- Me dijo irritada.

- Y porque no que tiene de malo que quiera conocerte- Le volví a insistí irritado.

- Por que no y punto y ahora sultá- No la deje terminar y la senté en mis piernas agarrándola de la cintura.

Hester

Dios, pero que le pasa a este idiota, y porque me pone de los nervios, os juro que no le soporto más.

- Que haces, porque me sientas encima tuya- Me cruce de brazos.

- Porque no te levantas tu solita- Dios, odiaba esa maldita sonrisa arrogante.

- Encantada de hacerlo si me soltarás- Estoy apunto de estallar. Entonces el me acerco más hacia su cuerpo, nuestras caras estaban estaban demasiado cerca, ya sentía su respiración caliente chocar en mi cara. Si el se movía o yo me movía nuestros labios chocarían.

- Que me estas haciendo Hester Britt- Susurro con una maldita voz demasiado caliente cerca de mis labios y me dejo sentada en las gradas mientras el se iba.