HASTA QUE LO CONOCÍ.

1. "Mi primer día de trabajo"

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Hoy es mi primer día de trabajo en la empresa Smith y eso me tiene muy emocionada.

Hace 1 mes que me gradué y a decir verdad no pensé que mi padre me fuera a dar trabajo en su empresa, ya que no tengo nada de experiencia y no le gustan las personas sin experiencia en su empresa, pero, creo que hizo una excepción esta vez.

Son las 6:30 a.m y ya es hora de levantarme, entro a las 8:00 a.m a trabajar.

Cuando me levanto de la cama me dirijo al baño, y me doy una ducha, que a decir verdad fue muy relajante. Salgo del baño y me pongo la ropa que ya tengo lista desde el día anterior.

Son unos pantalones de vestir negros, que se ajustan perfectamente a mi cuerpo, una blusa blanca sencilla de tirantes, que revela un poco mi busto, un saco de vestir del mismo color del pantalón, un cinturón negro y por supuesto mis tacones.

Me hice un maquillaje sencillo.

En cuanto estuve lista baje a la sala, en donde estaba Damián en el sillón completamente recostado hacía atrás, con su celular en su mano derecha, viendo quién sabe que cosa.

- Buenos días, Damián --le doy una de mis mejores sonrisas.

No me mira, solo contesta - Buenos días --hace una pausa-- hermanita.

- ¿Qué estás esperando tan cómodo ahí? --le digo parada en frente de él.

- Um, hoy amanecimos de mal humor, no crees? --por fin suelta su celular, y me mira-- solo estoy esperando a que el desayuno esté listo. --me da una sonrisa fingida.

- En realidad, amanecí de muy buen humor, solo que tu me lo quitas. --le volteo los ojos.

- Jajaja, que risa, por cierto te vez muy linda hoy Samantha. -me da una sonrisa.

Que cambió de tema más repentino...

Le devuelvo la sonrisa - Muchas gracias, Damián, tu también te vez muy bien.

- Bueno, a decir verdad, yo todos los días me veo bien. --me guiña el ojo.

Antes de que pueda responder veo a papá bajar las escaleras, con una sonrisa que no le cabe en la cara.

- ¡Buenos días, hijos! --dice con mucha felicidad.

- Buenos días, papá... Puedo preguntar, a que se debe tanta felicidad? --lo mira y veo algo de confusión en su cara.

- Bueno, hoy Samantha entra a trabajar con nosotros y me pone muy feliz, no estás tan feliz como yo? --le da una sonrisa, que a decir verdad es igual a la de Damián.

- Claro que estoy feliz! Pero jamás te emocionaste así cuando yo entre a trabajar en la empresa...

Notó la tristeza de Damián en sus ojos, y me duele. Papá solo se limitó a ignorarlo y irse al comedor, donde ya estaba el desayuno servido.

- Vamos, el desayuno está servido. --trato de animarlo.

- Gracias Sam, pero se me quito el apetito, nos vemos en la oficina. --me dice mientras lo veo levantarse del sillón.

Me da un beso en la mejilla y lo veo salir por la puerta principal.

Definitivamente mi intento de animarlo no sirvió.

Damián se va y me quedo pensando en nada, solo cosas tontas, me voy hasta el comedor, donde están mamá y papá sentados uno frente al otro.

- Buenos días, mamá. --digo mientras me siento al lado de mi padre.