3. "Cuando lo conocí"

53 9 0
                                    

-3-

El chico se va a lavar las manos y yo me quedo ahí, como estúpida mirándolo.

- ¿Que me miras? --hay arrogancia en su tono de voz.

Cuando me habla me desencanto, se nota que es un arrogante que solo quiere jugar con las chicas a su alrededor, así que mejor estar muy lejos de él.

- No te miro nada. --me doy media vuelva y salgo de ahí.

Me siento como toda una Diosa, dejándolo ahí, hablando solo.

Aunque no fue una conversación pero ok...

Me pongo a bailar para disfrutar este momento hasta que veo a Rose, le doy una de mis mejores sonrisas, supongo que viene a bailar conmigo.

Aunque por su cara...

Escucho el tono de molestia de Rose - ¿Donde has estado Samantha? --acercándose hacia dónde estoy.

- Solo fui al baño Rose, no te pongas así.

- Claro que me pongo así, pensé que te había pasado algo

- Perdón Rose, ahora ven y baila conmigo. --la tomo de la mano para que vayamos al centro de la pista.

- Damián esta afuera.

La sorpresa invade mi voz - ¿Qué?

Me molesta un poco que Rose haya llamado a Damián, pero lo que me sorprende es ¿ella llamando a Damián? No lo puedo creer.

- Si, esta esperándonos así que vámonos ya. --me dice mientras jala mi mano hacia la salida.

En verdad no me quiero ir, pero no protestó, se que estoy pasada de copas y que Rose lo hace por mi bien.

Cuando llegamos a la salida veo a Damián, pero esta vez no tiene esa cara de arrogancia que tiene siempre, esta cambiada por una de preocupación.

Cuando nos ve, sale del carro y viene hacia mí.

- ¿Estas bien? Rose me llamo muy preocupada, vine lo mas rápido que pude.

Le doy una mirada a Rose.
Que le dijo para que Damián este tan preocupado por mi.

- Tranquilo, estoy bien, solo que Rose aveces exagera...

- Claro que no Samantha, desde acá me llega tu olor, estás más que borracha ¿cierto?

Niego con la cabeza.

- Pues no te creo, mejor suban al auto.

Voy a subirme al auto de Damián hasta que me acuerdo que acá tengo mi carro -No puedo, tengo que llevarme mi carro.

- Claro que no, no vas a manejar en esas condiciones, mañana mando a alguien a que lo recoja.

No digo nada, le agradezco en mis  adentros, porque la verdad, me tome hasta el agua de los floreros (si es que había floreros jaja)

Nos dirigimos al carro de Damián, yo me subo adelante y Rose en la parte de atrás.

El camino a la casa de Rose es silencioso, hasta que llegamos.

- Bueno, ya estás en tu casa.

Damián se gira hacia atrás y le da una gran sonrisa a Rose, veo como ella se derrite de amor y a la vez se pone nerviosa.

Escuchó el tartamudeo de Rose - Si-si, muchas gracias.

Veo dulzura en los ojos de Damián - No hay de que.

- Hasta luego Rose, te quiero mucho, gracias por todo.  --le trato de dar una sonrisa.

- Te quiero más Sam, pero por favor no me vuelvas a poner en esta situación.

HASTA QUE LO CONOCÍ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora