-13-
Después de jugar por bastante tiempo con mi hermano me fui a mi habitación. Me cambie la ropa y me acosté a dormir.
Al día siguiente me levante a las 10:00 a.m, creo que no me había despertado a esta hora por meses y se siente muy bien.
Me bañe y me vestí con un crop top blanco de tirantes, un pantalón de jean azul, unas tennis blancas y un saco negro, ya que hacía un poco de frío.
Agarre mi bolso y cerré la puerta de mi habitación, baje las escaleras y fui hasta la cocina donde Anna me saluda amablemente y me recibe con desayuno.
-Gracias por el desayuno Anna, estaba delicioso. -digo mientras la miro, sonriendo.
-De nada señorita -sonríe
Me levanto de la silla y lavo el plato y el vaso que utilice, Anna me dice una y mil veces que lo deje así pero no le hago caso, normalmente nunca lo lavo ya que llego tarde al trabajo pero cuando puedo, lo hago. Termino de lavar los platos y me acerco a ella.
-Te voy a extrañar Anna.
-¿Por qué lo dice señorita Samantha? -me mira algo confundida
-Me iré de la casa Anna. -musito un poco triste.
-¿Qué? ¿Por qué señorita? -dice cabizbaja
-Tengo algunos problemas acá, así que prefiero mudarme y tener mi espacio, pero en serio te extrañare demasiado.
-Y yo a usted señorita... Si alguna vez necesita una empleada sabe que puede contar conmigo, sabe que me iría con usted a donde sea y ahora que usted se va la única razón que tengo para quedarme es el jóven Damián y su padre.
-Anna -le digo con los ojos llorosos- Si por mi fuera te llevo conmigo ahora mismo, pero mi sueldo no me alcanza para pagarte a como lo hace mi padre -me sonríe triste y comprensiva- Hasta pronto, Anna. -le doy un beso en la frente y me voy.
Desde pequeña conozco a Anna y desde el primer día se convirtió en una persona muy especial para mi, siempre fue tan dulce, tan linda con mi familia y conmigo, siempre fue tan ella simplemente. Ahora que soy una adulta la sigo queriendo igual o más de lo que la quería de pequeña.
Salgo de la casa y veo a Liam parqueado en su carro, no me ha visto así que me quedo mirándolo por unos segundos... Es tan guapo.
De pronto vuelve a mirar hacia donde estoy y se da cuenta que lo estoy mirando embobada desde acá, lo miro esperando su reacción a lo que él se echa una risa y desde acá puedo escuchar lo ronco de está. Segundos después se quita los lentes de sol de una manera tan... Mejor me callo.
Me dirijo hacia su carro y subo al asiento del copiloto.
-Buenos días... -le digo con una sonrisa mirándolo.
-Buenos días rubia... Así que te hipnotice -dice con una media sonrisa mientras me mira
-Pues sí, tú belleza es única -digo con sarcasmo y luego pongo los ojos en blanco.
-Lo sé, bonita. -me guiña el ojo- Cambiando de tema, ¿dónde están tus cosas?
-Deje todo listo en mi habitación, solo que mande a alguien a que se llevara todas mis cosas... Creo que son demasiadas. -digo entre dientes
-Pero, ¿no es solo ropa?
-Pues sí... Ropa, maquillaje, zapatos y demás, pero creo que soy adicta a todo eso, así que ya te imaginarás...
-Si, ya me lo imagino. -arranca el carro y se dirige hacía el que será mi apartamento.
Llegamos y el parquea fuera del apartamento. Salimos del carro y nos dirigimos a la entrada.
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HASTA QUE LO CONOCÍ.
Roman d'amourLa vida de Samantha Smith era casi perfecta. Acababa de graduarse de su carrera de arquitectura y empezaría a trabajar en la empresa millonaria de su papá. Y justo ahí conoce al hombre que la descoloca, al hombre que la puede arruinar. Samantha tie...