15. "Oh estúpido ascensor"

11 4 0
                                    

-15-

—¿Te acuerdas la vez que te conté que Liam y yo nos habíamos besado?

—Si, lo recuerdo muy bien -recalca con ironía

—Bueno ese no es el punto, el punto es que desde ese día o antes quizás Liam y yo hemos estado sintiendo alg... -me interrumpe sin dejarme terminar la frase

—Mierda, ¿no me digas que Liam y tú son algo más que compañeros de trabajo? -espeta, expectante a mi respuesta

—¡No, claro que no! Pero si sentimos algo más allá de eso. -admito tratando de que mi hermano mantenga la calma

—¿Crees que eso está bien Samantha? ¡No está nada bien! ‐rechista. Empiezo a ver su enojo cuando se levanta del sofá y empieza a caminar de aquí para allá

—Cálmate por favor Damián, él y yo no somos nada, puesto que sabes que tengo un trauma muy grande con los chicos.

—¡Por eso mismo Samantha! Sabes que tienes un trauma y especialmente con ese tipo de chicos, justo el tipo de chico que es Liam

Creo que empiezo a sentir lo que Rose sintió esta mañana...

—Damián a ver, se que eres mi hermano y me quieres cuidar pero a veces creo que te estas metiendo en mi vida de más, en un mes cumplo 22 años, ¿lo comprendes? ‐hablo tranquila, no quiero sonar odiosa.

—¿Qué me meto en tu vida de más? Eres una chiquilla ingenua Samantha, y lo sabes muy bien.

—Lo era Damián, ya no. ¿Crees que después de lo que me sucedió con Jackson sigo siendo la misma?

—Tal vez no la misma Samantha, pero sí que sigues siendo una ingenua

—Tan solo eres dos años mayor que yo Damián, ¿crees que has vivido más que yo solo por tener dos años más? Estas muy equivocado.

—Aquí la que está equivocada eres tú Samantha y te lo digo por tu bien, hagas lo que hagas no te metas con Liam -me exige, prácticamente.

—Para tú tranquilidad eso no pasará Damián, pero no porque tú no quieras, si no por mi trauma, porque ese, ese es mi único impedimento para no estar con él. -afirmo aún tranquila, sin embargo veo furia en los ojos de mi hermano

—¡Bien! Haz lo que te de la puta gana Samantha, al final de la historia la que va a salir lastimada eres tú, no yo. -espeta enojada y sin más, agarra sus cosas y se va.

Oigo como arranca su carro con fuerza, sin control. Temo que le suceda algo y si eso pasa, será todo por mi culpa.

9:16 p.m.
Damián, perdón ¿si?, por favor avísame cuando llegues a casa.

Pasan dos horas y Damián no contesta, de veras estoy muy preocupada así que mi único recurso en este momento, es llamar a papá.

Timbra cuatro veces y al quinto timbre, contesta

—Hola papá

—Hola hija, ¿como estás?

—Bien papá gracias, ¿me harías un favor?

—Si, dime

—¿Damián ya llegó a casa? Dime que si por favor -digo casi suplicando

—Si hija, Damián llegó a casa hace una hora más o menos -suelto un suspiro, mucho más tranquila-, ¿por qué lo dices?

—Por nada papá, solo quería saber, muchas gracias. Que tengas linda noche, te amo.

—Y yo a ti hija, nos vemos mañana.

HASTA QUE LO CONOCÍ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora