- ¿Qué-qué le-le hi-hicis-te?- pregunto aterrada
- lo mate - su tono era tan frío
Betty cayó sobre sus rodillas rompiendo en llanto, él estaba muerto y era su culpa
- ¿Qué-qué quieres de-de mi-mi? - le pregunto entre sollozos se sentía vacía hace...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"¿Por qué no lo puedo matar? Si de todas maneras vamos a morir."
– Mary Bell
—————————⭐————————
— te dejare tomar el mando más seguido — dijo el moreno cuando ambos cayeron rendidos
Se acomodo en el pecho de el para después sonreírle — como si eso fuera a pasar — empezó a acariciar su pecho
Jughead gimió ante las caricias de la rubia provocando que riera victoriosa
— si que te calientas rápido — se burló y el moreno gruño
— eres una provocadora — la regaño poniéndose encima de ella
— Houston tenemos un problema — exclamó al ver la erección del pelinegro
— ¿Y que vas a hacer para resolverlo? — la provocó y la rubia le sonrió tiernamente
— ¿Yo? — pregunto — la erección no es mía, si no es mía no es mi problema — se excuso
— pero eres una buena samaritana y se que vas a ayudar — gimió al sentir la mano de la rubia acariciando su miembro — oh sí nena — susurro cerrando los ojos dejándose llevar
Betty sonrió ampliamente, coloco a Jughead sobre la cama quedando ahora ella encima
Siguió subiendo y bajando su mano mientras con la otra tomaba su bata
— más rápido nena — le pido el moreno y en ese momento ella paro
Jughead abrió sus ojos de golpe — ya te ayude un poco, termina tu, yo tengo hambre así que voy a preparar algo para desayunar — le sonrió inocentemente mientras se ponía la bata
— mínimo puedes quedarte y mirar — le pidió pícaro, la ojiverde le mostró el dedo del medio para después salir
Jughead bufo frustrado y se levantó para darse una ducha fría
...
— ¡¿Que diablos acabas de decir?! — grito golpeando su escritorio
El hombre que estaba frente de él estaba temblando, Jughead aterraba cuando estaba furioso y más cuando tenía su arma a lado
— el-el al-cal-de de Greendale rechazo la o-ofer-ta — tartamudeo
— ¡Ha ese hijo de puta le dimos un límite y el cabron dijo que no! — exclamó — llama a Davidson a Ortega y a Nathaly — ordeno y el hombre salió
Segundo después entro con otros dos y la mujer
— señor.
— quiero que vayan a la casa de ese idiota, los secuestren y a su esposa e hijo también — informo irritado
Nadie le decía que no a él, solo Betty era la única que tenía derecho ha hacer eso — ¿Qué haremos después? — pregunto Davidson sabiendo perfectamente la respuesta
Era su mano derecha, fiel desde el primer día, cada orden que daba Jughead el la cumplía al pie de la letra
— van a matarlos, pero a la mujer y al niño los va a matar Nathaly — la pelinegra asintió de cuerdo — quiero que el vea cómo matan a su familia y después déjenlo encerrado con los cuerpos de ellos dejen un arma para que el solo se mate y hagan que parezca que él los mató, será su castigo por rechazar mi oferta — finalizó decidió y todos salieron
— hola chicos — los saludo la rubia al encontrarse con ellos, llevaba puesto una blusa negra de satín y escote en v y una falda color vino que llegaba más arriba de sus rodillas
— señorita Cooper — saludo Davidson amablemente
Nathaly la vio de pies a cabeza mientras pasaba su lengua por sus labios — Elizabeth — saludo coqueta
Betty le sonrió divertida, ella siempre le coqueteaba y recibía un regaño de Davidson o de Ortega
— ¡Nathaly! — la regaño Ortega — disculpe a Nathaly ella...
— no es molestia, adiós Nathaly — les sonrió sincera para después entrar a la oficina de Jughead
— ¡Dios! — exclamó la morena — ¡Muero por tocar ese lindo culo! — dijo mientras miraba atrás viendo cómo la rubia movía sus caderas
— Nathaly, ella nunca tendrá algo contigo — bufo Davidson y está le sonrió ampliamente
— ese bombón caerá, cuando le haga un delicioso oral a esa ricitos de oro, te aseguro que se la voy a quitar a Jughead
— sabes que el señor Jones nunca te dejará acércate a ella, es su novia, su mujer — aseguro Ortega entrando al auto
