"¿Porque la gente buena elige salir con personas equivocadas? Porque aceptamos el amor que creemos merecer. ¿Se les puede hacer notar que merecen más? Podemos intentar"
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Cuando el moreno ya se encontraba en el área de interrogación, está sentado en la fría silla de metal, ya tenía puesto cadenas en las manos y también grilletes, que consiste en un tipo de esposas que se colocan sobre los tobillos, ambas esposas se unen directamente con la cadena de esposas aplicadas en la espalda para poder inmovilizarlo y que no fuera una amenaza
En cada esquina del pequeño cuarto se encontraba un agente, provocando que el ego del moreno aumentará
Del otro lado se encontraba dos personas discutiendo
— no te dejare entrar — aseguro la pelirroja mirando a la chica que estaba frente a ella
— no vas a evitarlo Cher, tengo que enfrentarlo tarde o temprano — contraatacó intentando abrir la puerta pero está la detuvo
— sabes que no es buena idea, no estás lista, deja que yo lo enfrente primero — le pidió pero la ignoro completamente para después abrir la puerta y entrar
— ¿tan letal creen que soy? — preguntó sonriendo con arrogancia pero de inmediato esa sonrisa se esfumo al ver quien entraba
Su cara se pudo completamente pálida al verla entrar
— hola Jones — dijo la rubia y este puso sus manos en su rostro
— nonono, tu estás muerta — susurro intentado moverse pero las esposas se lo impedían
— mírame Jones — demandó y este la ignoro — ¡Mírame a la puta cara Jughead! — por fin este levanto la vista para volver a verla
— eres solo una maldita ilusión, ellos me quieren volver loco — grito este provocando que la rubia riera
— querido, loco ya estás — se burlo — pero siento decirte que no soy una ilusión, soy Elizabeth Cooper la chica de destruiste — añadió recargando sus palmas en la mesa
— no, yo no te destruí, yo te amo — le dijo mirándola fijamente
— ¿Amarme? — pregunto riendo sin gracia — tu no me amabas, era un juguete para ti y yo una estúpida — aclaro y este negó
— amor yo-
— ¡No te atrevas a decirme amor! — exclamó furiosa
— perdón ¿si?, Realmente lamento haberte lastimado — se disculpo — ahora podemos empezar de nuevo, solo liberarme — le pido levantando las manos mostrando las esposas
— primero muerta antes de liberarte — contesto, este la miro confundido
— pero, ¿por que?, tu-tu me amas
La rubia golpeó la mesa — yo no te amo, te odio con todo mi ser — por fin se sentó y abrió la carpeta que traía
— mi -
— vas a pasar mucho tiempo en la cárcel — lo interrumpió comenzando a leer los cargos— tráfico de menores, lavado de dinero, tráfico de drogas y homicidios, incluyendo el asesinato de un agente federal — dijo mientras lo miraba con recelo
— el quería separarnos — explicó sabiendo de quién hablaba
— diría que el no cumplir la promesa que me hiciste te convierte en un poco hombre pero no te puedo ni considerar una persona
— no puedes juzgarme, ambos somos iguales — le recordó, la ojiverde se levantó de nuevo
— no te atrevas a decir eso, tú y yo no somos iguales, tu eres un maldito enfermo que me violo porque me negué a tener a tu hijo — le reclamó limpiando aquella lágrima que se había atrevido a salir
— no te viole, nunca lo haría — contraatacó, Betty paso sus manos por su cabello perdiendo la paciencia
— me golpeaste cuando me negué a acostarme contigo, me follaste en la cocina sin importarte que te rogué que no siguieras, quedé inconsciente durante horas, ¿sabes el asco que me da al verme desnuda?¿El miedo que me da cuando cierro los ojos porque ese maldito día se repite en mi cabeza? — le pregunto y este se quedó callado
Betty se acerco a el para tomarlo del cuello de su camisa — nunca seremos iguales, y aunque me jodiste la vida te aseguro que no voy a descansar hasta verte en la maldita silla eléctrica y ser yo quien la active para verte morir — le prometió sin apartar sus ojos de los de el
Lo soltó e hizo una señal a los agentes para que se lo llevarán
Entre gritos del moreno lo sacaron dejando sola a la rubia. Lo había podido enfrentar y cumpliría su promesa
Ahora sí, me despido de esta historia
Bye.
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Slow Down
Short Story- ¿Qué-qué le-le hi-hicis-te?- pregunto aterrada - lo mate - su tono era tan frío Betty cayó sobre sus rodillas rompiendo en llanto, él estaba muerto y era su culpa - ¿Qué-qué quieres de-de mi-mi? - le pregunto entre sollozos se sentía vacía hace...