- ¿Qué-qué le-le hi-hicis-te?- pregunto aterrada
- lo mate - su tono era tan frío
Betty cayó sobre sus rodillas rompiendo en llanto, él estaba muerto y era su culpa
- ¿Qué-qué quieres de-de mi-mi? - le pregunto entre sollozos se sentía vacía hace...
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"Soy esa perra Hago lo mejor Te persigo a todos lados Te hago creer en fantasmas Mi venganza es más dulce que la miel"
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Habían pasado muchas cosas desde ese día, los negocios de Jughead empezaron a fallar, muchos de sus socios empezaron a darle la espalda, pero después veía las noticias de que habían sido encarcelados, eso lo puso más en guardia
También el día después de ver el cuerpo de Betty intentó ir a la morgue para sacarlo pero no podía entrar parecía el área de la morgue una fortaleza, tal vez alguien había pensado en la posibilidad de que el fuera
Y hablando de Betty el se estaba volviendo loco ya que veía a la hermosa rubia en la casa, a veces sentada en el sillón, otras veces en la cocina, en la cama, o muchas veces mientras dormía escuchaba como ella le susurraba cosas al oído
Al parecer toda la suerte que tenía lo había abandonado o al menos la mayor parte de esa suerte
Una día en la madrugada lo confirmaba ya que se encontraba durmiendo cuando olió algo como si se estuviera quemando, al abrir los ojos noto que su casa era la que se estaba quemando, de un movimiento rápido se levantó para intentar salir de ahí, pero las puertas estaban trabadas y no podía, hasta que desesperado y medio mareado por los gases rompió una ventana y logró escapar
Logro hacerlo y le marcó de inmediato a Davidson que paso por el minutos después, el moreno pensó que eso era algo buena ya que así ya no vería el espíritu la rubia, pero no fue así, se mudó a diferentes lugares y ha cada lugar siempre aparecía ella
Se estaba desquiciando y por consecuencia empezó a matar chicas que se parecían a Betty, también se mudaba mucho ya que a todos sus socios ya los habían atrapado así que solo era cuestión de tiempo para que lo encontraran el
Hasta que un día, la persona que menos esperaba apareció en su puerta
— Stefan, que honor — exclamó el moreno sarcástico al verlo
— déjate de idioteces Jones — escupió el castaño entrando — ahora vives como la rata que eres — añadió viendo la miserable casa en la que estaba
— solo estoy aquí por precaución — respondió este a la defensiva — ¿Cómo me encontraste?
— tengo contactos — fue lo único que dijo antes de mirarlo
— ¿y que quieres? — cuestiono este sentándose
— que te hubieras muerto el día que incendie tu casa — respondió tranquilo y este se levanto enojado
— ¿fuiste tu? — el castaño asintió ante la estúpida pregunta de este
— si, pero como la cucaracha que eres sobreviviste
— que te puedo decir, soy el mejor — alardeo el moreno
— ¿Cómo esta tu noviecita? — esa pregunta hizo que Jughead dejara de sonreír egocéntrico — espera...oh cierto esta muerta — sonrió complacido por la cara de este
— cállate — le ordeno
— ¿por que?¿acaso si digo muchas veces su nombre aparecerá su espíritu y te matara? — rio ante la idea y después lo miro — aunque no seria mala idea, tal ves ella si pueda matarte — el moreno miro a los lados asustado y este lo miro confundido — ¿Qué buscas Jones?
— cállate ella podría oírte y realmente aparecer — Stefan lo miro incrédulo
— realmente ya estas loco, pero tranquilo traje ayuda — y antes del que e moreno dijera algo entraron agentes de FBI para tomarlo
— ¡Suéltenme! — grito mientras forcejeaba con los tres agentes que lo tenían agarrado
Entre gritos, insultos y forcejeos sacaron a Jughead de aquella casa para meterlo en un auto blindado
— fue un placer ayudarte — dijo Stefan viendo a la persona que estaba completamente cubierta y salió del lugar
