Capítulo 8

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Entró al dormitorio de Lindsay y cerró tras él. Sintió el ruido de la ducha y se quitó la ropa. Entró con ella que estaba de espaldas bajo el agua, con sus manos apoyadas en la pared.

Ella lo escuchó entrar a la ducha pero no se inmutó….él la escuchaba llorar y sólo pensaba como curar sus heridas.

Tomó la esponja y la llenó del jabón líquido para ducha, presionó hasta ver salir la espuma, cerró un momento el pase de agua y comenzó a enjabonarla, suavemente. Ella no se movió, sólo lo dejó hacer. Después que la enjabonó le frotó la espalda, le hizo un suave masaje relajante. El aroma a flores del jabón inundó el lugar..

Ella solo quería dejar de sentir aquél olor que había impregnado su nariz horas atrás y ahora lo sentía hasta en su piel.

Joseph abrió el agua de nuevo y dejó que corriera por su cuerpo todo el jabón, mientras continuaba acariciando el cuerpo femenino con infinita ternura. Ella se volvió y sin mirarlo lo abrazó. Era lo que necesitaba, encontrar un refugio donde sentir que todo estaba bien.

Permanecieron así por un momento, bajo el agua, uno en los brazos del otro, acariciándose. Pero la ternura comenzó a dar paso al deseo. Ella subió su barbilla y encontró la boca de él. Primero un roce, como una caricia y luego más intenso, probaron sus labios húmedos y un deseo incontenible estalló dentro de ellos.

Él bajó por su cuello y besó sus hombros, luego la giró despacio y pegó la espalda femenina a su pecho.

Ella sintió como la tomaba por la cintura y el cuerpo masculino se pegaba a su espalda…. Los brazos de Joseph la abrazaron, cruzándose uno sobre su vientre y el otro sobre su senos. Realmente necesitaba ese contacto…

La apretó más contra él y eso fue suficiente para que el miembro viril quedara listo para ella…. El simple contacto contra su piel ya era suficiente para ponerlo en total estado de excitación.

Se movía lento de arriba hacia abajo acariciando la entrepierna femenina, mientras movía sus dedos acariciándole el vientre y llevaba sus dedos hasta su intimidad, generando un incendio que comenzaba a abrazarla por dentro…. Ella estaba suave y mojada por el agua que corría y eso a él lo estaba sumergiendo en un total estado de locura. Acarició allí hasta que sintió los gemidos que escapaban de la boca femenina, a la vez que acariciaba sus pezones con la yema de sus dedos y besaba su cuello y su hombro. El contacto de su barba contra la espalda femenina provocaba olas de placer en el cuerpo de la mujer…él ya lo sabía, así que la acariciaba con ella adrede, sabiendo que con cada caricia la quemaba.

Lindsay abrió más las piernas apoyando las manos sobre la pared, mientras sentía el agua que corría por toda su piel….y en toda su piel también estaba él.

Joseph dobló más las rodillas para quedar a su altura y se introdujo suavemente en la vagina de la mujer, poco a poco, a medida que ella se distendía y le permitía el paso. Estaba húmeda y caliente y lo presionaba, señal de que estaba cerca del orgasmo. Él comenzó a penetrar con más fuerza y lo único que se escuchaba era el ruido del agua cayendo y los gemidos de Lindsay.

Las embestidas eran cada vez más rápidas y más fuertes, tenía que sostenerla con uno de sus brazos y otro lo apoyó en la pared para sostenerse él.

Lindsay también tenía una mano en la pared y la otra la apoyó en el brazo musculoso que la sostenía y se aferró de él con fuerza.

Podía sentirse el golpe en cada empuje hasta que los gemidos terminaron en un grito de placer.

Parecería que tenían una perfecta sincronización para acabar juntos. Un calor profundo los invadía a ambos, como un fuego interno que los devoraba por dentro y los conectaba de alguna manera que no llegaban a entender, pero podían sentir.

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